Todos miraban sorprendido al pelinegro, que analizaba a todos desde el marco de la puerta, con una sonrisa relajada. ¿Cómo podía estarlo? Dos de los suborbinados de Fukuzawa lo miraban con tanto desprecio y asco, al igual que los demás solo se confundían. Kunikida, el primero en reaccionar, tenía los ojos como plato, carraspeó su garganta, atónito por lo que podría hacer.
Teniendo en cuenta que Fukuzawa estaba ahí, actuando despreocupado, no había problema en saludarlo. El rubio se acercó al jefe de la mafia, extendiendo su mano en señal de saludo. Mori estrujó está unos segundos después, ladeando su cabeza en dirección específica. Luego de que kunikida se alejara, el albino mayor susurró algo a su oído.
Chasqueó, ocultando sus manos detrás de su espalda fue guiado por Fukuzawa hasta su oficina, al abrir la puerta se encontraron a un chico de boina comiendo dulces sobre el escritorio, rápidamente se levantó y acomodó, a diferencia de los demás, Ranpo no le sorprendía ver al mafioso allí
─ Oh, tú eres el gran detective. Admiro tu inteligencia, ¿Has pensado pasarte a la mafia?
Una risita burlona salió de los labios del pequeño pelinegro, por otro lado Yukichi con su codo golpeó a Mori, disgustado por el humor. El mismo levantó los hombros, asomándose sobre la mesada con papeles importantes... ¡Vamos! ¿Qué tenían con su escritorio? Lo romperán. El peliblanco fue directo a su asiento, la puerta se encontraba cerrada y la presencia del joven con el adulto era particularmente incómoda. Una conversación casual inició entre ambos pelinegros, al presidente le llamaba la atención como Ranpo parecía interesado en las tradicionales charlas de Ōgai. Bueno... Quizás los halagos por parte del jefe más peligroso lo hacia sentir muy orgulloso.
El mayor de todos soltó un suspiro, inclinando su cabeza para atrás. Pudo sentir como alguien se asomaba, sus ojos estaban cerrados, el rojo que provocaba la luz fue tapado por un oscuro color.
─ Mori-sensei, ¿Alguien sabe que está aquí?
─ ¡Hirotsu! Ozaki seguramente se enteró por parte de él, pero además de ellos dos, nadie más.
Bruscamente, olvidando la compostura frente a su suborbinado, tomó la muñeca de Mori, atrayendolo.
─ ¿Por qué rayos estás dando tu ubicación? Eres un imbécil. ─ frunció el ceño, el contrario estaba inexpresivo.
Ranpo, solamente "admirando" la escena, decidió interrumpir, fingiendo una tos.
─ Presidente, tengo datos sobre está organización, sé quiénes son. ─ el más joven siguió lamiendo de su paleta, hablando con total seguridad, Mori por su lado seguía acomodándose en el escritorio, preguntándose internamente el momento que Yukichi soltará su muñeca.
─ haremos una reunión más tarde, Mori y yo tenemos otra charla. Informales a los demás que nos veremos luego del almuerzo.
Con eso, el detective no hizo ninguna queja, recogió una bolsa encima del escritorio y se retiró, dejando a los dos adultos encerrados. Mala decisión, uno de ellos emanaba un aura feroz, el otro estaba demasiado relajado a pesar de la situación, una burla para el peliblanco.
─ ¿Desde cuándo teníamos una charla?
─ tenemos asuntos pendientes aún, sobre lo de ayer.
─ oh, sí el Plan.~ lamento mi memoria. ─ se estremeció sin querer tras la mirada amenazadora del contrario, Mori suspiró, sentándose sobre una pierna del presidente, tomándolo de sorpresa, obviamente fue echado. ─ ¡No hay asiento! Ups.
Con otra risa malévola, volvió sobre el escritorio, esta vez en posición para ver al hombre, con su expresión sería aún.
─ realmente no tengo ninguno, solo escapar de la mafia, mi ejecutivo es una carta maestra, sé que tengo buena defensiva y todo pero no quiero tener al enemigo en mi base.
─ y lo atraes a ambos.
Mori asintió, el espadachín apretó la mandíbula, algo exhausto por lo que visualizaba.
─ sé que ambos podemos contra quién nos enfrentamos, pero ellos van detrás de nosotros dos, somos la cabecera de la noche y el día, nos conviene trabajar juntos por ahora.
La sonrisa que el menor transmitía ahora reconfortaba muy poco a Fukuzawa, solo asintió, moviéndose en el asiento. Mori rió por lo bajo, alejándose de él, claramente estará bajo guardia de algunos suborbinados, a penas abrió la puerta de la oficina, un castaño con saco cayó al suelo por estar apoyado.
─ Osamu~ espiar está muy mal. Ya que estás aquí, ¡Serás mi ejecutivo otra vez, ¿No!
El menor lo miró desde el suelo con odio, sonriendo desgraciadamente orgulloso. Sus pupilas avellanas cruzaron con el del presidente, quién ignoraba sus súplicas externas. Lentamente ambos masculinos se retiraban de la oficina, Dazai siendo arrastrado por Mori.
No había falla en su lógica esta vez, seria su ejecutivo por tener que cuidar de él temporalmente, Fukuzawa no quiso dejar al de vendas a cargo, pero aunque la actuación de ambos no es muy buena, lo permitió a deseo del castaño."Quiero hacerme cargo de él cuando aparezca, el presidente estará muy estresado por su personalidad."
Fueron las palabras de Dazai mucho antes que el pelinegro aparezca en su casa, le impresionaba lo inteligente que podía llegar a ser... O deductivo.
Fukuzawa no se siente cómodo, sospecha de algo. ¿Los demás también?
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alianza ✧ Fukumori.
FanfictionUna nueva organización peligrosa se ha formado, y va en busca de los más débiles hasta los más poderosos. La Port Mafia formó lazos con la ADA, ¿Esto formará algún lazo entre sus jefes también? 10/01/2022