Zorra de Yiling

Capítulo 13: Visitas

Historia: DaenaBlackfyre y Nyayatya

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Esa mañana Wei Ying se había levantado considerablemente temprano para poder entrenar con su grupo de niños. Ella siempre había sido una persona nocturna, pero desde que llevaba todo ese tiempo en Muelle de Loto comenzó a acostumbrarse nuevamente a los horarios de la secta. Incluso lograba dormirse temprano para sus estándares y despertarse descansada, cosa que no le sucedía hacía mucho tiempo. Tal vez el contacto con las tierras fértiles y llenas de vida de Yunmeng estaba haciendo que volviera a recuperar sus viejos hábitos, aunque dudaba que alguna vez volviera a ser la persona que alguna vez fue.

Antes de encontrarse con sus niños, ella pasó por el campo de entrenamiento y saludó a los discípulos mayores, quienes ya la conocían bastante por todas las cacerías que compartieron. Wei Ying se encargaba principalmente de los niños, pero también acompañó a Jiang Cheng al entrenamiento de varios de los jóvenes. Ahora, después de todos esos encuentros, ella sentía que esos chicos ya no la veían como una desconocida y la saludaban con ánimo.

—¡Señorita Wei! —dijo uno de los chicos acercándose a ella—. Ehm... ¿Podríamos hablar un momento?

Wei Ying sabía muy bien quién era ese discípulo. Aún tenía en su cuarto la carta que el joven Mu le había enviado y no había tenido oportunidad de hablar con él. Se lamentó para sus adentros, al parecer, ya no podía escapar de esa situación con bromas y escapes convenientes.

Algunos de los otros discípulos miraron interesados el momento y Wei Ying decidió que era mejor hablar de esto con un poco más de privacidad, así que se apartaron y ella sintió ternura al ver cómo ese chico estaba tan nervioso.

—Me alegra verla recuperada —dijo el chico con honestidad y al instante volvió a titubear—. Y sobre la carta que le envié... Esperaba su respuesta...

—Agradezco mucho tu preocupación y lamento no haberte respondido antes —respondió ella acercándose y su tono suave parecía estar alertando al chico sobre qué diría—. Sabes que yo soy algo mayor y es mejor que busques una chica de tu edad.

—¡Pero...! Usted es fuerte, hermosa y...

—Calma, no tienes que agrandar mi ego —bromeó Wei Ying poniendo una mano en el hombro de ese muchacho—, pero lo digo en serio. Créeme que encontrarás una chica para ti.

El joven Mu bajó la cabeza decepcionado y ella sintió culpa al ver ese rostro. Apenas era un adolescente, así que sabía que ese enamoramiento sería pasajero, pero ella no sabía cómo lograr que ese proceso fuese más sencillo.

—Vamos —dijo ella con ánimo sonriendo—, regresemos y prometo ayudarte con el entrenamiento.

Antes de que pudieran caminar, el chico dijo algo que la estremeció.

—¿Es por el líder Jiang? —preguntó—. Usted y él están...

Una sonrisa se formó en sus labios al pensar que ese chico creyera algo así. Ella sentía tantas cosas por Jiang Cheng que le fue imposible responder eso. Sólo alzó los hombros sin decir nada más y lo volvió a impulsar para que regresaran.

Apenas regresaron, su pequeño grupo de niños se mostró muy molesto.

—¡Mu-shixiong! —gritó uno de los pequeños—. No es justo, ella es nuestra maestra, ¡nosotros la vimos primero!

Wei Ying sólo se rió por esos celos y pensó que le parecía increíble cómo todos la habían integrado en la secta. Los niños se habían encariñado mucho con ella e incluso uno de los jóvenes sentía un inocente enamoramiento. Estas cosas nunca hubieran sido posibles para el monstruo de Yiling que fue en el pasado y con cada día que pasaba sentía que no era algo a lo que estaba dispuesta a renunciar.