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Jimin's POV

Subí las escaleras rápidamente hacia la zona dónde se encontraban las habitaciones de los siete, con la esperanza de que se encontraran en alguno de aquellos dormitorios, sintiendo a mi corazón palpitando fuertemente alarmado al pensar en las posibles situaciones que podrían estar sucediendo en aquel preciso instante entre Jungkook y Naín, me abrumaba de sobremanera. Pero no podía lucir paranoico sin saber que estaba pasando en realidad, sólo iba a buscar a Naín para saber si todo estaba bien, asegurarme de que estaba sana y salva y no estaba pasando nada malo, aunque eso me hiciera parecer como un patán y un celoso de mierda. Sólo era por su bien.

La gente con la que me topaba me saludaba con felicidad, tratando de entablar una conversación conmigo en aquel estrecho pasillo que me comenzaba a parecer infinito, me sentía mal por no querer dirigirles la palabra pero simplemente me limitaba a decirles que ahora no podía hablar con mi típica cara de angustia cuando se trataba de un tema que se relacionara de forma negativa con Naín.
Sabía que estaba siendo un exagerado de mierda y me importaba un bledo en aquel instante, necesitaba encontrarla. Estaba consciente que tenía muchos problemas para evitar de ser tan impulsivo y quería cambiarlo, de verdad quería hacerlo, pero no ahora.

Casi por inercia del descarado destino, el cuerpo de un atontado Hoseok se atravesó torpemente en mi camino y mi confundida vista, pude ver perfectamente cómo su pupila se veía más dilatada de lo normal y como sus ojos miraban todo como un ensueño, sin perder aquella sonrisa tonta que conocía completamente y lo que significaba. Estaba drogado hasta la médula.
Maldije al chico en mi mente y lo tomé por el brazo cuando vi que se tambaleaba peligrosamente por el pasillo.

-Hoseok, ¿qué mierda tienes encima ahora?.- tomé  su rostros entre mis manos y traté de acaparar su atención, lo que resultaba extremadamente difícil cuando estaba drogado. Hobi era un entusiasta cuando se trataba de probar nuevas cosas en todo el sentido de la palabra, y cuando se trataba de drogas no era la excepción.

-No lo sé.- Hizo un puchero con sus labios y volvió a sonreírme achinando más sus ojos.
Lo miré preocupado y palmeé su rostro levemente para hacerlo reaccionar.

-Vamos, piensa un poco- le rogué con la mirada esperando alguna reacción por su parte.

No me gustaba verlo de aquella forma, sabía que algo le pasaba y por eso recurría a aquellas cosas que lo atontaban. Todos alguna vez las hemos consumido de alguna u otra forma, pero nunca de la forma que Hobi lo hacía. Y me mataba del miedo no saber que le pasaba.

-Tal vez fentanilo o una mierda loquisíma, me lo dio un chico tatuado.- sonrío con torpeza y me tomó el rostro de la misma forma que yo lo sostenía a él, sólo que el no parecía preocupado.- Jimin, ¿alguna vez te he dicho que eres muy atractivo?.

Bufé quitando sus manos y arrastrándolo hacia una de nuestras habitaciones con la esperanza de que no estuviera ocupada por cualquier parejita caliente con la cual no tenía humor para lidiar, tomé mi teléfono y marqué el número de Jin mientras trataba de sujetar al chico con uno de mis brazos.
Ni siquiera sonó cuando mi llamada saltó directo al buzón. Jodido Seokjin.
Senté al chico en la cama de la habitación que reconocí como la de Yoongi con cuidado y volví a tomar mi teléfono para esta vez marcar el número de Namjoon, y a diferencia del mayor, este si contestó el teléfono de inmediato.

-¿Jimin?

-Namjoon, Hobi está drogado a más no poder, ¿sabes qué puedo hacer para que se le pase el efecto?- miré al chico de reojo mientras movía mi pie inquietamente sobre la madera. Tenía mis nervios de punta.

-¿Sabes qué consumió?.- la voz de Namjoon sonaba calmada y de cierta forma me tranquilizaba que de alguna forma él supiera manejar la situación porque yo apestaba totalmente.

Bad boy - Maknae line BTS -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora