Bad boy - Maknae line BTS -

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Naín's POV

Quería gritar, quería vomitar y quería golpear todo lo que se metiera en mi camino. Estaba harta de esta situación. Tenía frío, el vestido comenzaba a ser lo suficientemente incómodo para comenzar a sentir la tela por toda mi piel rozándola hasta ponerme los nervios de punta y la piel de gallina. Había tomado las sandalias enormes de alguno de los chicos sin estar segura de quien eran y para el colmo no traía conmigo mi teléfono celular o dinero con el cual regresar a casa, probablemente todo esto se encontraba en la habitación de Jimin.

Estaba a punto de romperme en la nada de mi misma, y casi como si de mi peor karma se tratase, el punto culminante llegó en cuanto la fría y despiadada lluvia comenzó a estrellarse contra el duro asfalto sobre el que estaba parada, mojándome de pies a cabeza en el proceso, en tan sólo cuestión de segundos que para mi parecieron una tortuosa película de humillación.

-Debes estar jodiendome...- Mordí mi labio inferior con fuerza, sintiendo el dolor en la zona carnosa y el sabor a metal comenzando a colarse entre mi boca. Estaba tratando con toda mi voluntad no sucumbir ante la dolorosa situación mental que estaba sintiendo ni a la voz en mi cabeza que me decía y recordaba con insistencia todo lo que estaba sucediendo al mismo tiempo o incluso lo que había pasado en conjunto los últimos tres días. Era horroroso y me estaba agotando mentalmente.

Sólo necesito llegar a casa, tomar un relajante baño, prender una vela aromática mientras veo mi show de comfort y recargó mis energías por una semana al menos. No volver a ver a nadie y aislarme totalmente hasta que tenga la valentía de retomar mi vida. Y entonces todo va a retomar su curso, todo va a volver a la normalidad.

Sólo necesito llegar a casa...
Si tuviera cómo llegar.

Me sentía arruinada y no podía evitar analizar toda la situación en ese mismo instante con pesimismo y con el sentimiento de que yo era una idiota presente en este preciso momento. Sin poder ocultarlo más, solté un sollozo estruendoso que al menos pareció ser ahogado por la lluvia y no dudé en tirarme al suelo de sentón, dándome por vencida, mojándome el trasero, las piernas y los pies más de lo que ya estaban antes.

Me sentía miserable. Así es como podía definir todo este teatro de pura agonía y agobio dentro de mi cabeza. Soy miserable y estoy realmente avergonzada.
No podía entender cómo todo había pasado tan rapido y tan catastróficamente, no había tenido tiempo de resentir todo y analizarlo todo en conjunto, y al parecer debí de abstenerme de hacerlo, porque como tendía a hacerlo, solamente terminaba derrumbada y sin la capacidad de ver una salida posible. Simplemente me cerraba.

Quería a Jimin conmigo en este momento, quería un abrazo y quería hundirme en su cómoda cama oliendo a su reconfortante perfume, pero me veía tan patética en este preciso instante que no tenía el valor de volver a entrar a buscarlo y menos sabiendo que alguien más podía verme y dejarme aun más en ridículo. También quería a Jisoo conmigo, quería que me abrazara mientras daba caricias a mi cabeza y me hacía olvidar de todo el asunto, pero me sentía tan mal por haberla olvidado estos últimos días que no se si tendría el valor de llamarla.

Ya no tenía ganas de ver a Jungkook sólo para buscar respuestas.

Tomé una gran bocanada de aire soltando otro sollozo lamentable, pensando en que demonios iba a hacer. Probablemente la mejor idea era quedarme aquí, quieta hasta que muriera de hipotermia o hambre, y tal vez así no tendría que preocuparme de que los demás sepan prácticamente toda mi vida.

Los pasos de un intruso cerca de mi, haciendo salpicar el agua a trompicones me hizo entrar en alerta. Esto no es lo que necesito ahora. Apreté mis ojos ante el aumento del sonido hacia mi pero tampoco hice mucho por moverme.
-Naín, ¿qué demonios estás haciendo?- El nudo en mi garganta aumento al escuchar la suave voz llena de preocupación de Taehyung, esta vez si me tomó por sorpresa, haciendo que quisiera esconderme aún más en mi cuerpo. Genial.

