10: búsqueda

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Los faros del pasillo parpadeaban, las oscuras habitaciones se cerraban una vez que el pelirrojo salía de estas para investigar. Sosteniendo aún el picaporte detrás suyo, negó con la cabeza frente a la mujer de kimono.
Kouyou tenía una expresión de preocupación inigual, su suborbinado captó ello. Suspiró, acariciando el brazo de la mujer que en algunos momentos de su vida vió como madre.

─ Vamos a encontrarlo, Anne-san. Lo prometo, yo no descansaré hasta que... ¡hasta que esos malditos tengan el trasero rojo de tanto patearlos!

La más alta observó momentáneamente a su compañero, su mirada era filosa y peligrosa, lo mismo que su poder, pero sin embargo se permitía ser blanda con el chico incluso en medio de la búsqueda.
Sonrió, su mano paseó con suavidad sobre el sobrero del chico, la tensión en el cuerpo de Chūya que se había acumulado por el enojo se desvaneció con el tacto.

─ Informemos a la ADA que en la ubicación no hay rastros de ellos, el equipo de Hirotsu debe estar regresando también.

El contrario asintió, retomando su papel de ejecutivo, se inclinó a la par que su sombrero era acomodado sobre su pecho como reverencia.

(...)

─ Entonces... no estaban ahí. ¡No entiendo, hemos revisado en cada edificios abandonado! ese fue el último de la ciudad... ─un peliblanco preocupado y estresado golpeó suavemente su barbilla sobre la mesa con papeleos, detrás suyo estaban una niña pelinegra acariciando su espalda y los Akutagawa observando la escena, uno de ellos prefirió mirar a otro lado enfadado.

Los presentes en la sala eran Atsushi, los Akutagawa, Kyoka, Kouyou, Dazai y Chūya.
El castaño fue el primero en contradecir las palabras de su compañero, sus piernas estaban reposando sobre el escritorio y sus manos dibujaban un mapa sobre un portapapeles, Chūya disimuladamente con su vista periférica intentó espiar los jeroglíficos.

─ ¡Te equivocas, Atsushi-kun~! no hemos visto todos los edificios abandonados, en la superficie sí, pero debajo de la tierra no.

Dicho eso, el mando mayor de la mafia observó al castaño interesada en sus palabras. Se asomó se un costado suyo, para poder tomar el portapapeles sin previo aviso y descifrar el mapa.

─ Esto es... el centro petrolero de la ciudad. Detrás del centro hay una entrada para las alcantarillas, se rumoreaba que los residuos del petróleo se escondían allí.

─ Bueno, no les sirve excusar que se “rumoreaba”, ustedes eran parte de esas acciones... ¡ouch! ─el de sombrero bofeteó la nuca del castaño, escapando para acercarse más a su jefa.

La pelirroja, inexpresiva nuevamente, guardó el portapapeles a un costado, se acercó a los hermano azabaches y tomó a cada uno de los hombros.
Kyoka, teniendo la presencia femenina cerca, no pudo evitar sentir una fuerte presión en su pecho y como respuesta se alejó.

─ Nosotros trataremos de recolectar toda la información posible, no podemos meternos en una posible base mafiosa sin siquiera prevenirlo, no en esta situación actual. Por favor, abstenganse de buscar peleas con otras mafias o agencias, sin ellos... no nos tendrán en cuenta para pláticas pacíficas.

Todos podían sentir como las palabras de la mujer se escapaban desesperadamente, sin duda, ella estaba asustada, pero algo que llamaba la atención de un castaño era la preocupación repentina de sí misma... ¿Tan importante era Mori para ella?
La charla había acabado cuando Kyoka salió corriendo y Atsushi fue detrás de ella, posiblemente tener la cercanía de la mujer muy acortada le provocó un ataque de pánico. Los Akutagawa se retiraron una vez que Kouyou dió la orden de patrullar la zona por separado, y Chūya, que se mantenía pegado a la mujer hasta último segundo incluído con la presencia del castaño cerca, terminó a regañadientes siendo echado por la mujer, con la misma excusa de patrullar, pero sabía perfectamente que iba a espiar al otro lado de la habitación.

el silencio en la sala se mantuvo por unos largos minutos, mientras la mujer por fin tomaba un descanso sobre uno de los asientos en la otra punta de la mesa. Dazai, que estaba igualmente en la otra punta, se decidió a hablar cuando notó la tranquilidad en el cuerpo de la mujer.

─ Entonces, ¿qué está planeando?

hubo otro silencio, Kouyou tomó unos informes sobre la mesa, leyendo estos con desinterés.

─ Me temo, Dazai-san, no saber los planes de Ōgai. Eso es lo que más me da miedo, saber que incluso siendo secuestrado, ni él ni Elise volvieran en par de segundos.

Osamu entendió, sacó una dona embolsada de su bolsillo, así mismo quitando la envoltura dió un mordisco a este. Kouyou no podía entender la tranquilidad del castaño, pero tal como no lo entendía, otro camino se hizo iluminar en su cabeza; una sonrisa se escapó de su rostro.

─ Sigues siendo igual como cuando estabas en casa, Dazai-san. Incluso... te pareces a él. ─las palabras fueron como el alfiler contra un globo, Osamu se levantó rápidamente de su asiento, tragando el trozo de dona y tirando el sobrante sobre la mesa. Su rostro era serio y seco─ Lo siento, sé que fue innecesario el comentario, pero solo que...

─ La diferencia entre él y yo, es que yo sigo aquí, posiblemente más vivo que él. Ahora mismo somos aliados, Kouyou, pero no eres nuestra líder, ¡tampoco finjas que no sabes nada!~─sus manos hicieron unos movimientos cómicos fuera de contexto para evitar tener semblante serio─ no estará Ranpo como la cabeza de la agencia, pero fácilmente cualquiera de los detectives tendrá la capacidad de reemplazarlo hasta este nivel de urgencia.

No obtuvo respuesta, ya que se retiró de la habitación, y como era dicho también el pelirrojo oía fuera de esta, le restó importancia. La mujer de kimono se mantuvo de espaldas frente a la puerta, siendo acompañada en ese terrible silencio de tensión y arrogancia con su ejecutivo.

─ ¿Anne-san...?

Silencio, otra vez.
Pero el menor pudo notar cómo las manos de la mujer se cerraban con fuerza casi remarcando las venas en ella, estaba enojada, y ninguno de los dos sabía por qué.
Chūya sentia que le ocultaban bastante incluso siendo una pieza importante de la mafia, mientras que Kouyou...

solo esperaba que todo salga bien, pero el peso iba a girar sobre ella si algo se metía en el camino del pelinegro.

(...)

¡Heeeey! ¿cómo están? feliz navidad y año nuevo, perdón por no actualizar, no tenía inspiración pero aunque no lo crean, pienso subir más libros.

estaré actualizando el otro libro fukumori, que pueden verlo en mi perfil como "polos".
Dicho esto, ¡muchas gracias por el apoyo! espero les siga gustando mi contenido y puedan darme sus opiniones al respecto.

- sat.

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