Capítulo 2: Imitador

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Notas: Aquí llega el capítulo 2. Paciencia para los demás, puede ser que tarden un poco, pero finalmente llegarán. Recuerden que en esta historia hay dos Wei Ying, el del canon (hombre) y la Wei Ying mujer del otro mundo. Por más que gran parte de la historia vamos a contar la historia de ella, también Wei Wuxian (el del canon) va a aparecer y es importante en la trama, sobre todo para reconciliarse con Jiang Cheng.

Gracias por leer!

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Jiang Cheng tenía algo de tiempo libre esta tarde luego de entrenar a los más jóvenes. No muchas cosas estaban pasando esos días en la región y cada vez encontraba menos excusas para mantener su mente ocupada. Los últimos meses había estado pasando más tiempo en Lanling que en su propia secta para ayudar a Jin Ling a asegurar su posición como el nuevo líder de Lanling Jin, pero esa situación ya no podía sostenerse si no quería que su sobrino lo odie.

Ya habían pasado más de cuatro meses desde aquel desastre que aconteció en el templo de Guanyin y las cosas empezaban a calmarse poco a poco. A esa altura, Jiang Cheng ya se había metido demasiado en los asuntos de su sobrino cómo para seguir haciéndolo sin causar murmullos que cuestionaran el liderazgo de Jin Ling, por eso se obligó a mantener la distancia a partir de ahora.

Entendía que Jin Ling no tenía mucho tiempo para visitarlo, y estaba orgulloso de verlo tomar sus propias decisiones y formar su carácter. Sabía bien que, aunque su sobrino fuese demasiado joven y con mucho que aprender, no estaría bien que él siguiera solucionando todos sus problemas. Confiaba en Jin Ling y se había asegurado de advertir a cualquiera que dudara de él, que el joven líder Jin contaba con el apoyo de Yunmeng Jiang. Pero a pesar de que sabía todo esto, y aunque mantener la distancia sería por su propio bien, Jiang Cheng ya empezaba a extrañarlo.

No se había dado cuenta lo mucho que lo lastimaba saber que necesitaba poner esa distancia hasta que en un momento de nostalgia, que no admitiría en voz alta, se encontró buscando un cofre personal donde guardaba cosas importantes para él. Éste contenía recuerdos de cosas que ya no existían en ese mundo o que solo existían en sus memorias. Sabía que allí dentro tenía unas cuantas cosas de Jin Ling que quería rememorar.

Luego de quitar el hechizo que mantenía cerrado ese cofre se distrajo por casi una hora, entre dibujos de trazos infantiles, flechas rotas y algunas cartas que Jin Ling le había escrito de niño, orgulloso de poder demostrar lo mucho que su caligrafía había mejorado. Jiang Cheng tenía cierto reparo de seguir revolviendo recuerdos, porque al fondo del cofre aún guardaba unas pocas cosas que había podido recuperar de su familia. Un pañuelo bordado que había pertenecido a su hermana y algunas cartas escritas por su padre que otras sectas habían decidido devolver durante la reconstrucción de Muelle de Loto años atrás. No guardaba nada de su madre en ese lugar, ya que siempre llevaba a Zidian en su mano.

Antes de poder decidirse a guardar todo de nuevo para que quedara oculto de los ojos de los demás por otros cuantos años, la esquina de un papel envejecido por el tiempo llamó su atención.

Cuando tomó la hoja amarillenta y desgastada entre sus dedos reconoció los trazos de inmediato. Wei Wuxian había hecho ese talismán hace ya casi dos décadas.

Se sorprendió cuando las imágenes inundaron sus recuerdos con una extraña nitidez. Ese joven Wei Wuxian que creía que podía mejorar los talismanes existentes o tal vez reducir la fatiga que causaba usar algunos de los más complejos. En ese entonces era desordenado y se aburría con facilidad cuando no encontraba una solución rápidamente, así que Wei Wuxian sólo guardó ese talismán debajo de su cama olvidándose por completo de su existencia por años.

Jiang Cheng lo encontró debajo de las tablas del cuarto de Wei Wuxian unos años después de que éste muriera, justo con otros escritos y talismanes que se habían colado entre las rendijas de la madera pero que estaban demasiado estropeados como para rescatarlos. En su momento, Jiang Cheng dijo que debía destruirlo, pero al parecer no se había atrevido a hacerlo y simplemente lo había guardado en el fondo de su caja de recuerdos.

Zorra de YilingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora