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Antes de que el pelinegro pudiera decirle algo, el rubio decidió irse.

Si llegaran a preguntarle diría que claramente  había notado aquel vago intento del pelinegro por hablarle, incluso noto su mano estirándose hacia el para poder agarrarlo antes de que su escape se llevara a cabo, pero vamos, ¿Quién en su sano juicio hablaría con el por gusto?
Bueno, tal vez su mejor amigo Félix, y su otro amigo Changbin, y bueno tal vez toda la puta escuela, pero el no, y ese era el punto.

—Tienes cara de que deseas que un camión te pase por encima —su amigo rio, y el lo pensó por un momento, y su conclusión era que deseaba que eso pasara en las próximas 24 horas.

—Ojala alguien allá arriba te escuche— Las carcajadas de Minho no se hicieron esperar, y en poco tiempo, Hyunjin también se estaba riendo.

—Podría ayudar con eso ¿Sabes?- la mirada que Minho le regalo, podría haber sido suficiente para enamorarlo, lastimosamente, su corazón no lo aceptaba. 

—No es necesario Min, en la mañana casi me atropellan..— suspiro en voz alta — Debí haber dejado que me aplastarán.—  El golpe en su cabeza no se hizo esperar y vaya que le dolió.

—¡HWANG HYUNJIN! ¡¿CUANTAS VECES TE HE DICHO QUE NO VAYAS EN LA CALLE CON LOS PINCHES AUDÍFONOS?!— Bueno, Minho era un tanto exagerado y obvio su grito llamo la atención de la mayoría de las personas en la cafetería, incluyendo la de ese pelinegro que tanto odiaba y que tanto intentaba evitar.

—Me dolió Minho— lo reto pero enseguida recibió un golpe más.

 —Mocoso irrespetuoso.

—Relájate, estoy jugando..no hay necesidad de que te enojes, sigo vivo y coleando—se encogió en su lugar cuando vio la mano de Minho alzándose para soltarle otro golpe y por inercia cerró los ojos, pero el golpe nunca llegó.

—No deberías pegarle al niño Minho, lo dejarás sin las pocas neuronas que tiene—Oh no, tan pronto escucho su voz comenzó a rezar para que el ventilador le cayera encima. 

—Chan hyung, este mocoso merece que le peguen, ¿Sabías que casi lo atropellan? Es como la quinta vez en dos semanas. 

—Y si le sigues pegando, habrá mas posibilidad de que muera atropellado. Le matarás las pocas neuronas que utiliza para seguir vivo— Las risas de ambos hartaron a Hyunjin, podía soportar las burlas de Minho, pero viniendo de Chan, antes muerto.

Decidido y dándole una ultima mirada a ambos, viendo enseguida la cara de preocupación de Minho, salió de ahí, casi corriendo al baño, porque bueno, el apenas había notado las lagrimas en sus ojos, lloraba de coraje y también por las lagrimas que había estado aguantando desde que dejó la oficina del director. 

Se recargó en el lavamanos tan rápido como llego, y se hecho agua en la cara, el no quería llorar por cosas tan infantiles como unas simple burlas sin dobles intenciones, y tampoco quería llorar por el pelinegro. Sin embargo, el coraje que sentía por verlos juntos era suficiente para seguir causando lágrimas en el.

No era por celos, no, solo no le agradaba que Minho se juntará con alguien como Chan, pero el no era tan valiente como para gritar a los cuatro vientos lo que le había pasado.

Escucho la puerta del baño abriéndose pero poco le importo, y tampoco le importo cuando la puerta se cerró.

—¿Así que ahora lloras en el baño, Hwang?

—A ti que — Escuchar su risa solo lo hizo querer llorar más, pero no le iba a dar más gusto.

—No puedo creer que no aguantes ni una bromita, dejaste al otro niño preocupado, ¿De verdad no te importa? 

Eso era todo. El no necesitaba que nadie le dijera lo que ya sabía , escuchar su odiosa voz solo lo hacía enojar más y las ganas de llorar aumentaban. ¿Por que la gente no entendía que a veces las personas necesitan privacidad y su propio espacio? Aunque fuera un baño público.

Se volteo a verlo y no estaba para admitirlo, pero su corazón dio un salto al verlo hacer nada y ser tan jodidamente sexi. Si, se dio un golpe mentalmente por haber pensado eso. Volviendo a lo que estaba, se volteó hacia la puerta un poco atarantado, pero solo un poco. 

Sus planes se fueron a la mierda cuando su brazo fue jalado, un poco brusco a decir verdad, y luego sintió su espalda chocar con la fría puerta, la misma que estaba a punto de ser abierta.

—Me tienes jodido Hwang, es la segunda vez en el día que planeabas dejarme con la palabra en la boca, y no te atrevas a negarlo porque claramente vi que te diste cuenta cuando intente hablarte saliendo de la oficina del director—  Tampoco estaba para admitirlo, pero se sentía un poco intimidado, y es que aunque Chan era solo un par de centímetros más alto, y aunque no era mucho, era suficiente. Sin contar la fuerza que este poseía y bueno, con tan solo ver los músculos, ya sabías que el podía darte una paliza y que no podrías hacer nada en contra de él.

—¿Y que si lo hice? No debería importarte así como a mi no me importa ni un poco lo que salga de tu..

Chan se acercó, demasiado, estaba demasiado cerca de su rostro, sentía su respiración en sus labios y su voz se atoró en su garganta, de repente, no pudo hablar.

—Termina lo que estabas diciendo — por alguna razón, su voz se negaba a salir — Anda rubiecito, te escucho.

A pesar de la cercanía pudo ver la sonrisa de su acompañante plantada en su cara.

—D-Decía que no me importa ni un poco lo que...—Y ahora estaba en su cuello, la respiración de Chan chocaba con su tan sensible piel —Lo que digas.

Ahogó un gemido cuando la lengua de Chan tocó su piel, y trató de empujarlo, pero nada pudo hacer cuando sus manos fueron presionadas por encima de su cabeza.

—Para...—intentaba con todas sus fuerzas no dejar salir aquellos sonidos que estaba seguro Chan quería escuchar —Para, Chan...basta...

—Déjame escucharte entonces Hyunjin.

—Cha...¡Ah!—decidió que más tarde dejaría que lo atropellarán, el sonido que tanto lucho por evitar se le escapó, y por arte de magia, Chan se detuvo, dejando a un Hyunjin con el corazón a mil y con su respiración más que agitada.

—No intentes negar que tu cuerpo me extraña Hwang—limpio con su mano la saliva que había en sus labios —Sigue reaccionando a lo que hago, al igual que tú. Toma mi marca en tu cuello como un pequeño recordatorio para que no intentes dejarme con la palabra en la boca, otra vez, ¿Oíste?

—Que te den, Bang.

La risa del pelinegro no se hizo esperar y acto seguido, Hyunjin ya estaba solo en el baño, bueno no tan solo, su erección , que por cierto ya dolía, lo acompañaba.

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Antes de que me regañen, en esta historia, Hyunjin es poco más bajo que Chan, así que pongan su imaginación a trabajar:)

Gracias por leer.🌹
-L-

1,077 palabras

vete a la mierda | Chanjin Hyunchan |En edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora