Cien promesas [ ♥︎ ] - Saimami

12. Gonta Gokkuhara

El despertador hizo que el detective se despertara de nuevo, para indicarle que tiene que ir a la escuela.
Se preparó e hizo lo típico de cada mañana, y se dirigió hasta la estación del autobús. Todo era normal, solo que el esta algo nervioso; pues ese era el primer día que confirmó su relación amorosa con su mejor amigo, que ahora es su novio.

A veces no se lo podía creer y se seguía diciendo a si mismo que solo fue un sueño; pero, al ver su mano izquierda podía observar el anillo que dicho peli-verde le regaló en día antes, como símbolo de su relación.

Le gustaba pensar en ese anillo como una promesa de que siempre se cuidaran el uno al otro, y al pensar en eso no podía evitar sonreír. Aun así, eso no cambiaba el hecho de que estaba nervioso.

Camino hasta llegar a la estación del autobús y se subió a dicho vehículo al llegar.

Mantuvo su mirada fija en su mano -específicamente en el anillo-, pues cada vez que el tiempo pasaba se hacía más lento.

Pudo sentir como el ambiente cambio cuando observo como un peli-verde subía al autobús para luego acercarse y sentarse a su lado.

—Buenos días Saihara-kun —dijo sonriente Rantaro. A comparación del peli-azul, este estaba tranquilo.

Shuichi le devolvió el saludo, pero no quiso alzar su mirada; por alguna razón le daba pena estar frente de su mejor amigo, ahora novio, sin poder pensar en el día anterior donde confesaron sus sentimientos el uno al otro.

—¿Todo bien? —preguntó Rantaro al notar como Shuichi no alzaba su mirada.

Al escuchar las suaves palabras de Rantaro, Shuichi se sonrojo y solo oculto su rostro con ambas de sus manos.

—Lo siento —murmuro—. Lo siento, es que me da pena.

El contrario a este sonrió y luego puso su mano izquierda en la cabeza del peli-azul, para luego llevar su cabeza hasta su propio hombro izquierdo. Ante tal acción, Shuichi solo se sonrojo más, pero dejó de ocultar su rostro y puso ambas de sus manos en su regazo.

—Tranquilo, es normal.

Se quedaron en silencio por unos minutos. El peli-verde vio la mano izquierda de este y la agarro lentamente. Empezó a jugar con esta mientras observaba que todavía tenía el anillo puesto y luego entrelazo sus dedos con los del contrario, haciendo que ocultara más su rostro en el cuello de Rantaro.

Por alguna razón, le gustaba ver al peli-azul sonrojado, pues creía que se veía tierno.

—¿Qué es lo que hacen -exactamente- una pareja? —preguntó Shuichi, interrumpiendo el silencio y ocultando su rostro más en el cuello del contrario.

Rantaro se quedó pensando por unos segundos.

—Cosas como estas —explicó Rantaro, haciendo que Shuichi se confundiera un poco. Alzó un poco su rostro del cuello para ver las acciones del contrario.

Rantaro espero hasta que Shuichi pudiera ver lo que iba a hacer a continuación, y cuando vio que se alzó lo suficiente, levanto la mano izquierda del peli-azul y la acercó a sus labios, plantando un suave beso en esta.

Le sonrió al peli-azul, haciendo que este también sonriera de vuelta.

—¿No crees que vas muy rápido? —preguntó Shuichi, pero con todavía una sonrisa formada en su rostro—. Invítame a una cita primero —bromeó, haciendo que Rantaro se quedará callado, pensando en las palabras de este.

—Esta bien —dijo Rantaro, llamando más la atención del contrario.

—¿Qué?

—Te invitó a una cita después de la escuela.