𝐜𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐟𝐨𝐮𝐫

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24 de diciembre de 1981

En la mansión Potter era un completo caos, cosas volaban de aquí a allá, elfos venían e iban. En la habitación del primogénito Potter se encontraba Harry, en compañía de su padre que estaba huyendo de su esposa e intentaba hacer que su hijo se ponga un suéter, horroroso en su opinión.

—Bambi —llamó a su hijo. Harry al escuchar que su padre lo llamaba dejo de jugar —¿Quieres quedarte quieto? Tu madre me dijo que te cambiara pero no ayudas. —se quejó

—No quiero –manifestó con el ceño fruncido y un adorable puchero.

–Pero bambi tienes que verte guapo para Kira –persuadió. El niño al oír el nombre de su amiga se le iluminaron los ojos pensando que estaba ahí para jugar con el.

Desde que Harry tenía cinco meses había presentado mucho apego hacia la castaña, cada vez que la nombran el nombre de la castaña, el pequeño ojiverde exclamaba queriendo ver a su compañera de juegos y única amiga. Sirius al ver cómo reaccionaba su ahijado al nombre de su pequeña princesa, como lo llamaba él, quiso alejarlos pero obviamente su esposo impidió aquello. Desde ese entonces Lily y James usaban a Kira como excusa para que Harry se portara bien.

– Kira vendrá si te pones ésto –señaló un suéter con un montón de renos y luces rojas –si, lo sé. Es horrible pero tu madre quiere que te lo pongas y no quieres ver a tu madre enojada –se estremeció al pensar en su esposa enojada.

Luego de haber luchado con su hijo para que se ponga el suéter, y que su madre le haya dicho que se veía adorable y muy guapo ocasionando que el pequeño azabache se sonroje. Los primeros en llegar fueron, Peter y Mary, que habían comenzado a salir hace dos años; luego llegó Regulus Black, que luego de la derrota de Voldemort hizo las paces con su hermano y se convirtió en merodeador honorario, después llegaron Dorcas y Marlene que habían regresado de su luna de miel, halagando al pequeño Potter diciendo que estaba muy guapo, luego llegaron los Longbottom, que cuando Harry tan pronto vió a Neville ambos comenzaron a jugar, y por último llegaron los Black.

–Perdonen el retraso, es que el pulgoso de Sirius –dijo mirando a su esposo con reproche –no decidía que ponerse.

–¡Hazzy! ¡Nevie! –gritó Kira en brazos de su dadfoot, como le decía ella a Sirius, a sus amigos.

–¡Kira! –devolvieron con entusiasmo el saludo a la niña corriendo, lo más rápido que unos niños de un año podían, para envolverse en un abrazo que los dejó a los tres en el suelo.

–Bien distancia, prongslette y mini Frank  –exclamó padfoot.

–¡Sirius! Son solo niños, por el amor de Merlín. –regañó divertido su hermano y luego con arrogancia agregó haciendo reír a los adultos. – Igualmente nadie está a la altura de mi sobrina.

Luego del dramatismo de Sirius, fueron al comedor y pasaron un linda velada llena de risas y recuerdos de sus años en Hogwarts, hasta que a Kira se le ocurrió tirarle un poco de tarta de melaza a Harry, antes de que Remus comenzará a regañarla, Sirius exclamó «¡Guerra de comida!» empezando una guerra de comida entre los niños y los no tan niños. A la que pronto todos se unieron, sí, incluso Lily. Pronto el lugar y su ropa de gala quedó sucia y llena de comida que con un solo movimiento de varita se limpió.

A media noche cuando los niños estaban dormidos abrazados unos a otros, cansados de haber jugado toda la noche. Los adultos comenzaron a bailar una canción lenta, a excepción de Regulus que estaba dormido en una esquina abrazando a un peluche de Harry después de haber bebido grandes cantidades de hidromiel.

–Quien lo hubiera imaginado –dijo en un susurro el castaño mientras bailaba con  su esposo –tu y yo estamos casados y tenemos una preciosa hija. James por fin conquistó a Lily, se casaron y tuvieron un hijo–añadió entre risas mirando a la pareja que estaban bailando mirándose con una sonrisa.

–Marlene por fin aceptó que estaba enamorada de Dorcas y se casaron. Peter y Mary están juntos después de tantas idas y vueltas—continuó el azabache –Alice y Frank están felices y tuvieron al pequeño Nev. Y yo arreglé mi relación con mi hermano pequeño.

–Todo es perfecto –terminó el castaño con la suave sonrisa característica de él, algo que Sirius amaba.

–Soy muy afortunado de tenerte junto a mi, mi hermoso moony –susurró cerca de sus labios, logrando que el castaño se sonroje –te amo –dijo juntando sus labios en un beso que demostraba el amor que se tenían el uno al otro. Gesto que el castaño respondió con el mismo sentimiento.

















-Maga<3

𝘽𝙪𝙩𝙩𝙚𝙧𝙛𝙡𝙞𝙚𝙨 | Harry J. Potter [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora