sarita y franco imagines

primeros pasos

-Juan David! venga con la tía!- Hablo Sarita dirigiéndose a su sobrino, que estaba jugando del otro lado de la sala-

Sara, Jimena, Norma, Andrés y Juan David estaban jugando en el suelo de la sala en casa de Franco y Sarita.

Últimamente eran pocos los momentos que compartían las tres hermanas, así que no desaprovechaban ninguna oportunidad para verse

Juan David corrió a los brazos de Sarita, mientras que Andrés estaba en brazos de su madrina, Norma

-¿Dónde están los mellizos, Norma? -Pregunto Jimena por sus ahijados-

-Están en la casa, Quintina se ha quedado con ellos un rato para que yo pueda despejarme, es que eso dos dan mucho trabajo

-Ay, si estuviese en tu lugar no me quejaría, esos dos son adorables

-No digo que no lo sean, solo que a veces sientes que te ahogas de estar rodeada a cada segundo por ellos, son muy pegados a mi

-Al igual que Andrés lo es conmigo- Sonrió Sara- pero me encanta que lo sea

-Sí, pero tú tienes uno, no tres!

-¿No han pensado en tener otro, Sarita?- Pregunto Jimena

-Pues si lo hemos hablado, pero tampoco tenemos mucha prisa, Andrés solo tiene un año, creo que es mejor disfrutar más de el solo antes de tener otro bebé.

-Es lo mejor que puedes hacer, disfrutar de este pequeñín todo lo que puedas y ya luego que se venga el resto- Rio Norma jugando con Andrés-

-¿Y Franco? ¿Qué opina?

-Realmente le da igual, quiere que yo sea quien elija si tener más niños o no, dice que le encantaría tener más hijos, pero que la decisión final la tengo yo

Sara sonrió recordando el día que Franco le dijo aquello, definitivamente tenia al mejor marido del mundo.

-¿Y tú quieres tener otro?

-¡Claro que sí! nunca he sido tan feliz como lo soy desde que nació Andrés, además el no da tantos dolores de cabeza

-¡Eso dices porque aún no camina!

-He estado intentando que empiece a caminar, pero simplemente no lo hace

-Pero todavía es temprano, Juan David comenzó a caminar, que ¿Al año y medio?

-No Jimena, fue antes, pero no es nada de qué preocuparse, aun está a tiempo

-¿De que hablaban, señoritas?

Franco ingreso a la sala, dejo el sombrero sobre la mesa de café y se sentó en el suelo junto a Sarita, abrazándola por la cintura

-Hola mi amor- Dijo Sara antes de darle un beso a su esposo- hablábamos de estos pequeños- dijo acariciando la mejilla de Juan David, que estaba jugando con un peluche en el regazo de Sarita

Franco le dio un beso un poco más largo a Sarita, pero sintieron a un bebé quejarse y se alejaron, posaron la mirada sobre Andrés, que estaba sentado en el regazo de Norma mirando a su padre con mala cara

-Creo que alguien esta celoso- rio Jimena mirando a su sobrino-

Andrés alzo sus brazos en dirección a Sara, indicándole que quería ir con ella

-Ay mi niño, ven con mami

Sara intento levantarse del suelo para ir a buscarlo, pero Franco la sujeto riendo y no se lo permito

-¡Franco!

-No señora, ese niño tiene que aprender a respetar lo que es mío

-¿Y que es tuyo, según tú?-Sara lo miro levantando una ceja-

-Tú lo eres

-Pues Andrés no opina lo mismo- Rio Norma que ayudaba a Andrés a mantenerse de pie-

-No me importa lo que el opine, mamá es mía- Dijo Franco mirando a su hijo-

-¡Ya Franco! deja de pelear con el

Franco atrajo a Sarita más hacia él, mientras Andrés intentaba zafarse del agarre de su tía

-¡Franco! vas a hacer que se golpee

De pronto Andrés se zafo del agarre de norma, y comenzó a caminar, no era mucho lo que lo separaba de su mamá, tan solo algunos pasos, los cuales dio despacio, casi perdiendo el equilibrio una vez, pero logro llegar hasta su madre y se lanzó a sus brazos

-¡Ay mi niño grande!- dijo Sara dándole un beso en la mejilla-

-Mami mía- Dijo Andrés mirando a su papá mientras se aferraba a su madre-

-¿Tuya? muéstrame los papeles que digan eso

-Mi amor, deja de pelear con el niño- Rio Sara-

-No, yo si tengo papeles que demuestran que eres MI esposa

-Sí, y Andrés tiene un papel que se llama partida de nacimiento, y eso pesa más que el matrimonio, para que sepas

Franco intento acercarse a Sarita para besarla, pero Andrés se lo impidió, abrazando a su mamá por el cuello y dándole el un beso en la mejilla

Sarita rio y miro a sus dos hombres, estaba agradecida con la vida por la familia tan hermosa que tenían.