𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 31

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𝐌𝐚́𝐬 𝐀𝐥𝐥𝐚́ 𝐝𝐞 𝐄𝐥

Capitulo treinta y uno

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     Entre a la habitación con la bandeja en manos. Sabía que Alejandro le molestaría le hiciera el desayuno porque a él no le gusta que según haga “Esfuerzos”, desde que el embarazo empezó  avanzar y avanzar me empezó a prohibir cosas.

Nada de esfuerzos, es el quién ahora ayuda a bañarme, no me deja acercarme a la cocina o siquiera buscar agua. Y tal vez exagera pero la manera en la que se preocupa aveces me da mucha ternura...

Deje la bandeja en la mesita de noche y con cuidado me senté a su lado para acariciar su cabello. No era tan tarde pero el día de hoy había dormido más de la cuenta lo cual me gustaba mucho porque significaba que estaba empezando a descansar como tenía que ser.

— Buenos días cariño. — Susurro y me inclino para dar un beso sobre su mejilla. Él se remueve un poco pero no abre los ojos, solo suspira.

— Buenos días preciosa... — Tarda unos cuantos segundos en abrir los ojos y cuando por fin lo hace me captura con ellos.

— Es hora de desayunar.

Suspira y luego se incorpora con cuidado lentitud en la cama, se le nota la flojera a kilómetros. Yo tomo la bandeja para colocarla en sus piernas con cuidado.

Mira el desayuno y luego a mi, parece estar pensando en algo hasta que su mirada regresa a mi y entonces su ceño se frunce.

— Te pudiste a cocinar ¿Verdad?. — Me limitó a sonreír y él no hace más que negar.

— Solo hice el desayuno no es el fin del mundo... — me acomodo con cuidado a su lado y paso mi mano por su cabello acomodándolo un poco. Últimamente lo a dejado crecer un poco más y me encanta como le queda la verdad.

— Tengo una invitación para esta noche, una cena.


Volteo a mirarme unos cortos segundos, luego regreso la mirada a su comida y continuo comiendo.

— Entonces prepararé tu traje.

— Irás conmigo — Suelta derrepente y yo quedo pasmada.

Eso no me lo esperaba.

— Pero ...

— Es hora de hacer tu embarazo oficial.

— Pero yo no tengo que ponerme cariño...

Su mano se pone con cuidado sobre mi vientre ya grande y yo solo lo observó... Siempre que tiene cercanía con mi vientre el pequeño se pone inquieto.

Le encanta la cercanía con su padre.

— Ya mandé a una de las muchachas por tu vestido, El diseño es hermoso y resaltará mucho tu embarazo.

Sonreí emocionada ya que desde que mi embarazo se hizo más notorio ni había salido, esa razón nunca la supe pero Alejandro me cuidaba demasiado y no me dejaba ser vista por el público.

Mas Allá De Él   [Eternos#0] ✓ •Completa•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora