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Se que pensar en ti no es lo mejor, tambien que tú eres el mismísimo demonio.

Confiar en ti no es fácil.

Pero dime, ¿Cómo es que termine aquí?, enredado en tus brazos y tus labios en mis hombros y cuello.

Tus ojos profundos con un brillo extraño y suspiros que me es tan desquisiando, por no poner un alto.

Por caer en tus bellos ojos, el dejarme llevar por como el aire mece tus cabellos.

Creer que seré feliz cuando pruebo tus labios, y tus manos recorren desde mis espalda hasta mi nuca.

Quiero olvidarte, deseo no volver a vernos, pero cuando estoy decidido, llegas y no puedo decirte no.

Y al final del día termino contigo en besos desesperados y miradas ardientes.

Eres una droga, una exquisita forma de hundirme en el pecado.

Tus tentativas formas de expresarte, la elegancia de tu caminar y tus risas sin tapujos.

Eres la mezcla perfecta de la elegancia y la frescura de no aparentar.

De ser tú, sin que seas falso, eres tú, no pierdes tu escencia.

Tal vez eso fue lo que me hizo caer. Y la valentía de apuntar con un revólver a quien te niegue algo.

Manjiro, no soy más que un adicto a ti, tal vez tenías razón en aquella ocasión...

Eres un secreto, uno que guardo con fervor.

Tu calor, tus manos acariciando mi rostro, no son los labios tampoco la atención ni el sexo. Es la persona, tú Manjiro, eres tú.

Por que no importa lo mucho que ella se esfuerza, no eres tú...

Es tú sonrisa, son tus cabellos, tus ojos negros, tu excéntrica forma de ser, tu manera en pedir las cosas.

Que me has echó Manjiro, en que momento comenze a pedir estar más tiempo del necesario. Como es que decidí besarte, en explorar este sentimiento.

Te nesesito, ¿Tú me necesitas?...

//0//

-¿Qué haces aquí?-

-Vine a saludar-

-¡Es mi maldito trabajo!, ¡no puedo estar cinco minutos lejos!-grito...

Manjiro estaba aburrido en el departamento.

Llamo a Kokonoi y Keisuke para que se encargarán de la "mercancía" y demás cosas.

Mientras él tenía un trabajito. No se iría de ahí, al menos que Kenchin lo siguiera.

Y con la egocéntrica mirada se miro en el espejo, solo se puso el cubrebocas.

No quería que lo reconocieran, salió de casa con la dirección de donde trabajaba él de trenza.

Cuando estaba un tanto cerca, tomó una calle diferente, perdiéndose después de una hora llego al lugar.

Sonrió al ver el lugar, fue a una sonrisa nostálgica. Su hermano llego a sus pensamientos...

Movió su cabeza negando, no había ido a que su coraza desapareciera y que todo se desvaneciera por melancolía.

El lugar estaba un tanto sucio lleno de aceite y partes, motocicletas por ahí y por allá. Suspiro al no ver nada.

Culpa[Drakey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora