III

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Este imbécil que trae yo no le hice nada a su novia ya le habia dicho que ni siquiera se me ocurrió.

-Yo no le hice nada a tu noviecita-su mirada era odio puro.

Estaba seguro que quería golpearme, este maldito cree que puede amenazarme.

-Cuidado con quien te metes- le volví a decir como en aquel festival.

-Dime ¿donde está?-

-No por que le invite algo ya la debo tener secuestrada o metida en una bolsa sin organos-

Su ojos se abrieron más, se veía bastante asustado.

-¡Eres un!- un celular se comenzó a escuchar.

Si que está bien estúpido este...

-¡Emma!- que le den un premio por imbécil-Lo se, pero, si entiendo, estaba preocupado, bien-colgó y yo arque una ceja-Quisiera que me disculparas-

-Si, no me interesa-rodé los ojos estaba apuntó de abrir la puerta.

-Hey, te invito algo como disculpas-le mire y entre a mi casa deje las cosas en la mesa y regrese con rapidez-Yo elijo el lugar-no soy ningún naco.

Me miro subir a su motocicleta y él subió.

Debatimos por el lugar para comer y con uno en especial estuvimos de acuerdo.

Llegamos al lugar y nos sentamos en una mesa, platicando, el me contaba cosas que obvio la mayoría ya sabía aunque me contaba más a fondo donde vivió ¡Un burdel! y etcétera.

El pidió solo un filete con ensalada y no se que más...

-Y usted, que desea-

-Mmm quiero el Manu...este- lo señale.

-¿Para niños?-

-Si- fue un susurro avergonzado.

-Bien, con su permiso-

-¿Enserio?- lo mire casi apuñalandolo con la mirada.

-¿Que? Te afecta-

-No, solo es gracioso tu uno de los criminales más buscados pidiendo ese menu-

-Que te valga lo que coma-

Dicho burlándose un poco a costa de mi dignidad estaba apuntó de tirarle el salero de toda la vergüenza.

-Aquí es tan sus platillos-ambos miramos hacia la comida pero a mi platillo le faltaba algo fundamental.

-¿Am disculpa y la banderita?- ambos me miraron.

-O disculpa pero-

-Pero...-estaba apuntó de desenfundar el revolver.

-Claro en un momento se lo traigo-

-Bien, ahora-la desenfunde con rapidez y toque su estómago con el arma con disimulo.

-¡Bien!- se marchó casi corriendo.

Me acomode mi cabello de un lado y el chico mesero llego y puso la banderita.

-Gracias- sonreí.

Mire a Ken y el estaba perplejo le sonreí con burla.

-No te asustes Kenchin no soy ningún asesino -Le sonreí para quitar la banderita, limpiar el palito y quitarme la gorra y poner la banderita detrás de mi oreja.

Culpa[Drakey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora