Capítulo 14

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Capítulo 14

Frena el carro en un semáforo y observa lentamente a sus lados, no lo pierdo de vista, hasta me acomodo en un costado para tener un mejor panorama. En un bolsillo de su camisa agarra una caja de cigarrillos, se toma su tiempo de escoger y busca en la guantera un encendedor, mi punzante mirada no pierde sus movimientos.

Coloca el cigarrillo entre sus carnosos labios pero en un movimiento rápido y suave quito de sus dedos el encendedor, en su rostro aparece una mueca de reproche, pero antes de que diga algo me aproximo hacia su rostro y acerco la llama al inicio del pequeño objeto, espero unos segundos hasta que esté listo para ser usado. Sus ojos brillan de sorpresa, toma una calada para mantenerlo prendido y suelta el humo en mi rostro, mis ojos se mantienen abiertos al acto.

-¿Me das un poquito?- pregunto con una sonrisa, acomodándome mejor en mi asiento, Dax conduce ésta vez con el cigarrillo entre sus dedos.

Me pasa en silencio el objeto sin mirarme y lo tomo con emoción. Le doy una fumada y suelto el humo en la ventanilla, mojando inconscientemente mi labio inferior, como si pudiera degustar el tabaco. Es una sensación increíble, no por fumar un miserable cigarrillo, es por fumar el cigarrillo de Dax. El oficial se mantiene enfocado en el camino, por eso mismo dejo entre sus rosados labios la pieza. No dice nada al respecto.

Empiezo a creer que Dax está acostumbrado a mis acciones llenas de confianza.

Llegamos a mi hogar y bajo rápidamente, intentando no resbalarme en el mojado asfalto. Aun tenía mi cabello húmedo por la lluvia, mi ropa estaba bastante seca así que no me quejaba. Mientras buscaba una copia de llaves que mis padres dejaron en las flores, detrás mío se acercaba Dax, observando mis movimientos.

Abro la puerta de entrada y espero a que mi invitado pase primero, este lo hace lentamente y un confundido Rud lo recibe.

-El es Rud, ya lo habías visto una vez- mi perro se enloquece bajo las caricias del policía, empezaba a sentir celos de mi propia mascota.

Dax camina hasta la cocina y mi perro lo sigue con felicidad, en un momento se acuerda de mi y se prepara para saludarme pero lo observo con enfado.

Hasta llego a gruñirle.

Rud me observa desconcertado pero se olvida de mi en un segundo y se recuesta junto a los pies del oficial.

-Deberías ir a secarte, podrías pescar un resfriado- habla por fin Dax, sentado en el comedor.

-Oh Daxon que hermosa voz, tanto tiempo sin escucharte que ya había olvidado tu tono.- comento con sarcasmo, este rueda los ojos y observa las paredes de mi casa, inspeccionaba todo a su al rededor.- Iré a cambiarme- aviso, no sin antes dejar que la cafetera comience con su trabajo.

Camino directamente a mi habitación seguida de Rud, me quito las prendas húmedas hasta quedar en ropa interior y busco mi pijama, luego me bañaré. Al cabo de unos segundos escucho unos golpes en la puerta de mi habitación, sabía que era Dax pero no comprendía porque me necesitaba ahora. Abro la puerta únicamente con mi ropa interior, sin arrepentimiento, hasta encontrarme con la mirada de sorpresa del oficial, recorre discretamente su mirada por mi cuerpo semidesnudo y rápidamente la desvía suspirando.

-Te llaman al teléfono- habla, tomo el aparato inalambrico y contesto sin titubear, Daxon se apoya sobre el marco de la puerta con los brazos cruzados, olvidando mi conjunto blanco de bragas y sostén.

-Si no quieres ser más mi amiga avísame así no me hago ilusiones- habla Isabella apenas contesto.

-Gracias por preguntar, estoy bien- digo con sarcasmo, dejo en altavoz el teléfono para cambiarme mientras en la otra línea se escucha un bufido que me saca una sonrisa, confundiendo al policía que se encuentra enfrente mío.

-¡Hablo en serio!, todo el día estuve mandando mensajes, llamando a tu celular- Isabella suspira- Quería invitarte a una fiesta para que salgas de tu ensueño con policías, militares, no tengo ni idea, pero iba a cancelar la salida porque pensé que te asesinaron los comisarios por insoportable.-observo un momento a Daxon quien tiene una sonrisa, pero se retira hacia la cocina tratando de no reírse en mi cara.

-Me olvidé el celular en la iglesia, no me asesinaron ni mucho menos te ignoraría, es mas probable que pase lo primero.- ruedo los ojos escuchando una carcajada de la mujer- iré, pero con alguien.

-Bien, me conformo con eso, a las 11 en el bar "Devil Town", te espero besitos- corta la llamada sin esperar una palabra mía, tiro el teléfono en mi cama y salgo a la cocina ya cambiada.

Dax ya estaba tomando el café humeante mientras se relajaba en la mesada, una taza esperaba junto a el, le sonrío mientras tomo asiento en el desayunador no sin antes tomar la caliente taza.

-Iremos a una fiesta- comento rompiendo el silencio, tomando un gran trago del café bajo la atenta mirada del policía, quien piensa un poco lo que había dicho y eso me sorprende un poco.

-Te acompañaré, pero con tres condiciones- se acerca a mi mientras entrecierro mis ojos, pero asiento esperando que siga- Primero estaré solo una hora allí, segundo no quiero que te emborraches cuando yo esté presente, tercero...- frunzo el ceño mientras lo observo pensar, no confío mucho en lo que se le pueda ocurrir- tercero, si voy no aparecerás más en la comisaría.- el enfado aparece y lo hago notar, cerrando mis puños queriendo borrar la sonrisa de triunfo que tiene en su rostro.

-Acepto- Daxon no esperaba que aceptase, estaba claro que rompería cada una de sus condiciones como si me llamara Anissa, pero él aun no lo sabe.-Búscame antes de las 11, vístete lindo pero no tanto, no soportaría que te miraran- le sonrío mostrando los dientes y achinando los ojos, este solo rueda los ojos.

No puedo saber que pasará esta noche, pero le pediré a Isabella que nos saqué muchas fotos, podría tatuarme alguna.


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¡Feliz navidad y año nuevo! <3

ANISSA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora