Aquel día se encontraba cayendo una torrencial lluvia, y Daniel veía su celular en busca de alguna notificación mientras se refugiaba en la carpa que ofrecía el restaurante. Observó como las personas corrían despavoridas y una sonrisa tiró de sus labios al sentir un déjà vu.
Soltó un suspiro y guardó su celular mientras jugaba con la suela de su zapato, agradeciendo ir en esa ocasión en su propio automóvil y simplemente esperando a que la hora llegara. Bajó la mirada a la sombrilla que cargaba en su otra mano y sacudió las pequeñas gotas que se habían instalado al usarla momentos antes, esperando que fuera su mayor presagio.
Cuando llevó su mirada al frente y visualizó a Leah avecinarse mientras aferraba sus manos a la sombrilla que llevaba en aquella tarde lluviosa; Y cuando conectaron miradas, ambos se sonrieron y se precipitó con mayor velocidad hasta quedar frente suyo.
—¿Adivina quién consiguió una buena sombrilla esta vez?—Acomodó su cabello en cuanto quitó el gorro de encima y Daniel sonrió enternecido por su apariencia, acercándose para ayudarle acomodar el marañero.
—De hecho, pensaba comprarte una. Me alegro que por fin hayas hecho una buena inversión.—Bromeó y recibió un manotazo de improvisto sobre su hombro, sacándole una risita.
—Oh, cállate, solo me preocupo por el cuidado del medio ambiente y no ser codiciosa, ¿Por qué algo que es necesidad básica puede costar tanto?
—Ya, señora ecologista, pasemos antes de que nos echen por acaparar su entrada.—Le ayudó con la sombrilla y se aseguró de acomodar bien su bufanda para que no pasara frío antes de abrir la puerta y permitir el acceso.
Daniel dio el nombre de la reservación cuando el encargado les dio la bienvenida y los llevó hasta el espacio reservado para ellos; Tan pronto como tomaron asiento fueron recibidos por la carta del restaurante y fue cuestión de minutos cuando el mesero ya había llevado su orden a la cocina y solo era cuestión de esperar.
Esperar, nervios, recordar de respirar y calmar el temblor en su mano si no quería ser descubierto...
—Todo esto se siente familiar, pero ahora pasamos a mejor categoría y por fin pudimos entrar y no tener que correr en la lluvia.—Leah murmuró con un toque divertido y bebió del vaso con agua delante suyo.—¿Hay alguna ocasión importante por el cuál estemos celebrando?
—¿No puedo disfrutar de una linda comida con mi novia, acaso?—Evadió su pregunta con otra mientras acomodaba el brazalete en su muñeca.
—No tengo ningún inconveniente, solo pensé que como el domingo comeremos con tus padres pensaría que solo quisieras enfocarte en ello.
Después de que su relación había superado los percances que se habían presentado durante el camino. Megan había sido un problema resuelto cuando su estadía acabó y no pudo renovar contrato, puesto que los principales que tomaban aquella decisión sabía de sus verdaderas intenciones y que tenía un mal historial en todos sus trabajos supieron que no era material suficiente para la empresa, por lo que justo el día que su contrato venció tuvo que recoger sus cosas y retirarse de las instalaciones.
Daniel había pedido sus vacaciones, si todo salía tal y como esperaba, quería disfrutar de un viaje por todos los lugares exóticos que hubiera en el mundo, porque sabía que Leah merecía de todo aquello pero últimamente no se lo permitía por tener el tiempo tan saturado y porque no quería dejarlo solo mientras ella iba de viaje.
Pero ya no tenía que posponerlo más, porque sus destinos estarían reservados tan pronto como tuviera la respuesta que quería y cumpliría todos los caprichos que ella no se atrevía a decirle.
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➶ Girl of my dreams ✓
Cerita PendekDespués de su última relación fallida, Daniel tiene que luchar con todas sus inseguridades que salen a flote y coloca una barrera para no permitir que nadie se acerque a él, de esa manera evitar salir lastimado nuevamente. ¿Qué pasa cuando en una t...