8

3.5K 339 68
                                        

Naín's POV

Después de que mi cabeza terminara aún más confundida que antes por los besos de Jimin, el chico bajó hacia la cocina para ayudar a mi madre a colocar la mesa y darme privacidad para cambiarme. El sabor y la sensación de sus labios sobre los míos me había marcado tanto que no podía creerlo, ¿tanto lo había extrañado y no me había dado cuenta?. Y así con el fugaz recuerdo de sus esponjosos labios me cambié con una sonrisa que no podía esconder. Estaba feliz y así quería sentirme siempre.
No solía usar vestidos, pero aquel soleado día decidí usar uno que lucía fresco y cómodo para la ocasión, terminé de peinar un poco mi cabello y cuando terminé bajé al comedor con entusiasmo, ambos de mis hermanos y mi madre se encontraban ya sentados mientras Jimin parecía repartirles a cada quién su porción, me senté prestando atención a cada uno de los movimientos del chico y como parecía encantarle hacerle el favor a mi mamá.

-Mamá, Jimin debería reemplazar a papá, es mucho más productivo que él.- Mi hermana hizo un puchero y se cruzó de brazos observando a mi madre.

Hice una mueca y le golpeé levemente el brazo como regaño.- No digas eso Min-ah, sabes que papá trabaja duro y por eso no puede estar con nosotros siempre, deberías estar agradecida.- la miré con seriedad sin querer volver a tocar el tema por ahora, mi padre era un tema difícil y delicado del que hablar en esta familia, y a pesar de que era cierto todo aquello que le había dicho a mi hermana, eso no quitaba el hecho de que extrañara pasar tiempo con mi padre y me costara hablar de él sin romperme a llorar.

-Lo sé, Nana. Perdón.- la chica asintió tomando uno de sus cubiertos y llenándose la boca de comida, perdió su atención totalmente de nosotros concentrándose en lo suyo.

Jimin apretó mi hombro con suavidad, haciendo que volteara a verlo y me regalara una sonrisa, haciéndome saber que todo estaba bien, le devolví la sonrisa con un poco menos de entusiasmo que él y le agradecí con la mirada el simple hecho que con la más leve caricia me hiciera saber que no estaba sola y que él me apoyaría.

Mi madre no dijo nada y se limitó a vernos con una mirada llena de sospecha plantada en sus ojos, una sonrisa juguetona comenzaba a dibujarse en su rostro haciéndome sentir incómoda, giré mi vista hacia mi plato y comí sin decir nada. Estaba segura que después de que Jimin se fuera mi mamá comenzaría un interrogatorio que sería totalmente exasperante para mi y la poca paciencia que me quedaba.

*****

-Y si el idiota de la rata trata de tocarte sin tu consentimiento no dudes en llamarme.- Jimin me apuntó con uno de sus dedos y apagó el auto mirándome con advertencia en sus ojos.

-¿Ah si? ¿y qué piensas hacer? ¿correr kilómetros para que llegues cuando probablemente yo ya lo habré golpeado?.- Lo miré con ironía y abrí la puerta del auto, bajándome y cerrándola con parsimonia, apoyándome sobre esta y esperando la respuesta que no salía de los labios del rubio.

-Oh cariño, ¿quién dijo que iba a irme?, no pienso irme de aquí hasta que tú lo hagas.- se apoyo de la misma manera que yo sobre el volante y me vió sonriendo con la arrogancia desbordando por sus ojos.- Veré algunas tiendas e iré por ti cuando termines, adiós.- se despidió con la mano entrando al centro comercial dejándome con la boca abierta y los ojos llenos de incredulidad, ni siquiera me había dado tiempo de asimilarlo cuando ya lo había perdido de vista.

Miré la hora en mi teléfono aún sin creer lo sobreprotector que podía llegar a ser Jimin y no tardé más tiempo en entrar a aquel centro comercial y dirigirme al cine con la incomodidad comenzando a carcomerme lentamente, ahora no sabía cómo debía actuar frente a Jungkook o alguno de los chicos en general después de que Jimin me había confesado aquello que no había logrado salir de mi cabeza del todo, ¿debía seguir emocionada porque le gustaba a el chico? o ¿debía mandarlo al diablo?. Caminé por el lugar buscando a el chico de ojos grandes y rasgados por todas partes entre la gente, y después de lo que me parecieron algunos interminables segundos, no pude evitar entrar en pánico cuando mis ojos lograron captar algo que no esperaba para nada, mi corazón no tardó en acelerase en cuestión de un segundo. Quería salir de ahí ahora mismo.
Parpadeé múltiples veces deseando que fuera mi paranoia haciéndome una mal jugada, pero al ver como el chico me regresaba la mirada, me agaché con rapidez y traté de perderme entre la gente.

Bad boy - Maknae line BTS -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora