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Ya habían acabado las tres primeras horas de clase, y al fin después de mucho tiempo, Shuichi iba a poder dormir.
Kaede se hizo segura de que todos salieran de la habitación, para luego quedarse con ambos chicos ahí.
El detective se cómodo en su escritorio y comenzó a acomodarse, para dormir durante el primer descanso.
—¿Qué le pasa a Saihara-kun? —preguntó la pianista al verlo acomodarse.
—Durmió tarde y ahora tiene sueño— el aventurero respondió mientras sacaba su almuerzo —. Le sugerí que durmiera un poco durante el descanso.
Kaede dio una sonrisa para luego sentarse en la silla frente a Rantaro.
—¿Se llevan bien? ¿Te agrada? —le preguntó al otro.
—¿Saihara-kun? —preguntó, volteando a ver al chico que ya estaba dormido en su escritorio. —Es bastante amable e interesante. Creo que nos podremos llevar bien.
La rubia sonrió ante tales palabras.
—Saihara-kun es un chico bastante agradable, solo que a veces puede llegar a ser demasiado tímido —explicó la chica —. Solo cuando ganes su confianza es cuando comience a olvidar su tímidez.La chica lo decía como si no fuera difícil ganarse la confianza de otra persona, lo cual si lo era.
Pues, Kaede siempre ha sido el tipo de chica activa y extrovertida que no importa la situación, siempre trataría de alegrar a los demás.
Para las demás personas, se les era un poco más difícil convivir.
Y, ¿como se iba a poder ganar su confianza?
Pues, si confiar en alguien era difícil, era más difícil confiar en alguien que te mentía en la cara.Unos minutos después, el detective se despertó de su siesta. Su mente estaba pensando en distintas cosas que no le dejaban dormir más.
Por lo menos ya había descansado un poco. Su cuerpo ya no se sentía cansado, pero su cuerpo sí. En especial su cabeza.
Al despertarse, se quedó en la misma posición con sus ojos entre abiertos y no se trató de mover, mientras estaba hundido entre todos sus pensamientos, tratando de organizarlos.
Incluso su mente estaba más desordenada que su habitación propia, y eso que ya era un desastre por sí misma.El chico ya ni sabía en quien confiar. En específico, no sabía si podía confiar en tal chico de cabellera verde. ¿Le estaba mintiendo? ¿Le estaba contando la verdad? O tal vez ambos. O incluso solo le conto una parte de ello y la otra parte no.
Pues al saber que había otras tres víctimas a parte de Kaede, el asunto cambiaba por uno más serio.
¿Si quiera las víctimas tenían algo en común? A primera vista, alguien diría que no, pero después de analizar las características de cada víctima, se podía decir que sí. Pero eso era lo que le faltaba al detective. Analizar a las víctimas; lo cual no podía hacer en la escuela, y mucho menos con demasiada gente observándolo.
Se decidió a si mismo que iba a investigar sobre las victimas en su casa, ya que en la escuela había demasiadas distracciones, sin hablar de que había demasiados sospechosos ahí.
Después de unos momentos, se levantó de su posición y volteo su cabeza hacia su lado derecho.
Vio a sus dos amigos hablándole uno al otro. Kaede estaba sonriendo mientras veía su mano y Rantaro estaba acomodando unos esmaltes en su escritorio.
En la esquina de su ojo, la rubia pudo ver a el detective somnoliento despertándose.
—¡Saihara-kun! —exclamo mientras se acercaba al chico antes mencionado, llamando la atención de ambos chicos. —Mira el diseño de uñas que Amami-kun me hizo.
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Cien promesas [ ♥︎ ] - Saimami
Fanfic¿Quién era ese chico peliverde? ¿De donde venía? ¿Qué es lo que escondía detrás de esa sonrisa? ... Shuichi Saihara. Un adolescente común y corriente como los demás. Lo único no común de este chico era su título definitivo, ya que el había consegu...