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Estando bajo el escenario, cuando quedaban pocos minutos para salir y hacer el trabajo de todos los días; se había formado una terrible atmósfera de tensión que todos los que estaban allí la podían sentir. Baby, al ser la más madura y sabia del grupo, decidió poner en orden las cosas.

—Escuchen todos — comenzó a hablar, captando la atención de sus compañeros —. No quiero que haya problemas hoy. Salgamos y hagamos un excelente show. No por nosotros, sino por los niños — le dirigió una mirada intimidante a Freddy y a Foxy, entrecerrando los ojos —. Los quiero ver bien amigos a ustedes dos. O sino, ya verán.

Ambos bajaron la cabeza, cohibidos ante su semblante tan imponente. Asintieron, dándole la razón para dejarla más tranquila.

Baby sabía cómo ser intimidante sin tanta dificultad. Después de todo, fue la primera que llegó, y la que más respeto había adquirido; incluso Freddy le respetaba, siendo que era algo muy difícil de lograr.

🐇

Horas más tarde, cuando la jornada laboral había finalizado, los Funtime estaban más cansados de lo normal debido a una fiesta de cumpleaños que se llevó a cabo. Por lo tanto, tuvieron que moverse por todos lados durante todo el día. Se sintió como si fuera un día intenso en el gimnasio, tanto que Chica, la más afectada de todos, apenas si se podía mover. Tenía un horrible dolor de estómago, ya que había comido el doble de lo que acostumbraba. Estaba sentada frente a la mesa de la cocina, con las manos sobre el abdomen y la cabeza pegada contra la mesa. Freddy, Bon Bon y Foxy le hacían compañía, aunque uno le acariciaba la espalda tratando de darle consuelo mientras que los otros se reían con descaro.

—No se rían — se quejaba tratando de no moverse demasiado —, me duele mucho.

—¡Te pasa por comer tanto, Chica! ¡Cinco pizzas y tres helados no es poco! — rieron a carcajadas, sintiendo puntadas en el estómago de tanto reír.

—Déjenla en paz — se interpuso Foxy —, ustedes comieron un pastel entero.

—Fue por una buena causa, Foxy — respondió Bon Bon cruzándose de brazos —. ¡Los niños ya no podían con más!

Foxy puso en blanco los ojos, mientras Freddy y Bon Bon sólo reían.

—Cállense, todavía me queda lavar los platos; y los cubiertos; y los vasos y... — afligida, vio la montaña de platos, cubiertos y vasos que debía de lavar —. Será una noche larga...

—¿Por qué no vas a dormir, Chica? — propuso Foxy —. No te preocupes, yo puedo encargarme de lavar todo.

—¡No quisiera molestarte! — dijo, levantando la cabeza.

—Si te quedas puede que hagas un desastre mayor. Anda, ve y descansa — le sonrió, otorgandole tranquilidad.

Chica aceptó, sintiendo el estómago pesado. Se levantó, encaminándose a la habitación que compartía con Foxy.

Nuevamente, quedaron solos los tres en la cocina.

—¿Por qué siempre termino estando con ustedes dos? — cuestionó, poniendo los puños en la cadera.

—Estamos destinados a estar juntos, preciosa — le guiñó, para después dejar a Bon Bon en la mesa.

—¿Preciosa? ¿Me dices preciosa luego de que quisiste matarme en la mañana?

—No te quise matar, es solo... estaba muy enojado, no medí mis acciones.

—Ay..., cierto, "no medí mis acciones y por eso casi te quito el aire con mis propias manos" — dio una media vuelta —. Dime, ¿alguna vez te has controlado? No, tu naturaleza animal predomina sobre ti — suspiró agotado —. Mejor váyanse de aquí, tengo mucho que lavar.

Extravagante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora