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Solamente había una luz prendida en la cocina, la más débil de todas. Pero era exactamente lo que Freddy quería. Estaba solo, ya que dejó a Bon Bon durmiendo en su habitación. Estaba triste, pero sobre todo resentido con Baby por las palabras que le había dicho durante el trabajo. Le había golpeado en lo más profundo de su ego, y eso era lo que más impotencia le daba, porque su cobardía era tal, que era consciente de que nunca podría responderle.

—Eres muy valiente para meterte con los que consideras inferiores, pero te duele cuando alguien más fuerte e imponente te pone en tu lugar, ¿no? — en su voz se notaba la burla y el gozo. Foxy no se molestaba en disimular.

—Fuera de aquí — dijo con el entrecejo fruncido y los ojos entre cerrados —, no estoy de humor.

Foxy se mordió el labio inferior, reprimiendo las ganas que tenía de reír y burlarse descaradamente en su cara. Caminando de una manera elegante, con la espalda totalmente recta, se le acercó hasta poder sentarse frente a él.

—Has recibido tu castigo merecido — pudo ver en los orbes azules la curiosidad con la que le observaban —. Siento que ya sufriste suficiente por lo que me hiciste — decir que no estaba feliz de verlo en un estado tan diferente; en el que no quedaba casi nada del Freddy engreído; errático; cruel y maníaco, era innegable. Le gustaba lo que veía, por más sínico que pudiera verse.

—Disfrutas con esto — le tomó del cuello con una extraña tranquilidad y delicadeza; sin ejercer ningún tipo de fuerzas —. Lo has hecho desde el primer momento. Por eso somos tan parecidos.

—Te equivocas — esbozó una sonrisa —, si fuéramos tan parecidos, no estarías tan loco por mí... O no, es verdad; perdóname, no te culpo; yo también estoy loco por mí — comentó a modo de broma, haciendo que Freddy le soltara, e irritado suspirara.

—Eres insufrible.

—Pero a fin de cuentas, soy el único al que le puedes contar tus problemas. ¡Y no lo niegues!... Baby; para qué decir, Ballora te tiene miedo, Chica es la peor consejera, y estoy seguro de que no quieres hacer sentir mal a Bon Bon con tus dramas, ya que siempre te muestras como una especie de padre, o hermano mayor con él. Así que..., es lo que te tocó — al ver que Freddy no le dirigía la mirada, ladeó la cabeza mientras apretaba los labios —. Vamos, Fred, confía en el increíble Foxy.

—Cállate — dijo sin sonar agresivo —, no puedo hablar contigo si tienes aires de superioridad.

—Aguafiestas — le sacó la lengua. Un acto infantil que resultó gracioso y ridículo para Freddy.

Luego de meditarlo un poco, y sin tener demasiadas opciones, decidió hablarle.

—No soy quien para quejarse de lo que me diga o no Baby. Sólo que ella sabe que le tengo... miedo. Y lo usa para desquitarse conmigo.

—¿Por qué contigo?

—No lo va a hacer con ustedes; a Baby no le gusta tratar mal a las mujeres. O, no tan mal. A veces no puede controlarse con Chica — suspiró, apretándose el puente de la nariz —. Como dije, no soy quien para quejarme; pero no quiere decir que no me moleste lo que diga.

—Te duele — corrigió, tomándolo por sorpresa —. Te duele que haya alguien más imponente que tú.

—Sí, la verdad si — dijo con un tono de gracia que hizo reír genuinamente a Foxy —. No, ya en serio; supongo que tengo emociones — dijo con ironía, pues los demás Funtime creían que Freddy no era capaz de sentir algo más que no fuera rabia y demás sinónimos parecidos —, así que, obviamente hay cosas que me van a afectar.

Foxy apretó los labios, frunciendo el entrecejo. Fue verdaderamente prejuicio antes, pues siempre creyó lo mismo que los demás; y jamás se detuvo a pensar en que en efecto, Freddy al igual que el resto, es un ser que siente y piensa; aunque no lo demuestre.

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