La Favorita

Deja vú

Draco

La brisa chocando violentamente contra las rocas mantiene una temperatura casi insoportablemente helada.

El cielo se oscurece y un relámpago estalla con un estruendo ensordecedor...

Hay tres serpientes en el suelo, una negra y dos blancas, la negra va deslizándose tomando la delantera como si guiara a las otras dos...

Sin embargo, un cuervo desciende y se lleva a la serpiente negra, posteriormente cae desde una altura considerable sin cabeza, junto con el cuervo que impacta en el suelo agonizante por causa del veneno que la serpiente logró suministrarle antes de ser decapitada...

Abro los ojos un poco aturdido por causa del extraño sueño, observo a Hermione quien todavía duerme a mi lado con una mano en el vientre y boca a arriba. Su respiración me deja claro que está en sueño profundo y por eso me levanto con cuidado para no despertarla.

Ahora más que nunca debe estar tranquila y descansada, se supone que en menos de dos meses ya tendremos a nuestro hijo con nosotros, y quiero que todo salga bien.

No quiero sorpresas, ni nada de eso.

Tengo asuntos hoy, por ellos me preparo en silencio. Hermione sigue dormida profundamente cuando acabo de prepararme y la tapo bien con la cobija entes de salir, sin besarla para que no se levante agitada como en estos días.

El embarazo la ha vuelto susceptible, así como hay días que duerme como una piedra, hay otros en que cualquier cosa la levanta sobresaltada.

Astoria está abajo desayunando con mis padres y ni me repara. Está molesta porque sabe que las cosas entre nosotros han cambiado desde que sé toda la verdad, pero más porque cuando fuimos al último chequeo médico exigí la prueba mágica de paternidad. No era mi intención herirla, pero el hecho de que me dijera que se casó conmigo amando a otro sembró una duda incómoda.

Para tranquilidad salió positiva, así que definitivamente sí espera un hijo mío.

No le guardo rencor, de hecho soy consciente de que la mayor culpa la tiene su madre, sin embargo, no estoy ni feliz, ni contento con ella. El proceso de encontrar una solución para su problema está en camino, y no tengo fuerza para desear que le pase algo malo.

Esa niña tendrá todo lo que necesite, porque yo como su padre me encargaré de que así sea, por lo tanto su madre estará más que beneficiada en todo, al final tendrá lo que siempre quiso; una vida sin preocupaciones a nivel monetario y material.

—No creo que vuelva temprano, me he ausentado demasiado estas semanas y necesito ponerme al día.

—No te preocupes, yo tengo que resolver unos asuntos —comenta mi madre—, pero tu padre se quedará en casa y estará pendiente.

Mi padre asiente llevándose su taza de té a los labios.

—Hoy vendrá el paisajista, quiero que la parte este del jardín esté acondicionada para mis nietos —anuncia—. Que sea solo para ellos, tal vez incluya una casa de juegos.

Sonrío, sin duda mi padre será con sus nietos todo lo divertido que jamás fue conmigo.

—¿Construirás un país desde cero exclusivamente para ellos? —me burlo.

Él frunce el ceño.

—¿Eso es posible? —pregunta pensativo.

Mi madre se burla, pero Astoria permanece en silencio. Termino desayunar y me pongo de pie para marcharme.