Parte 5 - Una cita singular

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El celular de Tn empezó a sonar.

Tn: ¿Aló?

Sanzu: Hola Tn, estoy a 3 minutos de tu casa. Estate lista para salir.

Tn: Si, justo estaba saliendo, nos vemos.

Sanzu: Ok (cuelga).

Tn baja a la primera planta y su padre la espera al pie de la escalera.

Tn: Papá, ya me voy.

Padre: Hija, no sé con quien sales, pero, si tienes algo que contar y que tenga que saberlo, por favor, no dudes en decírmelo, y se muy cuidadosa.

Tn: ¿Eh? Esta bien Papá. No pasará nada, sabes que puedes confiar en mí (se despide dándole un beso en la mejilla a su padre).

Tn salió de la casa, y afuera estaba Sanzu al costado del auto. Abriendo la puerta del copiloto para que Tn, suba al coche.

Madre: ¿Qué sucede, amor?, ¿Por qué tanta seriedad?

Padre: (Observando desde la ventana), ese auto lo he visto en el distrito 11.

Madre: ¿Cómo?

Padre: Nada, mi amor, no es nada.

Mientras tanto, Sanzu conducía el auto con dirección desconocida.

Tn: ¿A dónde iremos?

Sanzu: Es sorpresa (observando de reojo a Tn).

Tn: ¿Ok?, y dime ¿qué tal te fue esta semana?

Sanzu: Los negocios siempre son absorbentes.

Tn: ¿Eres empresario?

Sanzu: Se puede decir que sí.

Tn: Que interesante, ¿y de que rubro es tu empresa?

Sanzu: Haces muchas peguntas ¿sabes?

Tn: ¿Y como piensas que nos vamos a conocer?

Sanzu: Ja, no niego que tienes razón, señorita sabelotodo.

Luego, de que Tn relatará su ultima semana en el área de obstetricia y que en los siguientes dias pasara a otra especialidad, Sanzu estacionó el auto en un aparcado cerca de un mirador en la playa. 

Sanzu: Llegamos.

El joven iba abrir su puerta, pero se acordó del cinturón de seguridad de Tn, por lo que regresa volteando hacia ella, para ver si necesitaba ayuda.

Tn: ¡Ya lo desabroché! (sonrojada)

Sanzu: ¿Ah?, jajajajaj, parece que me estas leyendo la mente.

Tn: Je, aprendo rápido.

Sanzu: Entonces, bajemos.

Ambos jóvenes bajaron del automóvil. Y Tn se quedo mirando el paisaje del mar y la puesta del sol.

Tn: Es hermoso. 

Sanzu: Que bueno, que te gusto. Observa bien, el sol se está ocultando.

Tn: Si lo veo, se está haciendo más pequeño.

Ambos se acercaron a la la barandilla del mirador. 

Sanzu: Se dice, que puedes pedir un deseo, cuando contemplas la puesta del sol.

Tn: ¿En serio?

Sanzu: Claro, puedes pedir un deseo, en el mismo instante que desaparece el astro rey. Mira, se está ocultando. Pide un deseo, pero hazlo en silencio.

Tn: Ok. (¿Qué pediré?)

En ese momento, Tn observa a Sanzu, que se encuentra mirando fijamente al sol que esta por desaparecer, y que, al parecer, estaba pidiendo un deseo. Entonces, ella vuelve su mirada al ocaso para hacer lo mismo.

MIRADA BALSÁMICA - BONTEN, LOANNIS Y TNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora