-ˏˋ Diecinueve ˎˊ-

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...

Hyunseo incluso se sorprendió cuando el aire fresco le golpeó la cara; un golpe de realidad. Odiaba encerrarse en sus pensamientos, en los sucesos del pasado. La visita de su padre no hizo nada más que hacer que aquello ocurriera inevitablemente.
Tenía miedo de que pudiera continuar molestando a su madre, pero recordó que pronto viviría con el padre de Sunghoon y pensó que, tristemente, aquella sería la única forma de que dejara de molestarla.

Comenzó a caminar junto a Heeseung. Ir a su lado, aunque el contacto fuera nulo en ese momento, le servía para estar algo más calmada. Ya no le dolía el pecho, ya no se sentía agobiada ni tenía un nudo en el estómago como el que formó su padre en cuanto apareció por la puerta.

Ya no la molestaría más, o eso esperaba. No creía que Gaeul le hubiera dado la dirección de su piso en algún momento. Aunque, si era así, no sabía que ella viviría ahí, por lo que no podría hacerlo de todas formas.

Tras un corto camino en el que ambos sembraron un silencio sepulcral e impecable, que también fue cómodo y tranquilo, llegaron a estar frente a los pisos, entre los que uno de ellos pertenecía a Gaeul.
Hyunseo tocó el timbre del que creía recordar que era, y la puerta fue abierta de inmediato sin necesidad de decir por el pequeño micrófono quién era.

Subió junto a Heeseung, eran pocas escaleras, lo cual le tranquilizó.
Una vez estaban delante de la puerta levemente abierta, Hyunseo la abrió empujándola suavemente y pasaron. Gaeul sonreía desde la cocina, situada a la derecha. Era abierta y se conectaba con el salón, que se encontraba a tan solo unos dos metros de distancia y se adornaba de varios sofás medianos de color crema, una mesa de té de estatura baja y una televisión bastante grande. Esa parte se veía cómoda, pero antes de seguir mirando, Hyunseo se dirigió a su hermana y la saludó con un abrazo. Heeseung pasó sus maletas por ella.

-Ya que venís los dos, observad juntos y escoged cuarto -sonrió mientras se separaba de Hyunseo y seguía haciendo lo que parecía una ensalada.

Heeseung asintió y señaló con la barbilla el pasillo que se apreciaba al lado de la televisión, en la misma pared beige. Hyunseo lo comprendió y fue junto a él para que ambos miraran las habitaciones que quedaban; el baño, sus dos posibles dormitorios y el cuarto de Gaeul. Aunque este último no lo verían en ese momento. De hecho, Heeseung no tenía ninguna intención de ello y Hyunseo sabía que le esperaba una charla en ese mismo lugar con su hermana, más tarde. Tenía que contarle lo que había pasado.

Heeseung abrió cuidadoso la puerta del baño, empujando la manivela. Hyunseo observó la bisagra, plateada, completamente nueva y para nada chirriante, lo cual le resultó tranquilidador. Odiaba los ruidos de las puertas cuando les faltaba aceite.

El baño era amplio y tenía tanto una ducha como una bañera. El lavabo era completamente blanco y redondo, todo estaba muy ordenado. Un espejo de cuerpo entero se encontraba junto a gran bañera, y en el otro extremo al lado de la ducha y su alfombrilla, un armario mediano con algunas estanterías a la vista. En ellas había toallas enrolladas, botellas de acondicionador...
Las paredes eran de un gris pálido, y el mueble de debajo del lavabo de mármol negro, al igual que el suelo.

-Es increíble -comentó Heeseung-. No me puedo creer que el alquiler sea tan barato como nos dijo tu hermana.

-Dividido en tres, pues claro... -rio, Heeseung pareció darse cuenta de que era bastante caro e imitó la acción avergonzado.

-Vayamos a elegir habitación -propuso ella.

Heeseung salió tras Hyunseo, cerró la puerta y miró las dos puertas de los dos cuartos libres. Se podía apreciar perfectamente cuál era el de Gaeul, por un cartel rectangular y grande en ella en el que ponía "no molestar, estoy estudiando" con un dibujo de un libro de biología.
Hyunseo abrió la puerta de la que estaba más cerca de la de su hermana. Se encontraron con un cuarto grande. Las paredes eran blancas, el suelo de la misma madera de roble sencilla que el del resto de la casa, y la cama se encontraba en una esquina de la habitación.

𝐏𝐎𝐋𝐀𝐑𝐎𝐈𝐃 𝐋𝐎𝐕𝐄 | Lee Heeseung ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora