Skeeter

1.7K 271 60
                                    

Hermione

Mi cuerpo me suplica que me quede en la cama. Todo me pesa y mis músculos responden con pereza en cuanto me estiro.

Es como si todo mi cuerpo se hubiese puesto de acuerdo para ir en mi contra. Abro los ojos e incluso los párpados me pesan, pero una sonrisa estúpida se me escapa en cuanto lo primero que veo es un enorme arreglo de orquídeas dentro de un jarrón de cristal sobre mi mesa.

Me apoyo somnolienta sobre mis codos para apreciarlo mejor.

<<Draco>>

Yo sé perfectamente la razón por la cual ese arreglo está aquí.

Hoy es la fecha estimada en la que estaría cumpliendo mi tercer mes de embarazo, y él lo sabe. No ha parado de contar las semanas, realmente él está desesperado.

Aunque debo admitir que no creí que lo tomara en cuanta, más que nada por lo que está pasando Astoria ahora mismo...

Depresión... El enjuiciamiento de sus padres le afectó mucho, incluso más que a Daphne. Ha estado metida en la mansión de sus padres, yendo y viniendo como alma en pena.

Realmente siento pena por ella, es una víctima de sus padres aún cuando ella misma no quiera aceptarlo. Draco ha estado tratando de animarla, pero Astoria luce diferente. Es como sí algo por dentro no la dejase... Como si estuviese atrapada.

Lo sé porque creo que todos en algún momento nos hemos sentido así, atrapados creyendo que nuestra felicidad en serio puede alcanzarse complaciendo a los demás.

Algo por supuesto muy equívoco, yo lo aprendí e incluso el mismo Draco lo hizo.

Espero que ella también lo haga.

Con más ánimo me obligo a levantarme y prepararme para mi día a día. Tengo juntas que atender y bien dicen por allí que si quieres algo bien hecho, más vale que lo hagas tú mismo.

Optó por vestir de negro aún cuando no es mi color habitual, sin embargo el resultado me gusta así que no le doy demasiadas vueltas.

Finalmente bajo para reunirme con quien sea que esté en esta casa en el comedor, ya que al parecer todo mundo últimamente está ocupado.

Mi sorpresa es mucha cuando veo al clan Malfoy completo desayunando a excepción de Astoria.

<<¿Donde estará?>>

—Buen día —saludo.

Narcissa me dedica una sonrisa extraña, Lucius me mira sobre su taza de café, sus ojos brillantes y subliminales... Por último Draco clava el tenedor en la fruta, en silencio, con el profeta a un lado y alcanzando el zumo de naranja con la otra mano.

—Buen día linda —regresa el saludo Narcissa—, ¿dormiste bien?

Asiento tomando asiento a la derecha de Draco, pero este sigue sin mirarme.

—Ayer mandé a traer unas cosas desde Italia para el bebé —comenta Lucius—, me gustaría que les echaras un vistazo.

Sonrío asintiendo.

—Sí, claro.

Winky hizo aparecer su desayuno con un chasquido y su estómago rugió en apreciación.

La Favorita Donde viven las historias. Descúbrelo ahora