Mas Allá De Él [Eternos#0] ✓ •Completa•

𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 25

𝐌𝐚́𝐬 𝐀𝐥𝐥𝐚́ 𝐝𝐞 𝐄𝐥

Capitulo Veinticinco

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— Buenas noches cariño. — Susurré, y le di un pequeño beso en la mejilla. Él no se movió... Creo que ya se había dormido.

Está muy cansado y lo entiendo, Tanto sueño acomulado, tantos días de trabajo y sin poder dormir bien.. llega el momento en que uno colapsa y el lo hizo, Cayó como roca a la cama.

Soy una masoquista, no me importo nada de lo que pasó en la tarde, aquí estoy acariciando su cabello para que descanse mejor y logré relajarse.

Su cabello es tan suave y desprende un olor a canela que me encanta.

Tengo tantas ganas de que el confíe plenamente en mi... Que ya no se cierre, apesar de que me cuenta sus cosas, casi no se abre conmigo cuando se trata de sentimientos.

Yo no quiero pagar por los errores de Mireya.

Él es tan lindo y bueno, un gran hombre ... Toda mujer daría lo que fuera por estar contigo y aún así prefirió a alguien con la que tuvo que estar por contrato.

Creo que fue una mala idea abrirme a él y que me empezará a gustar. Pero de cierta manera no me arrepiento.

Estaba por levantarme cuando siento como me agarra de el brazo, impidiéndome moverme.

— Esthela....

Aprete mis labios formando una línea recta, El se miraba muy adormilado, quizás solo está soñando.

— ¿Paso algo?

— No te vayas — Su brazo me rodeo y me pegó a su cuero. Yo quedé sorprendida por su acción.

No me lo esperaba ... Solo recosté mi cabeza en su pecho y cerré mis ojos sintiendo la calidez de sus brazos.

Lo escuché suspirar y su agarre aumento manteniendome pegada a él, Pecho contra pecho y nuestros labios a una muy corta distancia

— No me voy a ir Alejandro — Susurré para darle un pequeño beso en los labios.

— Ella siempre se iba... No quiero estar solo ...

No debía ser adivina para saber que se refería a Mireya y dolía que me comparará con ella.

— Yo no lo haré, siempre voy a estar aquí contigo.

Replicó algo molesta, Él no lo nota y su rostro se oculta en mis pechos... Sigue cansado.

Yo paso mi mano por su cabello acariciándolo, él se removió un poco y así estuvimos un rato hasta que lo vi dormirse nuevamente. Su respiración se sentía calmada y eso significa que está dormido. Se ve tan calmado ....

Con dificultad me Incline un poco hasta lograr darle un beso en la frente y él ni se movió... cayó en su sueño profundo.

— Buenas noches Alejandro — Y cerré mis ojos queriendo dormir. Yo también estoy cansada y está ya es una hora por la que voy comenzando mi segundo sueño.

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Luego de haber acomodado mi lado de la cama procedi a irme de la habitación, Por alguna rara razón Alejandro no fue a trabajar hoy y eso me parece muy raro porque el no falta un día a menos de que yo me sienta mal.

A menos que se presente alguna emergencia.

Salí de la habitación y me dirigí a la planta baja, Lo busque con la mirada por la sala pero no estaba. Me alerte al ver un poco de humo saliendo de la cocina.

Un incendio.

Salí corriendo a la cocina asustada pero mi susto desapareció al ver a Alejandro queriendo apagar un pequeño incendio que estaba sobre el sartén.

Se ve tan bien con ese delantal puesto.

Que sexy....

— Te e dicho que no le eches mucho aceite.

— No te burles — Se quejo el y yo rodé los ojos.

— ¿Que estás haciendo? — Pregunté curiosa mirando algunos platos servidos — Panqueques. — Sonreí mirando que eran de frutas.

Se miran comestibles. Por lo menos...

— Fue lo único que no se quemó.

— Y si mejor yo preparo algo — El rueda los ojos y yo sonrió nerviosa.

— Sigo esperando mi beso — se queja y yo Suelto una pequeña risita ante el comentario, Me pongo de puntitas y le doy un pequeño beso en los labios.

Él sonrie y yo hago lo mismo, Oh mi amor.

— Buenos días cariño — Susurro para dar otro beso en sus labios.

— Buenos días Preciosa.

— Voy a preparar algo y —

— Primero quiero que pruebes mis panqueques — Hice una mueca desconfiada y el continuo mirándome con su encantadora sonrisa  — Porfavor, No saben tan mal.

— Pero solo una probadita — Él asiente y me pasa un cubierto.

Acerco el cubierto a los panqueques y le robó un pedazo a uno. Paso saliva antes de meterlo a mi boca, Lo mastico y el solo me ve atentamente.

— ¡Hey! Saben bien — Suena sorprendida y el acaba dándome una mirada asesina al notar mi impresión. Yo sonrió y acaba por sonreírme.

— ¿Deseas comerlos?

— Creo que si le echamos un poquito de miel y unas fresas por arriba si me los como.

— Eres malévola — Sonrió por su comentario y me colocó de puntitas, rodeando su cuello con mis brazos le doy un beso en los labios.

Él me corresponde y me abraza por la cintura..

Duramos un rato así.

Un olor a algo quemado llegó a mis fosas nasales y yo hice una mueca .

— Huele a cabello... ¡Quemado! — Grito sorprendido y empezó a dar golpesitos en mi cabello.

Negué tomando mi cabello observándolo detenidamente, mi pobre cabello y casi me quemó viva.

— Te odio — Chille mirando lo arruinado de mi cabello, se había quemado lo suficiente como para verse mal.

— Lo lamento linda, Se me olvidó apagar la cocina.

— ¿Tienes tijeras?

— No lo vas a cortar por ti misma.

— Siempre lo hago..

— No lo harás..

— Está bien..

Suspiro derrotada, Yo si quería mi cabello bien largo. Me sentía como esas señoras de sociedad... Me sentía más elegante para Alejandro.

— Bueno, Pero yo tengo buena mano para cortar cabello — Señala su propio cabello y yo sonrió — Si voy a una peluquería se ve mi cicatriz y no me gustaría

— No me gustaría ir a una peluquería en este estado, prefiero entregarte mi cabello a ti.

— Verás que soy un perfecto peluquero

— No espero que peor que cocinero — Murmuró para mí misma y él parece escucharme.

— ¿Que?

— Que pareces ser un buen peluquero — Él asiente y yo sonrió.

Jajaja casi casi.