Cuarto capítulo.

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4- Yo puedo sola.

Martes: Harper Warren.

Logré salirme del colegio, los chicos de primer año salieron temprano y abrieron las puertas, gracias a eso pude colarme entre ellos.

Caminé una cuadra, Niall me pasaría recogiendo en un local de fiesta que está allí. No podía quedarme frente al instituto, se darían cuenta en algún momento.

Visualicé el vehículo del chico, se estacionó frente a mí y bajó la ventanilla. —¿Cuál es el destino de la señorita?

—Cualquier lugar. —Le sonreí y abrí la puerta para subirme al auto, quise saludarlo con un beso en la mejilla, pero él se movió, accidentalmente el beso quedó en sus labios. —Lo lamento.

Niall arrancó y el auto se empezó a movilizar. Mis mejillas se encendieron, no podía verme, pero lo sentí. —No hay problema, de igual manera anoche no pediste disculpas. —Y cerró uno de sus ojos guiñando.

No respondí, me quedé pensando en ¿Qué había sucedido anoche? No tengo ni la más mínima idea.

—Vamos a mi casa, y preparamos algo rico para almorzar ¿Si? —Su propuesta se me hizo agradable.

—De acuerdo.

# # #

Ya eran las ocho de la noche, había pasado todo el día en casa de Niall, almorcé junto a él, vimos un par de películas, nos reímos, tomamos algunas cervezas. Me sentía genial estando al lado de él, acabamos en la piscina, pero ya estaba haciendo frío así me salí y cubrí mi anatomía con una toalla.

Al ver que el pelinegro no salía de la alberca me senté en la orilla, pero sin volver a poner un pie dentro del agua.

—¿Ya te quieres ir? —Preguntó nadando hacía mí.

—No, solo que el clima ya está frío. —Finalmente Niall llegó, quedando cerca apoyó sus brazos y mentón en el suelo, a un lado de donde yo estaba sentada.

—Niall, te voy a preguntar algo y quiero que me respondas sinceramente. —Hablé nuevamente.

—Está bien, no tengo problema alguno. —Sonrió.

—¿Alguna vez has pensado o sentido que vivir es mucho para ti? En el sentido de que no sabes cómo manejar la vida, ni qué hacer con ella.

—Un montón de veces, pero no es motivo para detenerse, aunque no lo creas, debes saber que vales mucho. —Él terminó por salirse de la piscina, se sentó justamente a mi lado, me observó, y preguntó: —¿Qué fue lo que sucedió en tu instituto?

Había estado evadiendo esos problemas desde ayer cuando me preguntó por primera vez. No había conversado con nadie y mi corazón pedía a gritos ser liberado de esas cargas emocionales que afectaban mi tranquilidad.

—Ayer mi novio terminó conmigo porque supuestamente no me dedicaba el tiempo que merecía, me enteré que mamá tiene un amante y se va a divorciar de mi papá. —Mis ojos se cristalizaron pero no lloré y seguí contándole. —Hoy en la mañana me enteré que Thomas me dejó porque hay otra chica, y ella rompió mis anteojos, mis amigos estaban expresándose de una manera muy fea de mí... Y para colmo discutí con una profesora quién acabó siendo la mamá de Ángela, la nueva novia de Thomas.

—Ya todo tiene sentido. —Niall abrió los ojos como platos. —Son cosas que nos suceden lamentablemente, por eso la mayoría de veces busco alejarme de la realidad.

Alejarse de la realidad, eso es un claro mensaje de que prefiere olvidar todo consumiendo drogas. —¿Desde cuándo?

—¿Desde cuándo qué? —Ladeó su cabeza.

Diario de una adolescente ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora