𝐏𝐎𝐋𝐀𝐑𝐎𝐈𝐃 𝐋𝐎𝐕𝐄 | Lee Heeseung ✓

-ˏˋ Seis ˎˊ-

...

Salía de la biblioteca de la facultad en dirección a su taquilla. Hyunseo pasó horas diseñando una boina para un proyecto de clase, y se quedó hasta tarde.

La imagen del conjunto que tenía que crear cobraba vida en su cabeza con cada paso que daba en el vacío pasillo. Le parecía bien planificado, y que lo elaboró de maravilla. Solamente le quedaba hacer la boina, y todo estaría listo.

Llegó hasta su taquilla, no esperando ver nada caer del borde de esta al ser abierta, ya que era de noche y la revisó por la mañana.

Sin embargo, el papel que cayó fue precisamente el sobre que tenía que haber leído la mañana siguiente al llegar a la universidad adormilada y cansada. No estaba para nada así, de hecho, y lo cogió con más curiosidad de lo normal. Lo abrió dudando del contenido de la carta, y agarró primero la polaroid para echarle un vistazo.
Decoración de navidad sobre una chimenea. Ramas aparentemente falsas con hojas verdosas, calcetines colgando del ladrillo superior y caramelos sobresaliendo de estos. Una imagen que no podría entender sin leer, pero que la inspiró para seleccionar los colores de la boina; rojo y blanco.

Guardó la polaroid como de costumbre; como si se tratara de oro en paño. Pasó así a leer la carta.

"¿Cuál es tu estación favorita? Bueno, sé que no me lo dirás, pero me gusta imaginar que es el verano, te pega.

Las mías son el invierno y la primavera. La navidad es genial, y las flores que crecen en primavera nunca me han importado, pero en algún momento empezaron a recordarme a ti."

Heeseung."

"Quiero responder", pensó.
Pero... ¿Realmente merecía la pena hacerse pasar por Béatrice solo por la culpabilidad y el mal sentimiento de que Heeseung fuera ignorado? Esa era su única opción. Si se mostraba como Hyunseo, no solo dejaría de recibir las cartas, dejaría de hablar con Heeseung en general debido a la incomodidad. No haría nada.

Ella misma se había metido en aquello por mantener la boca cerrada demasiado tiempo. Decir las cosas en ese momento sería hasta extraño.

Suspiró con cierto rencor hacia sí misma por no haber hecho nada antes y no querer hacerlo del todo en ese momento. Rompió el papel en pequeños trozos diminutos y lanzó estos a la papelera con pena. Después  cerró la taquilla y se dirigió a la salida con insatisfacción por lo que estaba pasando, y mucha, además.

Continuó caminando hasta su casa donde, nada más cruzar la puerta y saludar a su madre con un beso en la mejilla, su móvil vibró haciéndole saber que tenía un mensaje.

Llegó hasta su cuarto, lanzó perezosa las cosas sobre la cama, y desbloqueó su teléfono para acceder a sus mensajes.

"Fiesta en mi casa. Vienen todos tus amigos. ¿Te apuntas?"

Era Yeonjun.
Hyunseo no se paró ni siquiera a debatir si debía de ser responsable y terminar el boceto de la boina, o adentrarse por segunda o tercera vez en casa de Yeonjun para una fiesta. Que hubiera gente que no conocía ni siquiera le importaba, estaba más que acostumbrada.

Escribió un "voy para allá" y fue hasta los mensajes de Jay, donde le pidió que la recogiera y este aceptó añadiendo una carita sonriente.