Meraki

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-¿Y bien? ¿Qué les parece?- Pregunto Franco Reyes bajándose del caballo-

-Esto es increíble, papá- Dijo Andrés Reyes Elizondo mirando a su alrededor con asombro-

Franco se dirigió al caballo de Andrés para ayudarlo a bajar, para luego dirigirse al caballo de Sarita, quien venia junto a la pequeña Gaby, de cuatro años. Andrés rezongo al tener que recibir ayuda de su padre para bajarse, a pesar de ser un buen jinete como su madre, tan solo tenia nueve años y por mas que quisiese no podía hacerlo solo.

-¡Ay mami! quiero volver a casa- Dijo fastidiada la pequeña Gaby-

-A ver, ¿Dónde esta la princesa de papá?

Franco alzo a su pequeña para sentarla encima de sus hombros, la niña se aferro fuerte a el mientras Franco caminaba hacia la cerca que limitaba los terrenos. Sara ayudo a su hijo a subirse a la cerca, desde allí, los cuatro tenían una buena vista de los terrenos que ahora componían su hacienda.

Habían compartido la hacienda junto a Óscar, Jimena, Juan y Norma los últimos años, pero Franco y Sara habían decidido que era tiempo de independizarse completamente, así que dividieron los terrenos entre las tres parejas, para que cada una tuviese su espacio, luego de varios meses de trabajo, Franco y Sara habían terminado su nueva casa, y estaban listos para comenzar su propio negocio, los dos solos. 

-¿Todo esto es nuestro, mami?- pregunto Andrés mientras le acomodaba el sombrero a Sarita-

-Si mi amor, todo esto que ves es nuestro, y lo vamos a convertir en la mejor hacienda de la region- Sara le dio un pequeño beso en la frente a su niño, antes de que este pidiese bajarse de la cerca-

-¡Gaby! ¡Ven vamos a jugar!- Franco bajo a la pequeña Gaby de sus hombros, a pesar de negarse a correr por los predios, Andrés tomo del brazo a su hermanita y la arrastro junto con el

-¡Cuidado, Andrés!- Le advirtió Sarita viendo a su hijos correr por los campos

-¿Que te parece?- Franco agarro a Sarita de la cintura y la atrajo a el, ambos seguían apoyados sobre la cerca-

-Esto me parece un sueño, tener nuestra propia hacienda, nuestra pequeña casa, y principalmente nuestra familia, Si me dices hace 12 años que terminaríamos casados y con dos hijos, no me la creo

-Yo tampoco- rio Franco- nunca creí que lograría sentar cabeza, hasta que me tope contigo, y todo cambio

-Gracias- dijo Sara mirando a su esposo a los ojos-

-¿Porque?

-Por regalarme una familia, por amarme

-El que debe agradecerte soy yo, mi amor, llegaste en un momento de mi vida donde me habia cerrado por completo al amor, me demostraste que el verdadero amor existe, me ayudaste a superarme, me apoyaste en cada una de mis locuras y lo mas importante, me amas a pesar de todos mis errores del pasado

-Te amo, y te amo cada día con mas fuerza, cada segundo que pasa me convenzo mas de que la mejor decisión que tome en mi vida fue amarte

Franco coloco sus manos en la parte trasera de la cabeza de su esposa, y atrapo sus labios en un beso lento, Sarita coloco sus manos en la cintura de Franco, y se apego mas a el, sin cambiar la velocidad del beso, tenían todo el tiempo del mundo para amarse, no había necesidad de acelerar aquel momento.

Se perdieron en los labios del otro por algunos minutos, Franco acariciaba el cabello de su esposa, mientras que Sarita se aferraba fuertemente a el, parecía que el mundo se desvanecía cuando ambos conectaban sus bocas, viajaban a un universo paralelo donde solo existían ellos dos y la conexión entre sus labios.

sarita y franco imaginesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora