-ˏˋ Veintiuno ˎˊ-

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...

El cuerpo de Hyunseo rodó hacia abajo hasta su cama, en medio de la noche.
Por la mañana, se despertó recordando cada detalle debido a aquel imprevisto, por el cual tuvo que despertarse en medio de la noche.
Se quedó dormida a altas horas de la madrugada en la cama de Heeseung.
Después de los dos besos, ambos hicieron como si nada y comenzaron a jugar. Al principio fue un tanto incómodo. Hyunseo no sabía qué hacer, y la cercanía le ponía nerviosa a pesar de haberse besado con él minutos atrás. Y era precisamente por eso, por las ganas de volver a hacerlo.
Sin embargo, cuando pasó una media hora ya estaban riendo y burlándose el uno del otro cuando perdían. Hasta que Hyunseo no aguantó, y se desplomó sobre el hombro del pelinegro. Algo que solo recordaba él.

Abrió los ojos poco a poco y los frotó con cuidado. Miró hacia arriba, y ahí estaba Heeseung, ya despierto y con su teléfono. Probablemente revisaba las redes sociales.
Vio que se había despertado y le saludó, mostrándole al mismo tiempo la pantalla. Una foto que había publicado Yeonjun con todos sus amigos, rodeados de luces de colores y más gente.

-Menuda fiesta la que nos perdimos anoche -dijo neutral. No parecía importarle. No iba por ese camino.

-Esto fue mejor -respondió Hyunseo sonriente.

-Por supuesto... -Heeseung sonrió coqueto y le tendió la mano.

Hyunseo entendió aquello como una invitación a sentarse junto a él. La noche anterior aquello desembocó en un beso. Varios, mejor dicho. Y lo cierto es que se moría por repetirlo. Aún tenía vivos los recuerdos del tacto y sabor de los labios de Heeseung, de cómo removió sus sentimientos y activó su corazón en un bombardeo de emociones. Hyunseo no supo cómo reaccionar y se limitó a seguir sus instintos y seguirle. Quería comprender el amor, pero al mismo tiempo descubrió que era imposible.
Aunque, ¿cómo no enamorarse de Heeseung? Era atento, cariñoso, juguetón, pasional, atractivo e inteligente. Lo tenía todo. Cuando lo miraba, no se le venían a la mente las ideas pesimistas que le causaron los sucesos con su padre. Ya no le observaba con detenimiento y algo dentro de ella le impulsaba a evitar su mirada y evitar enamorarse.
Ya no creía que Heeseung pudiera hacer algo malo a lo que había entre ellos.
Pero aún no había nada.
Nada además de un par de besos intensos que provocó él. Pero Heeseung seguía mandándole cartas a Hyunseo, y ella creía que eran para Béatrice. Y aunque dejara de jugar su papel y se olvidara toda esa historia, nada se solucionaría. No podría confiar en Heeseung cuando la besó mientras se mandaba mensajes así con Béatrice, y los seguiría mandando.
Por eso tenía que seguir fingiendo ser ella, otra vez. Se alejó de nuevo de hacer lo que en un principio entendió como lo correcto.
Tenía que continuar y esperar a que Heeseung dejara claros sus Sentimientos por alguna parte.
Aunque no tenía sentido. Ella misma estaba experimentando amor. Sabía lo que era.
Y Heeseung no expresó amor cuando vio a Béatrice en la cafetería. Nada. Ni siquiera la miró.
En cambio, con ella era diferente.
Pero las cartas eran para Béatrice.
Y a ella le dijo que le enseñaría a amar.

-¿Estás bien? -cuestionó dejando su teléfono a un lado y mirándola. Lo mismo de la noche anterior, sustituyendo el mando por el móvil.

A Hyunseo le latía el corazón con fuerza, las llamas que desprendía este cuando le llegaba el recuerdo del primer beso entre ambos eran ardientes y pedían repetirlo a gritos.
Hyunseo asintió y pensó. Pensó en evitar de nuevo su mirada, y también pensó en dejarse llevar y comprender la situación por el camino.
Eligió la segunda, y tomó el control.

Agarró una de las muñecas de Heeseung, y puso la otra mano detrás de su cuello. Se acercó rápidamente y unió sus labios en un largo beso, intenso. Mordió su labio para terminar mientras se separaba y dejaba en él una sensación húmeda en su boca, y sorpresa y alegría mezcladas.

Se limitó a sonreír sincero, y después burlón.
-¿Tantas ganas tenías de repetirlo?

Hyunseo abrió los ojos de par en par, pero optó su actitud habitual y le siguió el juego. No pensaba dejar que aquellos sentimientos que revoloteaban en su interior como mariposas, estropearan su personalidad.

-¿Y tú? -imitó el tono de pregunta-. No te has separado.

-Pues tienes razón -admitió, mirando a sus labios de nuevo, con los ojos relajados, una expresión de deseo y tranquila, y aproximándose lentamente. Quería volver a repetirlo. Una vez más.

Pero Hyunseo se apartó con satisfacción al ver cómo su cara se transformó en una de pena que pedía un último beso antes de levantarse. Se adelantó riéndose, y se puso de pie de un salto en el suelo.
Heeseung imitó su acción resoplando y quejándose.

Fueron hasta la cocina. Heeseung aceleró el paso para llegar primero y colocarse frente al frigorífico, señalándole a Hyunseo una silla frente a la pequeña isla.

-Voy a hacer... No sé qué voy a hacer -reconoció-. ¿Qué sueles desayunar?

-Cualquier cosa que se me presente -respondió sincera-. Mientras sea comida...

-Vaya. Pensaba ofrecerme como desayuno -dijo decepcionado, mirándola de reojo y sintiéndose victorioso al ver que logró sacarle los colores.

-Bueno... Todavía estás a tiempo -le siguió el juego

Heeseung rió y negó. "Hasta aquí", pareció que dijo con sus acciones; volvió a abrir el frigorífico y lo examinó hasta sacar un cartón de leche. Luego fue hasta un armario alto, que a Hyunseo le parecía inalcanzable incluso con una estatura por encima de la media. Sin embargo, Heeseung no tuvo problema en llegar sin ni siquiera estirarse. Sacó un cartón de cereales, dejando a Hyunseo impresionada.

-¿Puedes venir un momento? -preguntó abriendo el paquete.

Hyunseo supuso que quería ayuda y se levantó para ir hacia él cuando, de repente, él la tomó por sorpresa acorralándola contra la pared más cercana y riéndose al ver su expresión de confusión y sus mejillas tornándose rojas. Sus manos estaban apoyadas en la pared, y ella frente a él con la mirada perdida y ocultando su sonrisa.

-¿Sigo estando a tiempo? -arqueó una ceja. Su sonrisa era dulce como la miel, cariñosa, tímida y al mismo tiempo atrevida.

Hyunseo no podía diferenciar sentimientos en ese momento y lo único que le salió fue asentir.

Heeseung acortó la distancia de golpe con un plácido beso corto y más emocional que los anteriores. Se separó satisfecho y le extendió la mano para ir junto a él a continuar preparando el desayuno.
A veces, Hyunseo no se podía creer lo rápido que Heeseung podía cambiar de una actitud a otra, y mucho menos lo que descubrió ese día. Otra de sus facetas. Ambas personalidades mezcladas. ¿Cómo alguien podía ser tan dulce y cariñoso al mismo tiempo que jugaba y la ponía nerviosa a propósito?
No lo sabía, pero le gustaba.
Mucho.

...

Bueno, no suelo poner notas por aquí pero creo que empezaré a hacerlo de vez en cuando ajdj, lo siento como una forma de acercarme más a quien me lee, aunque antes no lo veía así.

Este capítulo es básicamente la relación de estos dos y Hyunseo dándose cuenta de cosas, y solo quiero decir que para mí era UNA NECESIDAD hacer a Heeseung savage. Me despido.

- Annye 🐧

𝐏𝐎𝐋𝐀𝐑𝐎𝐈𝐃 𝐋𝐎𝐕𝐄 | Lee Heeseung ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora