capítulo 8

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Simon caminaba de un lado a otro por la habitación mientras su madre lo regañaba furiosa.

—Escuchame bien jovencito no vuelvas a irte sin decirme nada— la mujer más que enojada sonaba preocupada.

—Lo se lo siento mamá— Simon se disculpo por milésima vez.

Wilhelm lo observaba divertido ciertamente era su culpa por a verlo arrastrado hasta ahí pero no quería estar solo mucho menos dejar a Simón solo.

—Yo también te quiero— Simon por fin termino la llamada.

Wilhelm le tomo la mano y lo atrajo hasta el haciendo que quedara dentro de sus piernas.

—te matará no es así?— pregunto Wilhelm divertido

—algo así— respondió Simon mientras comenzaba a besar al príncipe.

Wilhelm le apretó la espalda mientras seguía con el beso, disfrutaba mucho de la compañía de Simón y también disfrutaba esos momentos eróticos entre ellos.

—Que pasará con nosotros—Simon pegó su frente con la de Wilhelm.

—Aun no lo sé pero no importa lo que decida la corona yo quiero estar a tu lado— Wilhelm entrelazó sus manos con las de Simón.

Por la tarde ambos estaban despidiendo el cuerpo de su hermano la familia real estaba devastada mientras que el pueblo lloraba la perdida del príncipe.

Simon consolaba a Wilhelm mientras él se aferraba a Simón.

Al final ambos chicos entraron a la habitación.

—Necesitas dormir— Simon le acaricio la cara

Wilhelm negó no quería dormir.

Simon lo llevo con él hasta la cama donde lo recostó y lo abrazo mientras acariciaba el brazo, poco a poco Wilhelm llegó al sueño.

Simon no podía creer como era que aquel hermoso príncipe estuviera interesado en alguien como el.

La reina entro en la habitación y Simon se levantó nervioso.

—Tienes que irte Simon— la mujer se acercó al chico

Simon se quedó serio no quería dejar a Wilhelm

—Tu madre debe estar preocupada por ti, vamos el chófer te espera— la mujer le tocó el hombro para después caminar hacia la puerta.

Simon la obedeció y camino a su lado.

—Se que Wilhelm te adora pero es lo mejor— la mujer continuo caminando por el pasillo.

Simon no dijo nada más, su corazón estaba destrozado.

Al llegar a Hillerska fue recibido por su hermana.

—Mama va a matarte— mencionó Sara para después abrazarlo.

Simon seguía mudo sentía que en cualquier momento el nudo en su garganta explotaría.

Al llegar a casa y ver a su madre la angustia y la ansiedad que estaba sintiendo se desbordó y comenzó a llorar.
Su madre entendió al instante y comenzó a consolarlo su pobre pequeño estaba destrozado.

Por otro lado Sara recibió un mensaje a su celular.

"cómo está tu hermano?" August

"bien supongo" Sara.

Sara miro el mensaje y se sintió un poco mal de que August preguntara por su hermano pero tal vez era una tontería.

El día transcurrio normal Simon se despertó deprimido pero aún así realizó todo con normalidad.

Sara observaba a Felice montar a caballo preguntándose cuando volvería a subirse al mismo ejemplar.

—Oye, sabes algo de Wilhelm?— Felice saco de sus pensamientos a Sara.

—No, creí que tenías su número— Sara miro confundida a Felice

—Lo tengo pero no contesta ninguno de mis mensajes, creí que Simon sabría algo— Felice bajo de su caballo
—ya puedes llevartelo— la chica le entrego al ejemplar y Sara se lo llevó a los establos.

August se sentó aún lado de Simón durante la clase de cálculo.

—Escuche a mi madre decir que Wilhelm acendera a la corona— Agust comenzó a anotar en su libreta.

—Era de esperarse— Simon no dijo más estaba tratando de no pensar mucho en Wilhelm.

—Sabes Simon, los chicos como el tienen estándares— Simon dejo su lápiz y miro a August —La reina jamás permitirá que Wilhelm este con alguien que no sea parte de la corona— Agust por fin lo miro.

—No entiendo por qué me dices esto, pero basta ya"!- Simon gruñó para después tomar su libreta y mochila y salir de ahí pues la clase había terminado.

Agust lo siguió y lo detuvo para aprisionarlo contra la pared.

—Escucha Simon me gustas y odio verte triste— Agust le susurró en el oído

Simon tenía los ojos abiertos como platos de la impresión.

Felice miro a ambos chicos y después se escondió detrás del muro, estaba sorprendida de lo que veía jamás se imaginó que Simon y August estuvieran saliendo.



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