Culpa[Drakey]

XVI

-¡Oye!- lo saco de sus pensamientos.

Aún seguían en el callejón ambos mirandose con suma precisión. Manjiro bufo y se alejo rápidamente.

-...

Ken se miro y por un momento creyó que había sido real todo, que si lo había besado, y dios fue algo que...

Pero todo había sido mentira, un pensamiento muy enredozo, solo pudo seguir mirando a Manjiro sin decir, ni hacer tampoco nada de nada.

-Si no me dirás nada me voy con los chicos, me están esperando y tú ni me dices nada- lo dejo, marchandose.

Ken sintió su torso temblar su boca tambalear y su lengua tan pesada, vio como Manjiro se iba de la calle y vio cuando doblaba a la esquina suspiro con frustración, un golpe en seco se oyó.

-¡Manjiro!- corrió para ver.

Un enmascarado lo levantaba del suelo cuál costal de papas. Le miro, eran tan profundos esas amatistas.

-¡Hey suéltalo!-

Vio como se metía con Manjiro a una camioneta negra, sin placas y arranco en cuanto se cerró la puerta. La sangre en la acera, y el miedo lo invadió.

Corrió al establecimiento y abrió la puerta con rapidez. Vio como el chico rubio y de ojos claros acariciaba un mechón negro de su acompañante y este le miraba, todo embobado.

-Baji- llegó y le miro, Keisuke le hizo una seña para que hablara-Se llevaron a Manjiro-

-¿¡Que?!- se levantó de su asiento con una rapidez extraordinaria al igual que Chifuyu.

-Una camioneta negra sin placas se llevaron a Manjiro- estaba aturdido, pero debía dar la noticia.

-¿Quien? ¿Lo viste?-

-Llevaba un pasamontañas, solo ví sus ojos eran violetas- Baji comenzó a tocar su cara, la desesperación comenzaba a encargarlo.

-Ven - se lo llevó a la salida del café.

-Que sucedió en realidad, lo hechos completos- Baji agradecía que su pareja fuese un ex policía. Ayudaba tanto en esos problemas.

-Queria hablar con él llegamos a este callejón, el se fue cuando no le dije nada y al doblar la esquina se escucho un golpe-

-Que tipo de golpe, ¿como si lo hubieran tirado? ¿o lo golpean con que?-

-No, fue totalmente seco, cómo si hubiese sido madera, una herramienta o que lo hubieran estrellado con la pared, salí corriendo para ver si algo le había pasado y el tipo lo llevaba cargado, lo metió a la camioneta, cuando corri para sujetar la puerta arranco y me fijé si habían placas. No había nada-

-Sangre- Keisuke se acuclillo y tocó dónde había manchas pequeñas de sangre.

-¿Sabes quien pudo ser?-

Keisuke nego, estaba asustado y al igual desesperado ¿quien pudo haber sido?. Se talló el mentón y paso sus manos por su cabello aún dando vueltas cuál puma encerrado.

-Necesitamos ir con los demás- miro a Draken-Y tú vendrás con nosotros- el de dragón se asustó.

-Yo no iré-

-Oh claro que vendrás eres el único que alcanzó a ver algo y cada detalle cuenta- camino y saco su celular.

Lo toco un par de veces y lo llevo a su oreja. Hablo con rapidez tallando se el mentón otra vez, gruñó desesperado. Matsuno no escuchaba nada ni Ken.

-Es grabé- dijo el rubio bajito.

-No creo que sea bien recibido con ustedes- Chifuyu lo miro.

-Me importa una mierda como te traten, debemos saber quien putas se llevó al enano- Keisuke se acerco mirándolos.

-¿A quien llamaste?- el rubio de ojos aguamarina le miro.

-Izana, él debe estar el tanto de esta situación- miro a su pareja y después a Draken-No te irás hasta que lo encontremos- sus ojos eran violentos y felinos.

-Bien- no sé dijeron más.

Después de cinco minutos, un auto blanco se paró frente a los tres que aún seguían hablando del posible, raptor.

El vidrio polarizado bajo y con el, un albino de ojos púrpuras de copiloto y un pelinegro de cicatriz violenta de piloto.

-Suban y quiero los hechos con minúsculo detalle- no los miro, solo veía el paisaje frente a él. Una vena saltaba en su frente aunque no era de odio ni furia, se encontraba preocupado.

Se subieron con rapidez y se arrancó el auto, el de ojos violetas miro a los tres por el retrovisor y escaneo uno a uno.

Primero fue Baji, a quien lo inspeccionó de arriba a bajo, su cabello largo sus ojos ámbar se notaba la preocupación y el desespero.

Luego fue Chifuyu miro los ojos aniñados y el rubio de su cabello, su mirada baja y sus dedos temblorosos, chasqueando de vez en vez la lengua.

Y por último a Draken que vio el tatuaje apenas visible, su rubia melena y esa altura tan extravagante, sus ojos estaban perdidos, pensativo.

-¿Como sucedió?- dijo fríamente. Mientras aún los veía por el retrovisor.

-Necesitamos cada detalle tal vez podamos dar con el captor- ahora fue el de ojos dispares quien hablo.

-Hablaba con él- fue interrumpido.

-Aja ¿Y quien eres? conozco al inepto y al otaku pero y ¿tú? -las miradas no pasaron desapercibidas por el Kurokawa.

-Soy un conocido, lo ayude cuando fue herido hace algunos meses-

-Sigue que sucedió después- le miro el de ojos diferente.

Contó cada cosa que vio y sabía, lo que pasó desde un principio y que no había visto nada raro cuando estaban "hablando" en el callejón.

Chifuyu y Keisuke comentaron que no habían visto nada raro ni fuera de lo normal al rededor de Manjiro.

La cosa comenzó a ser más densa cuando tenían menos pistas de quienes había sido capaz de raptar a Manjiro.

Izana le tembló la mano, no sabía que le podía estar pasando, pero deseaba que nada malo fuera.

Siguieron su camino hasta la capital, dónde los esperarían los demás, que ayudarían a ese gran problema que comenzaba a tejerse de terror.

Al llegar a la capital ya estaba siendo de noche las luces comenzaron a danzar entre ellos. Las calles con autos y luces amarilla y rojas.

Un gran edificio se alzó cuando vio a su lado Chifuyu se mantenía en su celular y Baji sonriendo de solo ver la gran estructura.

Supuso que ese era el lugar, Izana suspiro y su acompañe solo un chasquido con su lengua se escucho.

-Llegamos- susurro Chifuyu y guardo su celular.

Un escalofrío paso por su columna y sintió un nerviosismo inexplicable, paso saliva con fuerza el auto se estacionó y dos hombres abrieron la puerta de su lado y de Izana.

Milenios desde que la actualize, pero aquí está. Disfruten y buen día noche o madrugada.