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Aquella mañana de lunes comenzaba la rutina semanal a la cual ya estaban acostumbrados. En la pizzería, cada uno se levantó y preparó para el show.

La primera en despertar fue Baby. Siempre solía ser la primera en estar de pie y ya lista. Con su vestido rojo; su cabello amarrado en dos coletas altas; sus mejillas pintadas de rojo y su micrófono en mano. Le siguió Funtime Foxy, quien decidió optar por ponerse un traje elegante blanco con rosa y su habitual maquillaje de igual color. Después Ballora, quien utilizaba su clásico vestido azul con pequeñas áreas moradas; su cabello estaba recogido, pero por esta vez decidió dejarse unos mechones sueltos a cada lado de la cara. Y un poco más tarde, despertaron Bon Bon y Funtime Freddy. Ellos siempre solían ser los últimos en despertar. Freddy primero se vistió con su traje blanco con morado y su infaltable sombrero, para después vestir a Bon Bon con un pequeño traje celeste.

Y antes de lo que esperaban, ya estaban bajo el escenario esperando a que llegara la hora de salir.

Bon Bon cuchicheaba con Freddy sobre Foxy y su vestimenta; este último se mantenía jugueteando con su cola. Ballora hacía sus ejercicios de estiramiento para así no sufrir ningún accidente a la hora de bailar, y Baby se mantenía apoyada en una pared con la mirada fija en el suelo.

Bon Bon y Freddy decidieron ir a molestar a Foxy un rato. Este al verlos acercarse puso en blanco los ojos, pero sin dejar de jugar con su cola.

—Foxy, tienes que darnos unas clases para saber qué eres — comentó Bon Bon, haciendo reír a Freddy —, cada día nos terminas confundiendo más.

—¿En serio tengo que darles clases para algo tan fácil? Quiero decir — se humedeció los labios —, no es tan difícil solamente llamarme por ambos pronombres. Qué básico eres, Bonboncito, parece que naciste tontito.

Freddy lo tomó de la ropa, acercándolo bruscamente hacia sí. Su actuar fue oído por Ballora y Baby, pero ninguna comentó nada.

—¿Con qué derecho le hablas así a Bon Bon?

—Ay, mi amor, qué hipócritas son. Ustedes me vinieron a molestar, ¿y no esperaban que respondiera?

Freddy rio con aquella risa que de vez en cuando le erizaba la piel a Foxy, e incluso al mismo Bon Bon.

—Bueno, supongo que tienes razón. Entonces, podremos venir a divertirnos contigo sabiendo que, ¡ah! te defenderás, pero seguirá siendo igual de satisfactorio.

—Haz algo mejor. Consíguete una identidad propia, que tu necesidad por querer ser yo solo me halaga — soltó un suspiro acompañado de una sonrisa arrogante. Esto hizo que Freddy tuviera un tick en el ojo izquierdo.

—¿Qué? — rio —, preferiría pegarme un tiro antes de siquiera ser tan raro como tú — le sujetó con más fuerza, pegándose tanto a Foxy que podía sentir su respiración. Bon Bon, que yacía en la mano derecha de Freddy, temió que comenzara una pelea en la que posiblemente saldría lastimado él también.

—¡Freddy! ¡Si van a pelear, al menos déjame bajar! — exclamó Bon Bon sin ser escuchado por el Funtime.

De repente, ambos Funtime dejaron de hablar, de verse y de tan siquiera moverse. Baby se había acercado a ellos con los brazos cruzados. De inmediato, Freddy soltó a Foxy, y los dos observaron a Baby. Se sintieron tremendamente cohibidos por dos cosas. La expresión de seriedad de Baby, y su increíble altura que era cerca de dos metros, mientras que los Funtime apenas si medían uno ochenta y uno ochenta y tres respectivamente. Bon Bon se sentía peor que ellos.

—¿Son conscientes de dónde estamos? — preguntó con su calmada y delicada voz —. Estamos en nuestro lugar de trabajo, tenemos que salir a entretener a un montón de niños, ¿y ustedes van a pelear? Por favor, sé que son mitad animal, pero disimulen un poco y traten de hacer bien lo único que se les exige. Su trabajo — miró a Bon Bon, quien se cubría los ojos con sus largas orejas de conejo —. Va para los tres.

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