-ˏˋ Diez ˎˊ-

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...

Hyunseo no abrió su taquilla en toda la mañana.
Estuvo ocupada de un sitio para otro, todo lo que necesitaba ya lo tenía en mano, y cuando fue a abrirla antes de volver a casa, no encontró nada además de sus pertenencias.
No había carta, no había polaroid. Ni siquiera un sobre accidentalmente vacío.

Sintió que le faltaba algo. El haberse acostumbrado a leer aquellas letras motivadoras y llenas de positivismo y esperanza hizo que su estado de ánimo cayera en picado cuando no las recibió. Y lo que más le gustaba, la polaroid, tampoco estaba.

Sin embargo, se reincorporó, cerró la taquilla con su llave y suspiró.
- De todas formas, no eran para mí.

Dio media vuelta para seguir su camino a su casa.

...

Por el camino se encontró con Heeseung, quien también salía de sus últimas clases para irse a comer a su casa. Pensó y pensó mientras hablaba con él de otras cosas. Le daban ganas de contárselo todo, de preguntarle si ya no recibiría más cartas, pero no podía.

Cuando sus caminos se separaron, Hyunseo ya estaba a solo unas manzanas de su casa. Y una vez llegó, la tensión alrededor de ella no se esfumó si no que incrementó.
Su madre la esperaba de brazos cruzados y con cara de pocos amigos.

Dejó su mochila medio vacía en el sofá, lanzándola hasta este, y se quedó cara a cara con ella.

- ¿Ahora qué he hecho? -cuestionó casi burlona. Creía saber qué pasaba, pensaba que sería algo sobre su penúltima fiesta y lo que pasó, y que le daría la típica charla que ya le intentó dar Sunoo.

- Me dijiste que ibas a hablar con tu padre, y no lo hiciste. Ahora me está escribiendo a mí y no para. ¿Por qué me mentiste?

El rostro de Hyunseo se transformó. Pasó de no estar tomándose las cosas en serio, a estar completamente seria y con cierto enfado creciendo desde lo más profundo de su interior. ¿Cómo tenía él la poca vergüenza de seguir molestando a su madre, y por qué era ella tan inocente?

- ¿Me dejas tu móvil?

La señora Park, cansada de las mismas discusiones de siempre, se lo dio como prueba de que lo que dijo era cierto.
Hyunseo pudo comprobarlo nada más abrir el contacto de su odiado padre. Lleno de mensajes de él y respuestas cortas y cortantes de ella que, a pesar de todo, eran demasiado cariñosas para su gusto.
Le preguntaba en unos veinte mensajes diarios dónde estaba Hyunseo, que quería hablar con ella, que le dijera que le escribiera. Llamadas perdidas, insistencias, notificaciones sin parar, y amenazas.

A Hyunseo le hirvió la sangre, y no estalló porque su madre no tenía la culpa. Solo estaba cegada y dañada.

- No voy a hablar con él -le dio al botón de bloquear y eliminó el contacto-. Si vuelve a escribirte desde otro número, dímelo -le dio el teléfono.

- ¿Por qué te cuesta tanto mantener una simple conversación de tres minutos con él? Es tu padre.

- El cariño y el respeto no se obtienen simplemente porque esté aquí gracias a él. Es algo que se tiene que ganar, y no se lo ha ganado.

Fue directa, y no dijo nada más.

Hyunseo pasó de largo, agarró su mochila y subió las escaleras para encontrarse con su hermana escuchando desde el borde. Cuando la vio, le asintió. Ambas pensaban igual, y tenían los ojos bien abiertos ante las acciones de su padre en el pasado.

𝐏𝐎𝐋𝐀𝐑𝐎𝐈𝐃 𝐋𝐎𝐕𝐄 | Lee Heeseung ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora