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Naín's POV

La fuerte música retumbaba llenando a mis oídos mientras entrabamos a lo que ahora lucía como una estrecha casa -comparada a hace unas horas-, la gente parecía inmersa en divertirse con los que los rodeaban y las constantes miradas que recibían nuestras manos unidas hace tan sólo unos segundos no aparentaban tener el mismo efecto aquí dentro, ya que parecía que alguien más ya se estaba robando la atención de todo el mundo, sin embargo el aire resultaba mucho más denso a mi alrededor y eso no ayudaba a calmar mis crecientes nervios ni a mi inexperto ser fiestero de la incertidumbre sobre que podría pasar.


Sentí un leve apretón en la mano que sostenía Jimin, acaparando mi atención y haciendo que girara mi vista hacia él.-Calmada, todo va estar bien.- Jimin rodó los ojos con gracia mientras me miraba paulatinamente con sus pequeños ojos y después de no recibir ninguna respuesta o expresión por mi parte, me tomó por ambos hombros con delicadeza pero firmeza, colocándome frente a él y regalándome una de sus sonrisas que tenían el fin de tranquilizarme de vez en cuando cuando no me encontraba del todo bien.


Lo miré levantando una de mis cejas, quitando sus manos de mis hombros de un manotazo y cruzando mis brazos sobre mi pecho a la defensiva.- Nunca dije que estuviera preocupada.- A pesar de lo seria que lucía, el tono burlón de mis palabras se contradecía y eso lograba hacer sonreír Jimin. Y eso me hacía sonreír a mi.


Jimin soltó una risotada y rodó los ojos sin quitar aquella actitud llena de diversión y sabelotodo que tenía.- No hace falta que lo digas, me sobra ver tu rostro de preocupación innata.- Me guiñó un ojo con la satisfacción de haberme vencido en una pelea no requerida y absurda, y esta vez fui yo la que rodó los ojos un poco menos ansiosa que antes.

Bajé mis brazos de su anterior posición buscando con rapidez la calidez de una de las manos de Jimin, y cuando lo hice la tomé con facilidad, ganándome una mirada asombrada de Jimin que terminó como una brillante sonrisa contagiosa.


-Vamos por un trago.- me regaló una última entusiasmada mirada y me jaló con él mientras pasa entre la gente en busca de la cocina. Sus pasos se convertían mas seguros conforme avanzaba y la luz de distintos colores lo iluminaba, dándome una excelente vista de su perfil.


-¡Pero miren quienes se dignaron en llegar!- en cuanto Hoseok nos visualizo nos recibió en la cocina con sus manos en alto y un vaso rojo colgando de una de ellas, el chico se tambaleaba con una sonrisa que llegaba hasta sus ojos y no tardó en llamar la atención de Jungkook, que se encontraba en una esquina no tan lejos de donde nos encontrábamos nosotros. El pelinegro abrió los ojos no tan sorprendido y se acercó empujando a varias personas.

-¡Naín! pensé que no vendrías.- Le sonreí al chico saludándolo con mi mano libre y de inmediato elevó una de sus cejas de forma juguetona. Lucía desalineado con aquella playera blanca que mostraba su piel por debajo y que la dejaba aún más expuesta cuando el chico elevaba sus brazos una y otra vez al ritmo de la rápida canción que intentaba rapear con sus rojizos e hinchados labios, como si fuera consciente de todas las chicas que lo miraban con deseo y le gustara atraer la atención femenina y la desazón de la mirada de los hombres. Sus pantalones desgastados y con el cinturón desabrochado dejaba mucho que pensar y su cabello revuelto no hacia otra cosa que recalcar que estaba borracho y que el tiempo que había pasado ahí no había sido en vano, y después de todo se veía increíblemente bien, como una cruel virtud que no todos podían poseer y que a mi me resultaba satisfactoria de observar. Así que ahí estaba la persona que acaparaba la mayoría de la atención en la fiesta.


-Sí, bueno, yo también estoy aquí.- Jimin se veía exasperado de la actitud del menor y no podía evitar sentirme mal por él, no me agradaba que se encontrara molesto.

