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Especial Minjin/ Hyunho

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Una asoleada mañana en París, Hyunjin se encontraba pensando en las emociones que deseaba plantear o expresar en la nueva pintura que haría. Tenia solo 7 meses para terminar mas de 25 y aunque llevaba la mitad, aun sentía presión, y no era para menos, el estaría yendo a Corea, un lugar exigente y hasta sin corazones para algunas cosas. 

Tuvo miles de ideas haciendo bocetos de la posible pintura pero ninguno le gustaba, incluso olvido que tenía que ir a desayunar, cosa que recordó cuando escucho la puerta cerrarse. 

Su mejor amigo amigo estaba en casa, lo que significaba que eran al rededor de las 6 pm, lo que lo hizo pensar que también se había saltado la comida.

—Jin..¿Por que tu desayuno esta en la mesa? — El menor decidió que iba a escodarse. Dejo sigilosamente su cuaderno y lápiz, miro hacia ambos lados antes de salir del cuarto y de puntitas comenzó su huida al su recamará.

Creyó haberse salido con las suyas pero unos brazos fuertes lo tomaron de la cintura, cargándolo tal como un costal de papas. Soltó un grito por que al principio no supo quien fue.

—¡Pendejo, me espantaste! 

—¿Yo te espante? Pero si ya te había hablado.

—¿¡Y!? ¡Bájame! — Minho se burlo y estaba por bajarlo cuando su mirada sin querer se dirigió a su lado derecho. Tenía una perfecta vista de trasero redondo y apretable del meno; sin poder evitarlo le dio una nalgada. — ¡Minho! 

—¿Si, mi vida? 

—Bajame ya — El menor estaba más rojo que un tomate y eso el mayor lo sabía. 

—¿Qué era tan importante que olvidaste comer? — tomo el plato del menor y comenzó a calentarlo.

—Estaba haciendo bocetos, solo nos quedan siete meses antes de volver a Seúl y de mi exposición allá. Estoy nervioso, Min y en serio quiero que todo salga bien. Así que estaba pensando en mi siguiente pintura, no puedo llegar y presentar cosas que..

—Ya, ya. Entiendo Jinnie, pero eso no puede ser más importante que tu salud, come en lo que voy a bañarme. Tengo algo que te puede servir. 

Minho mataría a quien fuera que volviera a apagar ese brillo en los ojos de Hyunjin, se veía tan lleno de vida y tan feliz. Claro que les costo trabajo que el menor saliera de ese cuadro depresivo, pero con un poco de amor y ayuda, lo logro. 

También había ayudado que tan solo un año después de su llegada a París ambos empezaron una relación, pero ambos estaban lastimados de las relaciones y quedantes que tuvieron, así que no duraron mucho, pero eso no les quitó el amor que sentían por el otro. Siempre lo habían dicho, eran almas gemelas pero en amigos, y su amor era como el que los hermanos se tienen, aunque  los hermanos no cojen, pero ese no era el punto.

Termino de bañarse con una sonrisa en su cara, haberse ido con Hyunjin siempre sería una de las mejores cosas que le hayan pasado en su vida, jamás se arrepentiría y de eso estaba seguro. 

Se medio vistió con una playera y unos boxers, su idea no necesitaba más, se encontró con  el menor jugando con su comida y dibujando. 

—Hyunjin..

—Perdón, perdón.. No tengo mucha hambre en realidad.

—Mhm, vamos a que veas mi idea — Nuevamente los ojos del menor brillaron y se paro lo mas rápido que pudo casi corriendo a su estudio. Minho lo siguió lento, y cuando llegó se quitó la playera bajo la atenta mirada del menor.

vete a la mierda | Chanjin Hyunchan |En edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora