El chico de la cafetería. (ObiDei)

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En una cafetería estaba el abogado Obito Uchiha, era su lugar preferido para almorzar, ya que siempre veía aquél joven rubio, le gustaba observar aquella larga cabellera dorada, cuánto daría por arrinconar aquél joven contra la pared y follarlo sin control, pero había un problema y es que el chico ya lo había rechazado varias veces.

— Hola, ¿hoy a las 8? —Preguntó acercándose al mostrador, guiñandole el ojo.

— Pierdete. —Contestó cortante.

— ¿No deberías ser más amable con los clientes? —Preguntó arqueando una ceja.

— Son 50. —Mencionó ignorando la pregunta.

— ¿Por un simple café?

— Pues debería ordenar otra cosa y alimentarse bien, oh se desmayara en el tribunal. —Dijo lo último con burla.

— ¡Ah que lindo! ¿Te preocupas por mí? —Contestó entrecerrando los ojos, luego le dió un billete de cien.— Quédate con el cambio.

El rubio balbuceó algunas maldiciones, luego vió a aquél hombre de traje marcharse.

— ¡Hey Deidara! —Habló un pelinegro de larga cabellera— No puedes estafar a los clientes.

— No lo estafé, él dijo que me podía quedar con el cambio. —Contestó sin darle importancia.

Al día siguiente pasó lo mismo, el abogado Uchiha llegó a la cafetería, sólo que esta vez si ordenó algo para comer, luego se acercó a la caja.

— ¿Entonces? ¿Hoy sí? —Preguntó el azabache.

— Son 200. —Contestó Deidara indiferente.

— ¡¿Cuánto?! —Preguntó sorprendido.

— Lo Siento abogado. —Mencionó el pelinegro acercándose.— Son 60.

— Ita... —Se quejó Deidara, Obito sólo se rió.

— Aquí tienes. —Le dió un billete de cien— Quédate con el cambio.

Obito salió de la cafetería, pero esta vez regresó cuando el rubio terminó su turno.

— ¿Quieres que te lleve? —Preguntó bajando el vidrio de su ventana.

— No gracias, puedo caminar.

— ¿Estás seguro? Es un largo camino.

El rubio sólo bufó y se subió al auto, frunció el ceño al escuchar aquella música clásica en la radio del auto.

— ¿Podrías poner algo más animado? Siento que me voy a morir del aburrimiento.

— Pon lo que te guste. —Contestó sonriendo.

— Bien, aquí va algo de Alabama Shakes.

Deidara movía levemente su cabeza al ritmo de aquella canción, Obito lo observaba atentamente.

— ¿Sabés que ellos, darán un concierto la próxima semana?

— Por supuesto, pero ya se agotaron los boletos. —Dijo algo desanimado.

— Revisa la guantera. —Contestó sonriendo.

— ¡Oh por Dios! ¡Son boletos VIP! ¿Cómo los conseguiste? No, mejor dime... ¿Cómo sabías que me gustaba la banda?

— Te ví usando una camiseta con su imagen, hace unos días.

— Oh... Acosador... —Murmuró rodando los ojos— ¿Y qué pedirás a cambio?

— Nada, sólo quiero que disfrutemos el concierto. —Contestó sonriendo.

— Está bien, te acompañaré al concierto.

Obito sonrió triunfante dejó a Deidara en su casa despidiéndose amablemente, la siguiente semana fueron juntos al concierto, aúnque el Uchiha no estaba acostumbrado a ese tipo de música, pero haría cualquier cosa por estar cerca del rubio.

Deidara estaba realmente encantado en aquel concierto, la mejor noche de su vida, a la medianoche ya iban de regreso al llegar a la casa del rubio este volteó a ver a Obito.

— ¿Quieres pasar? —El azabache lo vió sorprendido.— ¿Quieres oh no?

— Por supuesto. —Se bajó del auto.

Ambos entraron juntos, al llegar al apartamento del rubio este jaló de la corbata a Obito y le robó un beso, ya que el azabache había ido al concierto con su típica ropa formal, Deidara rió a cargajadas, es que sólo a él se le ocurría ir así a un concierto de Rock.

— No tienes que... —Fué interrumpido por otro beso.

— ¿No es esto lo que siempre ha querido abogado? —Preguntó de forma coqueta, jalandolo de la corbata para guiarlo a la cama.

— Por supuesto. —Contestó relamiéndose los labios.

Al llegar a la habitación, Deidara lo empujó hacia la cama y luego se sentó sobre las piernas del azabache empezando a hacer leves y sensuales movimientos sobre él.

— Dígame abogado... ¿Cuántas veces ha soñado con esto?

— Mu-muchas... —Colocó sus manos en la cintura de Deidara, luego lo levantó para después acostarlo en la cama.— Te daré el mayor placer de tu vida. —Empezó a besar el cuello del rubio.

— E-eso espero...

Poco a poco las prendas fueron cayendo al suelo, quedando regadas por la habitación, los labios de Deidara eran devorados por el Uchiha, mientras sus manos acariciaban sus piernas, sus intimidades rozaban con deseo, hasta que la excitación fue tanta que se despojaron de la última prenda, el rubio soltó un fuerte gemido al sentir aquella invasión en su entrada, las embestidas empezaron leves, pero luego el ritmo fue aumentando.

~~aaah~~si que ~se sabe mover~ abogado~~ Susurró enterrando sus uñas en la espalda del azabache.

~~Tú eres~ realmente delicioso~ Contestó bastante excitado.

Ambos llegaron juntos al clímax, luego se quedaron así abrazados.

Desde ese entonces empezaron una relación, para Obito Deidara dejó de ser aquél simple chico de la cafetería, ahora eran pareja, el Uchiha siempre frecuentaba aquél lugar y luego al terminar el turno pasaba a recojer a Deidara, aúnque vivían separados los fines de semana siempre la pasaban en el departamento de cualquiera de los dos.

Desde ese entonces empezaron una relación, para Obito Deidara dejó de ser aquél simple chico de la cafetería, ahora eran pareja, el Uchiha siempre frecuentaba aquél lugar y luego al terminar el turno pasaba a recojer a Deidara, aúnque vivían separ...

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Aventuras de Obito Uchiha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora