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El despertador llevaba sonando al menos 10 minutos, Hyunjin llevaba viendo atentamente el techo como si se tratará de la obra más única y preciosa del mundo. 

Era obvio que Hyunjin se estaba negando internamente a levantarse, debatiéndose entre si valía la pena ir a la escuela a hacer dibujitos durante sus clases o si simplemente era mejor idea quedarse en su cama todo el día intentando levantar su animo, que extrañamente había amanecido en el suelo.

Pero también se cuestionaba en si valía la pena perder un día en las materias que le tocaban, no podía permitirse bajar el promedio, por que de lo contrarió tendría que renunciar a la universidad que tenía, y eso tampoco lo hacía sentirse bien. 

—¡Hwang Hyunjin, esa cosa lleva sonando mas de diez minutos! Levántate o llegarás tarde a la escuela— un pequeño gruñido fue la única respuesta que obtuvo su mamá, quien se dio por satisfecha. 

De mala gana se obligó a levantarse de su cómoda cama, para vestirse con lo primero que sus manos alcanzarán. Estaba un poco de más decir que no se sentía bien, pues según el, su día había empezado con el pie izquierdo, convirtiéndose en  uno de esos días en donde no quieres que ni el aire te toque y mucho menos que las miradas irritantes de toda una escuela te sigan a todos lados, así que su mejor opción era pasar desapercibido, o por lo menos intentarlo. 


Tal vez su estado de animo, era una clara señal del universo para decidir no ir a la escuela, pero el nunca le había hecho caso a las señalas que la vida y el universo le daban, ¿Por qué debería hacerlo ahora? 

Exacto, no había razón. 


El camino a la escuela fue como de costumbre, o al menos el no quiso prestar atención a las diferencias y situaciones que le pasaron, pues toda su atención estaba centrada en la música que salía de sus audífonos y en todas las posibles coreografías que podría crear.

Bueno, no prestó atención a casi nada, por que definitivamente casi ser atropellado atrajo toda su atención al camino, si quería morir, pero no tan pronto. 

Lo primero que vio al ingresar a su escuela fue a su mejor amigo rodeado de bastantes estudiantes invadiendo su espació personal, no le molestaba que lo quisieran pretender, pero si le molestaba que su mejor amigo se percibiera incomodo ante todos

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Lo primero que vio al ingresar a su escuela fue a su mejor amigo rodeado de bastantes estudiantes invadiendo su espació personal, no le molestaba que lo quisieran pretender, pero si le molestaba que su mejor amigo se percibiera incomodo ante todos. 

Suspiró queriendo lograr poner su mejor sonrisa, intentando fingir ser un chiquillo enamorado de su mejor amigo. Tal vez lo intentó de más por que su mirada quedó fija por un buen rato en su mejor amigo. 

-Mierda Hyunjin, o caminas o llegaremos tarde- Bonita forma de salir de un trance.

Camino junto a él para llegar al salón donde el infierno empezaba, evitando cualquier tipo de platica con el, pensando en que forma huiría esta vez de las tortuosas 4 horas de matemáticas que tenía. 

Pensó que nada podría ser peor que eso, por que claramente nada era peor que las matemáticas, ¿No?

Para su buena o mala suerte, dos horas mas tarde, lo mandaron llamar a dirección, sabía bien que sus calificaciones en ingles no habían mejorado nada desde la última vez que el director lo llamo, por lo que solo se resigno a aceptar un regaño más. 

—Pase.— la voz grave del director logró que Hyunjin obedeciera rápido, pero al abrir, su sorpresa fue grande al ver ahí a otra persona, y fue ahí cuando se dio cuenta que se equivoco en pensar que nada podía ser peor. 

Si podía y lo que el consideraba "peor" tenía nombre, Christopher Bang. 

—Buenos días.. — murmuró inseguro observando al pelinegro sentando de lado izquierdo, recibió un asentimiento por parte del director y una mirada molesta por parte del pelinegro. 


—Joven Hwang, usted siempre ha sido uno de nuestros mejores alumnos, y nos enorgullece mucho, tanto a mi como su director como a la escuela. Sin embargo hemos notado que sus notas de inglés no han mejorado y que de hecho, parecen empeorar —bajó la mirada comenzando a jugar con sus dedos, no podía estar seguro sabiendo a donde iba la conversación. Sabía de sobra que Chris era de Australia, un maestro en el ingles, solo por ser nativo. 

—Por eso he traído al alumno Bang, pienso que el al ser nativo podrá serle de más ayuda— un escalofrío recorrió su cuerpo, ¿Un tutor? Tal vez lo necesitaba, pero definitivamente no quería a Bang junto a el. 

—Lo sé...y entiendo la razón — Alzó la mirada observando directamente al director, y mirando un poco la foto con su perro, una pequeña mentira no le haría daño a nadie. — Pero en la semana de evaluaciones estaba algo distraído, mi perro murió en esa semana y la verdad no tenía cabeza para nada..

 Una carcajada inundó el lugar, y eso solo logro que Hyunjin quisiera ahorcar al pelinegro, por que para el no era gracioso, aunque su perro siguiera feliz y coleando, el solo pensar en eso, no era gracioso.

 
—Entiendo señor Hwang, pero..¿Cuántos perros tiene?

—Uno..

—Entiendo, ¿Cómo se llama?

—Kkami — El director le dirigió una mirada de lastima.

—¿Y cómo se llamaba el hermano de Kkami?

—No ha tenido hermanos.—El director sonrío en grande y el supo que la había cagado, odiaba no ser bueno en las mentiras.

—Bueno, entonces no está muerto y el perro de hace un mes que dijo que estaba muerto, en realidad no existe— La voz y mirada del director se habían vuelto serías. — Joven Bang, espero que pueda ayudarlo a mejorar, puede apoyarse de algunas materias en Hyunjin, es bastante inteligente y sigue siendo el mejor de su clase. Podría serle de ayuda aunque sea menor. 

El nombrado solo asintió con una sonrisa de suficiencia que molesto al menor, el se negaba a ser ayudado por aquel hombre.

—Señor director, ¿No puede ser mi tutor Felix? — El director volteó la mirada  pensando — Lee Felix, es de mi edad y el también vino de allá..

—¿Qué piensa usted, joven Bang?

—Pienso que pueden perjudicarse mutuamente, por lo que sé son amigos y podrían distraerse en lugar de estudiar. 

La mandíbula de Hyunjin se cayó al oír aquello, no podía ser cierto. 

—Entonces no hay cambios jovenes, pónganse de acuerdo en sus horarios. Y si no tienen ningún otro comentario, pueden retirarse.

Hyunjin solo asintió, y con las mangas de su sudadera siendo apretadas por sus puños con tanta fuerza que sus nudillos estaban blancos, intentando de esa manera retener sus lagrimas. 

El pelirubio a parte de estar furioso estaba nervioso e inseguro, furioso por no haber pensado antes de contestar, y nervioso e inseguro por la persona de quién se trataba. 

Chan para Hyunjin no era solo un rival, sino que era una de las peores personas del mundo, y si hablaba desde la experiencia, pero el no quería recordarlo, Hyunjin solo quería no tener que ver nada con el, no quería ni siquiera verle la cara o estar cerca de él, el rubio solo quería a Chan lejos.

vete a la mierda | Chanjin Hyunchan |En edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora