Culpa[Drakey]

II

La policía estando vigilando y siempre un paso detrás, siempre pisando sus talones en cada movimiento.

Apesar de ser uno de los criminales más poderosos, la policía no dejo de perseguirlo y negociar no era una opción-lo había intentado, salió muy mal-solo podía estar alerta.

Después de un enfrentamiento con las dos ligas de crimaneles igualmente de poderosas.

Se escucharon las sirenas y el bicolor, en su campo visual, quedó atónito...

Escuchaba la voz de Baji a lo lejos, solo grito.

"¡¡Arranca mierda, yo puedo con todos!!"

A Keisuke le esperaban en casa, y el no daría a su amigo como carne de cañón.

Y él solo daba su vida, nadie de su familia lloraria por él.

Después del grito, Baji arrancó con la preocupación, tampoco podía discutir en un lugar como ese.

Manjiro con rapidez fue a una motocicleta que encontró en su camino.

Arrancó con éxito y sonrió cuando la mayoría de patrullas lo siguieron.

La gran velocidad en la que se direccionaba lo hacía sentir libre y la adrenalina del que lo atrapacen.

En un derrape cayó al suelo, dio marcha a la motocicleta, esta no encendió, maldijo. Escucho las sirenas mucho más cerca.

Corrió con todas las fuerzas que su cuerpo podía.

El suelo comenzaba a temblar gracias al mareo de lo rápido que corría, vio un callejón y sin pensarlo se dirección al estrecho lugar.

El callejón se veía una malla esa era la unica salida estaba desesperado cuando escaló sintió una punzada en su hombro.

Recordó la apuñalada solo chasqueo la lengua y volvió a escalar.

Brinco y su hombro volvió a doler, paso con éxito la malla, al caer y dar fuerza, dolió.

Tocando sus rodillas, respiraba por la boca, su respiración errática y su pecho subiendo y bajando con exageración.

Cuando trago saliva sintió lo caliente de su respiración y el frío aire de la noche.

Suspiro y cerró un poco los ojos, se sentía mareado, lo trajo a la realidad al sentir un líquido bajar por su espalda y brazo, el dolor punzante de su hombro.

Sangre.

Alzó su camisa negra y pudo ver la sangre borbotando de la herida.

Con un sonido de fastidio y con el poco cuidado se quitó la venda enrollada en su vientre y abdomen.

Con manos temblorosas vendo su hombro como pudo, entre maldiciones donde se encontraba la apuñalada.

Aquella apuñalada que un bastardo por la espalda le propinó cerca de su hombro y omoplato.

-Puta madre...mierda-susurros que le hacían doler aun más.

Un estallido lo asustó, unos gatos comenzaron a maullar y arañar a su contrincante.

-Malditos gatos-siguio con su trabajo, con cuidado al terminar bajo su camiseta, su gabardina tenía capucha se la puso y salió con cautela del callejón, en la avenida no se encontraba ninguna persona.

Suspiro con alivio y las sirenas no se escuchaban.

Sentía dolor y a cada paso la sangre goteaba, sentía su cuerpo tambaleandose, la adrenalina había bajado.

Y dolía el hombro comenzaba a sentir frío y ver borroso.

Tenía frío hambre y mucho sueño, demaciado sueño, una arcada lo hizo vomitar, las arcadas lo debilitan a pasos agigantados.