Parte 11 - Lastimar

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Había amanecido y Sanzu, se encontraba contemplando por varios minutos a Tn que aun dormía; luego este mira su celular percatándose que es la 08:08 am, se dirige al baño para refrescar su rostro con el agua fría del grifo, pero mientras veía el agua correr en el lavamanos, empezó a recordar todas las situaciones en las que Tn corrió peligro, entonces la frustración y la ira empezaron a apoderarse de él.

Sanzu: Cálmate, cálmate.... ¡¡¡rayos!!!... por acá las tenía guardadas... (abriendo el compartimento del espejo que tenía adelante, tomo la pequeña caja plástica transparente e ingiere dos pastillas)

Luego regresa a la cama, a los minutos Sanzu se coloca encima de Tn que aún seguía durmiendo, y empezó a besarla por el cuello.

Tn: (Somnolienta y sonriendo) Mmm..., Sanzu aún tengo un poco de sueño.

Tn no recibía respuesta de Sanzu que continuaba besándola y acariciándola, y luego de unos segundos empezó a penetrarla. Pero mientras pasaba los segundos los movimientos del amante se volvían diferentes a los de ayer pues eran bruscos y torpes, acompañado de una fuerza que iba aumentando, la cual empezaba a lastimar a Tn.

Tn: Auch... Sanzu... más despacio..., me... me estas lastimando... para...

El joven no respondía a las palabras ni a los quejidos de Tn, la sujeto fuertemente las muñecas, a lo que ella continúo diciéndole que se detuviera, pero no recibía respuesta. Después de unos segundos, dos golpes fuertes llamaban a la puerta de la habitación y la voz grave de Ran, despertando a Sanzu de su trance.

Ran: Hey, no hagan mucho ruido, Rindou y yo estamos desayunando...

Sanzu se detuvo en seco y vio el rostro de Tn que denotaba preocupación y dolor, apartándose rápidamente de ella, se situó en el borde de la cama.

Sanzu: Perdóname, creo que me puse intenso.

Tn: ¿Intenso?, no me escuchabas... ¿qué sucede?

Sanzu: Nada... iré a ver a los chicos.

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Quince minutos antes de que Ran interrumpiera en la habitación de Sanzu:

Los hermanos Haitani habían llegado al departamento de Ran y se dirigieron al comedor para ver si Sanzu se encontraba ahí, y visualizaron en la mesa que hubo una cena para dos.

Rindou: Al parecer tiene compañía (empezando a abrir el refrigerador).

A los segundos, se empezaron a escuchar los gemidos de Tn.

Ran: (Encogiéndose de hombres) Bueno, me alegra que, de los tres él la está pasando mejor, jaja.

Sin embargo, los gemidos de Tn se tornaron a quejidos, por lo que los hermanos se quedaron en silencio. Ran agudizo su oído, llegando a escuchar que Tn le decía a Sanzu que se detenga, ante ello se dirigió con prisa a la habitación.

Al llegar a la puerta, Ran no quiso irrumpir de forma dramática, por lo que interrumpió fiel a su estilo. Al escuchar que las cosas pararon se dirigió a la sala, donde se puso a esperar a Sanzu.

Sanzu: (Ingresando a la sala) ¿Qué hacen aquí?

Ran: Buenos días ¿no? (acercándose a él)

Sanzu: Ya les he dicho que tienen que llamar antes de venir...

En ese instante, Ran tomo de la barbilla de Sanzu para mirarlo directamente a los ojos, pues quería verificar lo que se imaginaba.

Ran: (Soltando a Sanzu) ¿Ni estando con ella en la cama, no dejas de consumir eso? o ¿piensas que son viagra?

Sannzu: No estoy para tus sermones ni tus chistes de mal gusto.

Ran: Se cuidadoso con lo que haces, pues de nada te servirá el haberla cuidado tanto para que al final quien la termine lastimando seas tu.

Mientras tanto Tn terminaba de ducharse, aun pensativa y preocupada de la conducta repentina de Sanzu en la cama. Al acercarse al lavamanos, decide abrir el compartimento del espejo para buscar un peine, encontrando la pequeña caja transparente que contenía las pastillas que consume el hombre que ama.

Tn: ¿Qué es esto? (revisándolo atentamente, y corroborando lo que hace tiempo no quería reconocer)

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Esa misma mañana, en la mansión de los Loannis, el joven Anhur se encontraba en su cama y en compañía de un joven bien parecido que estaba durmiendo. Aun soñoliento el mayor de los hermanos, se percata que su hermana lo estaba contemplando sentada en el sillón al lado de su cama.

Satis: Buenos días hermanito (sonriendo pícaramente)

Anhur: (Aún acostado y cruzando sus brazos detrás de la cabeza) Bienvenida, ¿a qué hora llegaste?

Satis: A la 07:00 am, apenas bajé del avión vine rápido, pues como me decías en el mensaje había algo de que hablar. Y me tienes aquí.

En esos momentos, el joven acompañante despertó ante el dialogo de los Loannis, levantándose de golpe al ver que era la hermana menor, quien tiene la reputación de ser celosa con su padre y hermano.

Joven acompañante: Srta. Satis, bu... buenos días.

Satis: Buenos días cariño, por favor, ¿puedes dejarnos a solas? Tengo que hablar con mi amado hermanito.

Joven acompañante: Si, descuide Srta. Satis (tomando su ropa salió rápido de la habitación)

Anhur: No cambias, ¿verdad? (mientras se levantaba y se colocaba una bata)

Satis: Jajaja, que gracioso, ni siquiera se despidió de ti, jajaja. Me cae bien.

Anhur: Cambiando de tema, quiero hacerte una pregunta y que me respondas sinceramente, ya que no tuvimos tiempo después del almuerzo con padre.

Satis: Con esto de la organización del evento del museo, tuve que regresar a Egipto para agilizar los trámites, sabes que son muy quisquillosos con todo eso. Pero heme aquí, dime.

Anhur: ¿Me puedes hablar sobre tu visita a la zona roja?

Satis: ¿Querías hablar de eso?, nada importante solía quería conocer el lugar.

Anhur: Ya te he dicho que no debes movilizarte tan campante haciendo lo que quieras por ahí, MÁS AÚN SI TE PONES A MOVER FICHAS QUE TOQUEN LOS NEGOCIOS DE OTRAS MAFIAS.

Satis: NO ME HABLES COMO SI FUERA UNA IGNORANTE EN ESTE MUNDO.

Anhur: NO TE HE DICHO ESO, ¿POR QUÉ MALINTERPRETAS MIS PALABRAS?

Durante un par de minutos el silencio tomo la habitación, lo cual mantenían los hermanos pues sabían muy bien que, si continuaban con su discusión, no habría tregua alguna entre ellos.

Anhur: Perdóname, no fue mi intención levantarte la voz.

Satis: También, perdóname (abrazando a su hermano y apoyando su cabeza en el pecho de este, buscando escuchar los latidos de su corazón)

Anhur: Olvidemos el tema. Además, no es la primera vez que te sales con la tuya, ya estoy acostumbrado.

Satis: Ja, bueno creo que salirme con la mía, tiene beneficios para todos.

Anhur: ¿A qué te refieres?

Satis: Creo que nuestra búsqueda ha acabado (sonriendo satisfactoriamente al recordar el encuentro con Tn). 

MIRADA BALSÁMICA - BONTEN, LOANNIS Y TNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora