Beso amargo

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August estaba furioso tiro todo lo que había en su habitación mientras se sentaba en la cama frustrado.

Las imágenes de Wilhelm y Simón seguían rondando en su cabeza.

Tomo su celular y observó el video tantas veces como pudo cada vez más confirmaba que Wilhelm tenia que ser siempre el primero en todo.

Eran primos pero la familia de Will siempre había sido más importante, sus padres constantemente los comparaban.

La gota que había derramado el vaso era Simón.

Cuando el y August se conocieron Simón le respetaba demasiado siempre parecía estar detrás de él como perrito faldero, pero al pasar el año Simón se declaró gay siendo agredido por toda la escuela, August estaba orgulloso de su valor pero no quería ser hostigado por lo que optó por burlarse de Simón fragmentando lo que "ellos tenían", pues siempre lo vio como un ser sumiso y ahora al revelarse le había echo entender que seguía siendo nada, si no tenía el poder o el estatus.

Miro el celular quería comenzar a circular el vídeo pero algo lo detuvo, una foto de Sara, sonrió al ver la foto de la chica tenía un plan y ese era lastimar a Will y a Simón.

A la mañana siguiente Simón despertó adolorido, al parecer su cuerpo no estaba tan acostumbrado a ser flexible.

—veo que ya despertaste— Wilhelm sonrió

Simón le acaricio el rostro, Wilhelm seguía siendo real, el príncipe estaba ahí frente a el.

—Creo que van a matarme— Wilhelm recordó su realidad

—Deberias irte— Simón no quería que se fuera pero aún seguían siendo menores de edad.

—Hablare con mi madre le diré que no quiero estar al frente de la corona — Wilhelm abrazo a Simón contra su pecho.

Ambos se quedaron así por un rato.

Sara salió primero de casa seguido de su mamá, y los únicos que quedaban era ellos.

—Preparare el almuerzo antes de que te vayas — Simón comenzó a sacar diferentes cacerolas.

Al final sirvió un desayuno con huevos revueltos, salchichas, tostadas francesas y un licuado de chocolate para cada uno.

Wilhelm estaba maravillado, Simon era un sueño.

Ambos terminaron de desayunar lo único que querían era que el tiempo se detuviera.

Ambos se acercaron a la puerta y se besaron, aquel beso era tan amargo que ninguno quería soltar al otro.

Al final se resignaron y se despidieron.

Simon llegó a la escuela y vio a August.

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