sarita y franco imagines

Dia de las madres

-Papi, ¿A dónde vas tan temprano? –Preguntó una pequeña Gaby Reyes de cinco años bajando a la sala-

Franco estaba terminando de arreglarse el saco para ir a San Marcos.

-Shh, Gaby, habla bajo –le susurró mientras su hija se acercaba a el- voy a ir al pueblo, a buscar el regalo del día de las madres para mami, ¿sí?

Franco había regresado la noche anterior de un viaje de negocios que se había alargado más de lo pensado, arruinando así sus planes de ir a comprar el regalo junto con sus hijos el día anterior, sabía que Sara entendería, pero él quería consentirla igualmente, así que decidió ir a San Marcos para intentar conseguir algo que a su esposa le gustara.

-¿Puedo ir contigo? –Preguntó Gaby, Franco se agachó a su altura-

-Tengo que hacer rápido, mi amor, mami puede despertar en un ratito, quédate aquí y pórtate bien, ¿sí? Más tarde iremos a comer a casa de tu abuela

Gaby Reyes asintió y Franco salió rápidamente de la casa. La pequeña Reyes Elizondo pensó en hacer lo que la había mandado su padre, y quedarse en su cuarto jugando hasta que volviese Franco... pero se le ocurrió una mejor idea, por lo que corrió escaleras arriba, dirigiéndose rápidamente al cuarto de su hermano mayor.

-Andrés –susurró Gaby sacudiendo a su hermano- Andrés, despierta

La pequeña suspiró al no obtener una respuesta de su hermano, y decidida a despertarlo, dirigió una de sus manos a la cabeza de su hermano para tirarle del pelo.

-¡Auch! – Se quejó Andrés- ¿Gaby? –preguntó aun medio dormido al ver a su hermana

-¡Despiértate, dormilón!

-¿Qué quieres?

-Hoy es el día de las madres

-Si –respondió Andrés como si fuese la cosa más obvia del mundo- ¿eso que tiene?

-¡Tenemos que hacerle una sorpresa a mamá!

-Papá siempre se encarga de eso, ve a dormir

-Ayúdame, vamos a prepararle algo, anda

Andrés Reyes se sentó en su cama, y miró a su hermanita, quien estaba haciéndole un puchero, sabiendo que su hermano no podría resistirse

-¿Qué quieres hacer?

-Papá fue a comprar un regalo, bien podríamos prepararle el desayuno –sonrió Gaby-

...

Los dos hermanos Reyes Elizondo estaban en la cocina, buscando por todas partes lo que necesitaban

-Harina, huevos, azúcar... -comenzó a repasar Andrés mirando lo que tenían en la mesa-

-¿Ya podemos prender la estufa? –preguntó Gaby emocionada-

-No –la detuvo su hermano- aun no, tráeme la leche, Gaby

La pequeña Reyes Elizondo obedeció a su hermano, y una vez tuvieron todos los ingredientes, el mayor de los hermanos comenzó a colocar todo en un recipiente

-¿Tienes idea de lo que haces? –Preguntó Gaby-

-Claro que sí, he ayudado a Irene algunas veces, pero... ¿tienes idea donde guarda ella la batidora? Siempre lo hace así

-¡Si! La he visto guardarla, ya la traigo

Gaby corrió al cajón donde la empleada de la casa colocaba algunos electrodomésticos, y le alcanzó a su hermano aquel que necesitaba. Andrés conectó con cuidado el aparato, y procedió a seguir cocinando