CAP. 14

1.6K 78 4
                                    

Atravieso la puerta y preparo mi arma nuevamente.

Asesino a tres hombres que están al frente de la casa, lamentablemente tendré que asesinar a todo los hombres de mi padre y los míos pero antes de tengo que conseguir hombres nuevos así que me subo en mi auto con la mirada atenta de mi padre, el solo me indica que valla y acabe con todos.

Manejo hasta mi casa, dentro de mi auto le pongo un silenciador a mi pistola que fue lo que tuve que hacer desde un principio.

Me bajo y los dos hombres que están en la entrada me observan y sus miradas me clavan espinas.

Guardo mi arma en un intento de disimular, no puedo atacar ahora por qué si lo hago alertaré al otro.

No puedo pensar, la cabeza me da vueltas mientras atravieso el jardín. Todo huele a traición, tantos años trabajando para mí para que solo por un par de billetes me manden a la mierda.

La irá corre por venas, sin pensarlo asesino a los dos hombres, lleno sus cuerpos de balas con la irá por la cabeza.

Tengo otro objetivo así que entró en la casa y me dirijo hasta su habitación.

El arma se queda en su cien cuando la tomo por el cuello.

_Pudiera echarte a los perros en estos momentos, pero disfrutaré matándome como quería desde un principio_.

Aprieto más su cuello y ella abre la boca en busca de aire.

_Dime una cosa, ¿También estás trabajando para tu padre_

Soy claro en el momento de decirle, si mis hombres me traicionaron por qué no lo haría ella.

_No se de qué hablas_logra decir.

_Respondeme ahora o tus sesos volarán y lo disfrutaré_.

_Por favor, no se de qué hablas_

Apunto a la puerta cuando siento la presencia de alguien detrás de mi, al voltear puedo ver qué es Paulina con las manos en el alto y bajo el arma.

_Lo siento no quise llevarme tu queso favorito_

La miro incrédulo.

_Entonces fuiste tu_

Mi enojo se va cuando ella muestra una sonrisa y me olvidó de que estaba haciendo.

_¿Que estás haciendo?_

Señala a Gaby bajo mis manos, está roja y casi no tiene aire así que suelto un poco el agarre y vuelvo con mi pistola a su cabeza, el enojo vuelve como por arte de magia.

_Te hice una pregunta_

_Paulina por favor, me está hablando y no se de qué habla.

_Angel dime qué pasa_

_Su padre está preparado para matarme, le pago a la mayoría de mis hombres para que me traicionaran y me mataran.

Ella mira a Paulina y los ojos de Paulina dilatan odio puro.

_Te dimos confianza y también nos traicionaste, y no digas que no sabes nada por que eres su hija y son tal para cual.

Raras veces la veo enojada, por qué hasta yo corro.

_Dime una cosa, el infiltrarse en la familia y fingir una boda ¿Era su plan?_

Ella a duras penas mueve la cabeza asintiendo.

Mi arma va esta vez a su boca y ella empieza a sollozar, Paulina coloca su mano en la mia y por instinto me calmo.

Ella tiene esa ventaja de calmar a la bestia cuando sale a la superficie.

_Llevomosla al sótano, allí podremos interrogarla mejor.

Hago que se levante y que camine a través de los pasillos hasta llegar a la escalera que baja por el sótano.

Mi sótano no es como en las películas de terror, lo tengo como mi gimnasio, tengo bebidas y comidas, aquí paso mis entrenamientos.

Una vez dentro la guío hasta una esquina, pido a Paulina que me pase sogas y la ato, le cubro la boca con cinta y le cubro la cabeza con una bolsa negra.

Le tomo una foto y la guardo en mi teléfono.

Subo con Paulina hasta mi habitación, la cabeza me duele y solo puedo pensar en una sola cosa.

Venganza.

Informo a mi tío de lo sucedido y el tampoco confía en sus hombres pero que los pondrá a prueba.

Pido una cita para buscar hombres nuevos ya que los necesito y en dos horas podré llegar al lugar.

Hablo con mi abogado y pido que me envíe los papeles del divorcio y me dijo que ya los tenia preparado que yo no aguantaría mucho casado, en menos de una hora los tenia en mis manos, luego pasaré por Gaby para que los firme.

Paulina no se aparta de mi lado en ningún momento, ella busca mi ropa en el armario y la coloca en mi cama, su sensual trasero se mueve en sus jeans cortos, su trasero se ve más enorme de lo normal y tiene unas piernas que cualquier mujer envidiaría, trae un boddy blanco y su cabellera larga en una coleta alta, se ve más altas ya que trae unos tacones de punta fina dorados.

La mujer perfecta.

Se dirige hasta el baño y escucho la ducha, seguro llena la bañera.

Solo me toca sonreír y olvidarme de los problemas que rondan en mi cabeza, ella casi siempre me prepara la ropa y la ducha, sabe mis gustos y me conoce más que yo mismo.

_La bañera está lista_

Levanto la cabeza cuando ella me informa.

_¿No quisieras ducharte conmigo?_

Ella sonríe y se sonroja y hasta ahora recuerdo que ella me debe una respuesta.

_No pudiera por qué ya me duche antes de venir_

_¿Si sabes que no importa verdad?_

Camino a pasos lentos hacia ella.

_Pues debería de importarte y mucho.

Su espalda choca con la pared y yo la acorralo dejándola sin salida, mis labios chocan los de ella en un beso suave y sin preocupaciones, sus manos viajan hasta mi cuello y las mías hasta sus nalgas.

_Eso es un si_ logro decir cuando me apartó un poco para poner mi frente con la de ella.

_Calma_ sonríe_ aún no te he dado una respuesta.

_Espero que sea pronto, no puedo esperar más.

_Tendras que hacerlo, ahora a ducharte anda.

_Sabes que no tocaré agua hasta que no estés dentro.

_Si ya está bien, entraré contigo_

Entramos juntos a la bañera llena de espuma, por un momento me olvidó de que tengo una chica en mi sótano y que mi suegro me quiere matar.












Rey De La Mafia #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora