Sarita se encontraba en su habitación, recostada junto a Juan David, ambos devorándose el tarron de helado que Franco había corrido a traerle a Sarita hacia un rato, definitivamente el tener a Franco como su esclavo era de las mejores cosas de estar embarazada.
Juan David dejo de prestarle atención al televisor, y se abrazo al pequeño vientre de 5 meses de Sarita
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-¿Sabes que hay ahí dentro?- le preguntó Sarita mientras el pequeño de casi 3 años la miraba confundida-
-Ahí dentro hay un bebé, que será tan lindo como tú
-¿Bebé?- pregunto juan David mirando el vientre de su tía-
-Si mi amor, un bebito hermoso, para que puedas jugar con el- Juan David besó el vientre de su tía
El pequeño seguía acariciando el vientre de Sarita, y a ella le parecía la escena mas adorable del mundo.
Franco entro al cuarto sin hacer ruido y vio a su esposa y a su ahijado juntos, sonrió de inmediato al ver a las dos personas mas importantes de su vida en una escena tan tierna, se acercó despacio para darle un beso a Sarita sin asustar a Juan David, pero de un momento a otro el niño se sobresalto y miro el vientre de su tía confundido otra vez
-Ouch!- se quejó Sarita tocándose el vientre y mirando con una sonrisa al confundido Juan David, y luego a su esposo que la miraba preocupado
-¿¡Estas bien!? -Se altero Franco sentándose a su lado- Sarita no pudo evitar echar una carcajada-
-Si mi amor, estoy perfectamente- lo tranquilizó antes de besarlo y agarrar su mano, mientras algo hermoso seguía causándole pequeños dolores en su vientre, Sara coloco la mano de su esposo en su vientre y cuando sintió una nueva patadita, los ojos de Franco se iluminaron
-¿Es el bebé?- Pregunto Franco sonriendo-
-Si mi amor, es nuestro pequeño angelito-
-Es increíble, es la primera vez que siento patadas de un bebé
-Yo recuerdo sentirlas con Norma cuando estaba embarazada de Juan David, son esas pequeñas cosas que hacen de un embarazo tan especial
-Los amo tanto
-Y nosotros a ti- Sarita tomo la cara de su esposo entre sus manos para besarlo