Jungkook empujó a un lado a Jimin haciendo caso omiso de sus palabras, ignorándolo y haciendo que nuestras manos se separaran de un brusco movimiento y que el rubio rechistara rodando los ojos hacia el chico de sonrisa coqueta. Pasó su brazo rápidamente por mis hombros y me tendió un vaso rojo para después hacer un gesto hacia Jimin con su mano, expresándole que se fuera.


-Parece que no me necesitan, me iré a emborrachar.- Jimin me dirigió una última mirada sin alguna expresión y se alejó dándonos la espalda. Una sensación amarga me inundo al verlo irse pero mi boca no se movió y mis piernas tampoco lo siguieron a pesar de que en mi interior algo me decía que lo hiciera.


-Bueno preciosa, la noche apenas comienza para ti.- Jungkook se acerco a mi rostro, tomándome con firmeza por la cintura con una mano, y acariciando mis labios con un leve roce con su otra mano.- ¿Por qué no nos divertimos de una buena vez?.


Jimin's POV

Solté un bufido frustrado y pasé una de mis temblorosas manos por mi pelo, peinándolo desordenadamente hacia atrás y distrayendo la tensión en mi cuerpo que sentía en aquel momento. No llevaba ni diez minutos en aquel infierno que normalmente tendía a disfrutar y mis nervios ya estaban en su punto máximo.

Pasé un trago amargo por mi garganta haciendo una mueca y colocando mi mano sobre mi mentón busqué con la mirada a ambos chicos. Era la quinta vez que Jungkook y Naín se metían entre la multitud para bailar juntos con aquella intensa música y me estaba alterando demasiado, claro que Jungkook se había robado su atención en cuestión de segundos y ya se encontraba restregándose contra ella, cuando se supone que debería ser yo bailando con ella, y como si no pudiera ser aun peor, todo el mundo los veía, como una tortura y un constante recuerdo de que los rumores no iban a tardar en salir de bocas con nada mas interesante que hacer. Y ahí me encontraba yo, tirado en un sillón viejo, tomando un trago tras otro, mirándolos como si no existieran cientos de chicas por ahí, pero que claramente no eran Naín.

Solté una amarga carcajada en alto ante el irónico pensamiento y varias chicas me miraron como si estuviera loco, las fulminé con la mirada como si no tuviera suficiente con el idiota de Jungkook y de nuevo dirigí mis atentos ojos hacia la única chica que me quitaba el aliento y me hacía sentir tan vivo al mismo tiempo.

Maldije en mi interior, su pelo se movía de un lado a otro y se veía simplemente hermosa, con aquella sonrisa que me volvía loco y que me carcomía por dentro. Mi corazón se volvía loco admirándola de lejos y con mis manos ansiando acariciar su rostro, su pelo y su jodido cuerpo. Me dolía el puto corazón de imaginármela conmigo, besándonos y anhelando escucharla decir mi nombre de cualquier jodida manera que ella quisiera.

Casi como si me pudiera escuchar, levantó su mirada hacia mi, con una sonrisa que no me podía sacar de la cabeza, inmersa en su mirada, estaba casi seguro que le gustaba sacarme de juicio y lo estaba logrando como ella quería.

Y ahí estaba de nuevo. Me encontraba perdidamente enamorado de Naín.












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Antes de que se creen mal entendidos, este capítulo es una de las partes de la narración de lo que no se vio en la fiesta, en los siguientes capítulos vamos a ver desde la perspectiva de Jimin lo que él cree que pasó esa noche y entenderán a que se refería en el ultimo capitulo y también van a enterarse de lo que paso entre Jungkook, Tae y Naín que ella no recuerda y que Jimin le iba a contar.

Cambiando de tema, estoy muy agradecida como lo estoy siempre y no saben lo feliz que me hace ver sus comentarios y mensajes, voy a seguir esforzándome para que disfruten de lo que yo hago y espero que se la pasen increíble lo poquito que queda del año, prometo traer la próxima parte lo antes posible.

Bad boy - Maknae line BTS -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora