just the way you are

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Sara salió de ducharse y se dirigió a su armario buscando algo para ponerse, el problema? su ropa de siempre ya no le quedaba, y odiaba la ropa de maternidad que sus hermanas le habían comprado.

Sarita nunca había tenido el mejor cuerpo, pero ahora que su vientre crecía cada día mas, sumado a que no era muy alta, sino todo lo contrario, Sara se sentía como un tanque.

Trataba de disimular lo disgustada que se sentía con su cuerpo, pero a veces deseaba quedarse todo el día en la cama en camisón para no tener que enfrentarse a ese armario maldito que parecía querer recordarle todos los días que estaba subiendo de peso

Sara suspiró, hoy no podía escaparse, era el cumpleaños de Norma, y la esperaban en casa de Juan en un rato, Sarita pensó en decir que estaba enferma, pero no quería arruinarle el cumpleaños a su hermana así que se puso manos a la obra, e intento encontrar un vestido que no le hiciera odiar su cuerpo mas de lo que ya lo odiaba. 

Pero no lo logró.

Se quedó frente al espejo mirando su cuerpo, preguntándose en que momento sus prendas favoritas habían dejado de quedarle, en ese momento Franco entro a la habitación sin que Sara se diese cuenta, y a pesar de que no entendía muy bien como funcionaban las hormonas del embarazo, Franco se dio cuenta de que algo andaba mal con su esposa, así que se acerco silenciosamente, abrazo a Sarita por detrás y depositó un cálido beso en su mejilla, y otro en su cuello

-Mi amor, ¿Qué sucede? - pregunto Franco preocupado, ya que un par de lagrimas comenzaron a salir por los ojos de Sarita?

-No, nada mi amor estoy bien- trató de convencerlo Sarita, pero Franco no se iba a dejar engañar-

-Cielo, me doy cuenta que algo te esta atormentando, dímelo por favor.

-¿No me ves?- Explotó Sarita señalándose a si misma- Estoy hecha un tanque, una ballena, mi ropa no me entra, esa maldita ropa de maternidad no me gusta para nada, solo quiero poder vestirme como siempre sin perder cuarenta horas probándome ropa inútilmente- Sara rompió en llanto y Franco la abrazo lo mas fuerte que podía sin apretarla demasiado

-Sara, escúchame una cosa y quiero que te entre bien en esa cabecita, Mi amor- Franco le seco las lagrimas y la miro a los ojos- Eres la mujer mas hermosa de este planeta, eres perfecta tal cual eres-

-Solo lo dices para hacerme sentir mejor

-No, lo digo por que es la verdad, eres preciosa, Sara, tengo la dicha de tener como esposa a una diosa griega, ¿Has subido de peso? por supuesto, mi amor, pero eso no tiene nada de malo, estas embarazada, tu cuerpo ya no es solo tu casa, sino también la de nuestro hijo, tu cuerpo experimenta cambios que tal vez no te gusten, pero son necesarios para que nuestro angelito llegue sano y salvo a nuestro lado, ¿Si?

Sara asintió, a pesar de que seguía sintiéndose un poco mal, Franco tenia razón, su cuerpo se había convertido en la casa de su hijo, y ella debía entenderlo, ya tendría tiempo de recuperar su figura cuando el bebé naciera

-Óyeme otra cosa, Sarita- Franco la sacó de sus pensamientos- el embarazo te sienta increíblemente sexy, mi vida, estas mejor que nunca- Sara sonrió, en los ojos de Franco ella siempre seria perfecta-

-¿Quieres ir a casa de Norma y Juan? ¿O prefieres que nos quedemos mirando películas los dos solos?- Franco la abrazó nuevamente y Sara se sentía como en casa cada vez que estaba entre sus brazos-

-No quería fallarle a Norma, pero realmente no tengo ganas de ir- Se sinceró su esposa-

-Bien, pues ponte la pijama y espérame en la cama, voy a avisarle a Eva que tienes nauseas y nos quedamos aquí- Franco le besó la frente y salió del cuarto.

Sara no podía pedir un mejor compañero de vida, Franco aliviaba cualquier malestar que tuviera, incluso cuando era emocional. 

sarita y franco imaginesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora