Capítulo 17:
-No me lleves a mi casa, por favor- suplico, sin despegar mi vista del conductor. Daxon por unos segundos no dice nada, podría creer que me estaba ignorando.
-En cinco horas trabajo, quiero dormir- ruedo los ojos mientras subo el volumen del radio.
El oficial es un hombre extraño, me tuvo semidesnuda en su auto y aunque no quiera sentirme avergonzada, igualmente le suplico estar junto a el más tiempo.
-Puedo dormir contigo, no hago ruidos y no me muevo, literalmente no existo- contesto con una sonrisa gigante, como el gato de Alicia.
Daxon no dice nada, prosigue con el camino en completo silencio. Lo observo unos minutos mas y paso de el para prestarle atención a la ciudad, se encuentra vacía pero brillante, el ambiente se mantenía frío y parecía que en cualquier momento caería la lluvia de nuevo. El oficial dobla lentamente hacia un estacionamiento cerrado, de un edificio de pocos pisos pero lindo a la vista.
Bajamos del auto estacionado y luego de trabar las puertas sigo al policía hacia un ascensor pequeño, parece ser hecho para el uso de una sola persona. Estaba muy cerca de Daxon, hasta podía sentir su corazón latir, este se acerca para apretar el botón 4 y luego del toque la maquina comienza a subir con suavidad.
Siento unos toques en mi cabeza, levanto mi mirada y el oficial parecía sacar algo de mis mechones, no me observa, solo se dispone a limpiar algunas partes del cabello.
-Tienes unas hojas, supongo que se pegaron a tu cabello estando en el techo- vuelvo a agachar mi cabeza para permitirle más acceso a lo que sea que estaba haciendo, era muy delicado y me gustaba mucho sus toques.
Al no sentir más su tacto lo observo pasivamente, adoraba mirarlo a pesar de no obtener su completa atención, su pálida piel que contrastaba con las luces del ascensor, quería tocarla nuevamente y pasar mi lengua por sus mejillas, quería comerlo.
Como cuando te gusta mucho un gatito.
Elevo mi mano derecha para quitar esos mechones castaños que no me dejaban ver sus hermosos ojos ámbar, aquellos que vi una noche por primera vez donde estaba fuera de mi misma, esos ojos de los cuales me obsesione hasta tal punto de quererlos para mi.
Al llegar al cuarto piso Daxon toma mi muñeca despertando de mi ensoñación y me guía hasta su departamento el cual es de un buen tamaño, tiene sus cosas necesarias, pero hay algo que generaba una adicción en mi.
Su olor está por todas partes.
-Ven, te limpiaré la herida, luego iremos a dormir- le sonrío emocionada y tomo asiento en su sillón que se veía cómodo.
Necesito lastimarme más seguido para que me ofrezca sus servicios de enfermero.
Lo observo sentarse junto a una caja que imagino será un botiquin, de este saca agua oxigenada; gasas; algodón y cinta.
Podría cobrarme un impuesto especial de farmacia, vendría muy seguido a que me cure.
Muerdo mi labio al sentir el frío y mojado algodón sobre mi herida superficial, limpia cuidadosamente la sangre seca, aquella que seguía saliendo y lo que pueda infectar la zona. El dolor comienza a ser más frecuente que nubla mi vista, sentir sus dedos cálidos trabajar con esmero aceleran mi corazón a una manera de considerarse taquicardia.
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ANISSA ©
Mystery / ThrillerAni es extravagante, tanto que descoloca a sus conocidos, de por si cada día es uno diferente junto a ella. Aún con un poco de sangre ajena en su pálido rostro, sigue siendo extravagante. Aun siendo apuntada por hombres uniformados, sigue siendo ex...