Capítulo 11

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¡Hola! (Capítulo editado)

Aviso rapidísimo, el personaje principal hombre tiene otro nombre jeje

-Daxon-

Fin del comunicado

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Capítulo 11

-Les pedí con leche- escucho la voz de mi colega, irritado por la "mala atención" según su actitud crítica.

-Eres de estresarte por cualquier cosa, puedes pedirle y problema resuelto- contesto tajante con una sonrisa, Dante rueda los ojos y se retira de la cafetería con pasos firmes, a pesar de su corta estatura, emanaba dureza y miedo.

Nos movemos sincronizados hacia nuestra patrulla encargada. Hoy era un día soleado, por eso comprendo la irritación de Dante, el uniforme genera picazón cuando hace calor. Tomo asiento como piloto del carro y a mi lado se sienta mi compañero, rápidamente vertiendo azúcar a su café negro, tomo un trago del mío hidratando mi seca garganta y quemando mínimamente mi lengua.

-¿Puedes creer que Walter hará reformas con los equipos tácticos? Destruirá la poca confianza que conseguimos con los anteriores.- sonrío poniendo en marcha el coche y comenzando a recorrer las calles en una velocidad debajo de la mínima.

-No debes quejarte, estás en proceso de un ascenso y subida de rango, cualquier problema que construyas irá a tu contra, aún eres un subcomisario sin conocimientos de la zona- Lo observo de reojo con diversión, Dante rueda los ojos y bufa exasperado abriendo completamente las ventanillas, se encontraba enojado al saber que tenía razón.

-No hables bajo tus privilegios de comisario principal, si logras culminar con los trabajos internos del jefe serás inspector y te olvidarás de tu hermano, mejor amigo- habla con intensidad, dramatizando sus expresiones y con voz dolida, todo un acto- no olvides que una vez te pagué un boleto del autobús, sin mí no hubieras llegado al ingreso de la academia.- suelto una carcajada vibrante, era divertido patrullar con Dante, a pesar de ser una persona conocida, nadie podría aburrirse con su presencia.

Terminamos nuestras bebidas y estaciono cerca de un contenedor de basura, mi compañero se dispone a tirar los residuos y volver al coche. Arranco el auto y volvemos a pasar por toda la zona, la radio se encontraba encendida con voces informativas que llenaban el ambiente, Dante revisa unos mensajes de su celular y vuelve la vista al frente.

-¿Qué te traes con la mujer?- estaba creído que no sacaría el tema y no trataría de incomodar mi persona, pero me equivoqué, es Dante.

-Nada- contesto simplemente, sin el esfuerzo de conversar contando una historia sin comienzo ni fin.

-La conozco...-observo de reojo a mi colega, que llama mi atención con esa simple oración- Quiero decir, ya la he visto anteriormente pero ella a mí casi que no- susurra lo último con cierta desdicha, acto que eriza mi piel sin saber el porqué.

-¿De dónde... donde la conociste?- pregunto, mostrando desinterés y entrando en la fría conversación, tratando de comprender el cambio de ánimos del hombre.

Su sonrisa característica vuelve a su rostro, tratando de pasar desapercibido su humor variante. Apoya su brazo sobre la ventanilla ya abierta y desabrocha el primer botón de su camisa.

Se veía relajado, como si recordar a Anissa fuera un suceso maravilloso.

-¿Recuerdas cuando aún era un aspirante? mis últimos meses de la formación practica, todavía no obtenía mi placa- asiento lentamente, recordando los anteriores tres o cuatro años, donde Dante mucho más joven e inexperto buscaba cumplir su sueño, estar dentro del cuerpo policial. -Me incluyeron en un operativo sencillo, vecinos quejándose de gritos y ruidos extraños...

...Junto a otro cadete y un oficial llegamos a la casa en cuestión, tan común como las otras. No teníamos permitido conversar con vecinos o la familia que fue denunciada, por ahora solo observar el protocolo y los pasos a seguir. El oficial a cargo llama a la puerta y a los segundos sale esta mujer, estaba bien pero confundida, insólito que en su entrada aparezcan tres uniformados. Creo recordar que ella hablaba sin entender la situación y asegurando que nada pasaba, tal vez fue una broma. A pesar de eso escucho ruidos, así que sin acercarme mucho al radio privado, llego hasta una ventana de la casa que me dejaba a la vista, quiero creer, ambos padres de la loca.

-¿Loca?- ruedo los ojos -¿Que viste entonces?- pregunto suspirando, bastante interiorizado en la teórica historia que mi compañero comentaba.

-Peleaban, tal vez de ahí salían los gritos, la madre supongo lloraba mientras lavaba agresivamente una prenda, tanto el como ella estaban sucios, el rostro y cuerpo manchado de polvo, su padre limpiaba herramientas, ambos discutían de forma muy violenta. Me pareció extraño toda la situación, cada familia tiene sus rarezas, a los minutos el oficial se retira y la recuerdo a ella, esperando en la puerta de entrada con una sonrisa, saludando sin levantar algún tipo de sospecha.

-¿No lo acabas de inventar no?- Dante me observa con enfado, mientras sube le volumen del radio. Escondía mi curiosidad de saber qué pasó en realidad, pero seguro no era más que discusiones maritales

-Seré necio pero no mentiroso, la recuerdo bien- apoyo mi antebrazo sobre la ventanilla, tomando el volante únicamente con mi mano derecha sin cambiar de velocidad -Es un poco inusual lo que pasó, pero me da buenas vibras la loca- frunzo el ceño queriendo soltar una carcajada mientras observo por unos segundos a mi compañero como si hubiera perdido la cabeza.

-Olvídala Dante, no estará más cerca- subo la velocidad y recorro las calientes calles.

-No lo creo...- susurra para si mismo con una sonrisa, pero logro escucharlo.

-Operativo en avenida 19, se requiere presencia de patrullas- habla el radio, con un trabajo pendiente para nosotros.

-10-4- contesto, tomando velocidad dirigiéndome al lugar en cuestión.

ANISSA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora