𝐜𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐬𝐢𝐱

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Los Potter junto a la niña Black-Lupin se encontraban apunto de ir a Londres Muggle. El señor y la señora Potter habían prometido que cuidarían a Kira ya que los padres de dicha niña iban a tener una segunda luna de miel. Así que ella iba a pasar una semana casi dos con ellos.

– Niños, recuerden que no deben mencionar nada relacionado con la magia – recordó la pelirroja.

– Si, tía Lily/mamá/Lily-flor

– Tía Lily – llamó la castaña. La mencionada la miró esperando a que siga – ¿Qué es eso? – señaló un hombre que andaba en una bicicleta.

— Eso es una bicicleta, cariño. Para los muggles esa es como una escoba, solo que hay que pedalear. Es cómo la motocicleta de Sirius, solo que menos peligrosa. — explicó dulcemente.

– ¡Wow! — exclamaron ambos niños.

– ¿Papá puedes comprarme una? – preguntó en azabache.

–Claro Bambi. — respondió sin problema.

—¡James! No le vamos a comprar una bicicleta – al oir eso el niño, la miró con ojos de cachorro y un puchero. — Está bien, pero lo compraremos cuando nos vayamos — suspiró resignada.

— ¿Me la prestarás verdad Hazz? —preguntó la niña

— Claro, Kirs — aceptó con obviedad el azabache, recibiendo una adorable sonrisa a cambio.

— ¿Quieren ir a desayunar? — preguntó el miope, recibiendo un asentimiento de los niños y de su esposa. — Yo invito.

— ¿James a dónde vas? — inquirió la pelirroja divertida. — La cafetería queda para el otro lado.

— Ya sabía eso Lily-flor, solo quería saber si estabas atenta — bufó sonrojado.

Al ir a la cafetería, en la dirección correcta, se sentaron afuera del lugar y la pelirroja ordenó para todos, ya que James no tenía idea de nada y los niños no sabían ni leer. Para ella y James pidió tostadas francesas con café y para los niños jugo de naranja con pancakes.

— ¿Les gustó? — preguntó la hija de muggles, cuando terminaron de comer. Cuando todos asintieron con una sonrisa, exclamó emocionada —Perfecto, ahora iremos a la rueda de la fortuna, luego al zoológico y por último a un parque de diversiones.

Luego de que pagaran la cuenta, llamaron a un taxi muggle para ir a la rueda de la fortuna. Al llegar había, para su buena suerte, poca fila. Mientras esperaban ambos niños que estaban jugando a las palmaditas (un juego muggle que les enseñó Lily) vieron un señor con un montón de globos con forma de animales algo que inmediatamente llamó la atención de ambos.

— ¡Mamá!/ ¡Tío Prongs! ¿Nos pueden comprar eso? — pidieron mientras señalaban los globos.

— Claro niños, vengan conmigo. Tomense de la mano — aceptó la pelirroja llevándose a Harry de la mano, que a su vez que sostenía con fuerza la mano de la castaña. — Buen día señorita —saludó con una amable sonrisa.

— Buenos dias, señora ¿Cuál van a querer? — preguntó amablemente

— El gato/ perro, por favor — exclamaron a la vez.

— Aquí tienen señor y señorita — les dio los globos a ambos con una sonrisa enternecida.

— ¡Gracias, señorita! — exclamaron alegres. Mientras Lily pagaba a la señora.

Ambos caminaron de regreso con el Potter que estaba esperando en la fila mirando con curiosidad a su alrededor pero al verlos centró toda su atención a los niños o mejor dicho a sus globos.

𝘽𝙪𝙩𝙩𝙚𝙧𝙛𝙡𝙞𝙚𝙨 | Harry J. Potter [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora