1– Harper y sus demonios.
Harper Warren.
El sentimiento de soledad es algo inexplicable, en un momento te puedes sentir orgullosa porque "pudiste sola" pero a veces quisieras tener el apoyo de otras personas, y ahí es cuando se te derrumba el mundo por completo, al ver que no tienes a nadie.
Un vacío en mi pecho, es lo que siento, emocionalmente no estoy bien, mis amigos ya no están conmigo como antes, poco a poco se van alejando, mis conocidos me viven criticando y mis familiares pretenden que sea perfecta.
Y no lo soy.
No me considero una chica linda en este momento, quizás si lo soy, pero nadie me lo ha dicho. Sé que no es necesario que me lo digan, pero de vez en cuando es agradable causar esa sensación en alguien, y recibir uno que otro cumplido.
Frente al espejo estaba, con una bata de baño cubriendo mi cuerpo en su totalidad, mi cabello marrón oscuro es corto, me llega un poco más abajo de los hombros y destilaba agua, acababa de salir de la ducha. Mis pequeños y redondos labios estaban rojos, ya que al lavarme los dientes, la menta del dentífrico hizo que se me tornaran de este color.
Mis ojos, son de color café, bueno, eso es lo que creo, suelo verlos oscuros por estar en mi habitación, pero en el sol, son aún más claros, sin embargo no brillan con la misma intensidad que antes, cómo cuando era una niña... Debajo de ellos eran visibles unas bolsas moradas, mejor dicho, ojeras.
Al detallar mi expresión noté que no podría ocultar la tristeza que transmitía, porque recién había llorado en la ducha, debía maquillarme si no quería que nadie se diera cuenta.
Mi novio había decidido terminar nuestra relación hace un rato, duramos casi dos años, los cumpliríamos en once días.
Me quité la bata de baño, dejando mi cuerpo libre, totalmente expuesto.
Mis senos son algo pequeños, pero estoy feliz con ello, tener pechos grandes debe ser un tanto incómodo. Busqué en el cajón de prendas íntimas un brassier color negro, y me lo coloqué, luego me puse la braga para que hiciera juego con este.
Continué observando mi reflejo detalladamente; al parecer mis nalgas están bien proporcionadas, igual que mis caderas, eso me gusta.
Me veo un poco ancha, no tengo tanta cintura como me gustaría tener. En una parte de mi trasero tengo estrías, sé que es normal, éstas son las consecuencias que de pequeña era un poco rellenita, pero no puedo evitar sentirme mal respecto a mi cuerpo. Tengo una mínima barriga, nada que no se pueda arreglar con el ejercicio, igual ni se nota mucho cuando me pongo ropa.
Nadie se imagina la inseguridad que me causa mi físico, es raro porque dos días me siento mal, tres días me siento hermosa, y en realidad me gustaría sentirme bien conmigo misma a diario.
Mi primer golpe con la realidad fue también mi primer día de clases en la primaria, había un grupo de niñas que no me dejaban sentarme con ellas por el simple hecho de ser nueva, en la actualidad siguen estudiando conmigo, tenemos un trato ¿cordial? Ni yo sé, cada que puedo intento esquivarlas.
Con el paso del tiempo fui haciendo amigos, e hice tres en particular: dos niños y una niña. Cuando crecimos, a pesar de vernos a diario, de seguir estudiando y compartiendo juntos, todo se fue a la basura, cada quien encontró su grupo de amigos, y yo, yo me quedé sola.
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Diario de una adolescente ©
Teen FictionPrimer libro de la saga "Catarsis". EN PROCESO... ¿Que la vida es complicada? Sí, pero todo tiene arreglo "aunque en la adolescencia, nada tiene solución", al menos eso es lo que piensa Harper. Harper Warren; se define así misma como una adolescente...