Giré mi vista hacia arriba al ver que la lluvia no caía más sobre mi cuerpo. Mis ojos se clavaron en los suyos a pesar de que no quería que me viera en aquel estado. Con las mejillas rojas y los ojos hinchados miré hacia el frente casi al instante, tratando con todas mis fuerzas de contener las lagrimas dentro de mis orbes y los sollozos ahogados en mi garganta. Lo ignoré.

-Naín...- Hice una mueca al ver que no parecía querer irse.- ¿Puedes entrar por favor?
Su mano se dirigió hacia mi espalda, haciéndome sentir calor en la zona, casi como si lo sintiera quemándome.

Mis mejillas se hicieron más calientes, sintiendo el rubor acumularse ahí. Incluso estando en este estado me hacía sentir sensaciones abrumadoras. Lo odiaba.
Trató de levantarme jalándome suavemente del brazo, pero al no ver cooperación de mi parte suspiró con fuerza, tirándose a mi lado, tratando de cubrirnos a ambos lo más posible con el paraguas que sostenía con una de sus manos.- ¿Al menos quieres decirme por qué estás aquí, princesa?

Mi corazón comenzaba a latir rápidamente y no podía evitar sentirme conmovida al ver que el chico realmente estaba empeñado en cuidar de mi. Pero eso no quitaba el hecho de que aún no podía perdonarlo por haberme ocultado lo de Jungkook, así que reuní todas mis fuerzas posibles y traté de responderle lo más seca posible, a pesar de que me sentía más cálida y un poco menos miserable con su presencia a mi lado.
-Estoy esperando mi muerte, ¿puedes retirarte? Ya me siento lo suficientemente patética para agregar más personas en la lista.- solté un suspiro y contradije lo que salió por mi boca, colocando mi cabeza sobre su hombro. Cerré los ojos.- Quería regresar a casa, pero no sé cómo. Dejé mi teléfono en la habitación de Jimin y no tengo dinero en este momento, doy pena así que no quiero volver a entrar y que me vean así.

-Naín...- El chico me envolvió en sus brazos, haciendo que las ganas de llorar aumentaran de nuevo. Mi cabeza en su pecho se sentía tan bien.- No das pena. Expresar tus sentimientos y llorar no es algo de lo que deberías avergonzarte y menos si necesitas ayuda. Mírame.

Negué con la cabeza sintiendo como las lágrimas de nuevo rodaban por mis mejillas. ¿Cómo iba a poder mirarlo a los ojos?

-Naín, mírame por favor.- Sus manos se colaron, tomando ambas de mis mejillas, ahuecándolas entre sus manos, obligándome a mirarlo. Sus ojos eran intensos, no había pena reflejados en ellos, ni compasión. No me veía como algo roto.- Iremos adentro, tomarás un baño antes de que te resfríes, comerás algo y después te llevaré a tu casa, ¿está bien?

Asentí aún atontada por su mirada y me quedé expectante a lo que el quisiera hacer conmigo, no tenía las suficientes fuerzas para moverme por mi voluntad.
El chico me regaló una de sus sonrisas cuadradas y acarició mis mejillas una última vez antes de levantarse y ayudarme a levantarme del suelo.

Tal vez Taehyung no me hacía sentir tan miserable.

Tal vez Taehyung no era tan mala compañía para mi, e incluso se veía como un lugar seguro con el pelo revuelto cayendo sobre su frente y aquella sudadera enorme que me hacía sentir en casa.

Tal vez Taehyung no era tan malo después de todo.

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Me causa cierta nostalgia regresar a este libro en estas fechas en específico, porque me recuerda que cuando la comencé estaba en mi último año de preparatoria y a punto de graduarme, y ahora han pasado 2 años 8 meses y estoy a punto de graduarme de la universidad. El tiempo se me ha pasado volando y no puedo creer que ya esté en este punto.
La historia ha ido en crecimiento a pesar de que muchas veces me la pasaba grandes lapsos de tiempo estancada, por eso estoy muy agradecida con la gente que sigue aquí y la nueva que se ha unido. Agradezco en todo momento cada uno de sus comentarios, votos y mensajitos.
Vean esto como un nuevo inicio y una nueva etapa donde voy a poder dedicar más tiempo a cada una de mis historias y en verdad estoy muy emocionada que vean la evolución de cada una de ellas conmigo.

¡De nuevo muchas gracias por tanto!

Nos leemos más pronto de lo que creen💓