CAP. 7

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Paso por la puerta hasta el pasillo para tomar asiento en los muebles de la sala.

_Padre, madre_ saludo con respecto y levanto la mano en saludo a los visitantes.

_Hijo acompaña a tu madre a la habitación, allí están los trajes_

Muerdo mi labio y me levanto, camino por los pasillos hasta dar con la habitación de mi madre y ella abre la puerta.

Se encontraban dos clósets y dentro de estos miles de trajes caros.

_Estaremos aquí un buen rato_

No respondo y camino para quitarme toda mi ropa.

Me quedo a un lado lado de cama y madre empieza a sacar todo.

Me mido uno que otro traje en diferentes tamaños y diferentes colores.

Luego de dos horas ya estoy que mi mirada se cae, madre me habla y yo no respondo, ella sabe que no estoy de humor y prosigue a quedarse en silencio.

La voz de Paulina detrás de la puerta preguntando si puede pasar hace que sonría, mi madre me observa y abre la puerta.

A quién puedo engañar, Paulina me gusta.

Su perfecto cabello negro cae por su cintura, trae puesto un jeans alto y una blusa blanca más arriba de su ombligo.

La mujer perfecta.

_¿La ayudo señora?_

_Por favor. Este hombre ya se midió como 50 trajes y no quiere ninguno_

Paulina se acerca a uno de los clósets y saca un traje negro.

Me lo mido y me miro en el espejo de cuerpo completo, solo sonrío por qué ella sabe cuál es traje que me gusta.

_Es me gusta_

_Wao si hubiera sabido te llamo desde un principio_

Ella abraza a Paulina en forma de cariño y yo me dispongo a quitarmelo para llevarlo a mi casa.

Cruzo los pasillos con Paulina tomada de la mano y llego hasta dónde mi padre.

_Ya me voy, el traje está listo_

_De acuerdo_

Me despido de todos y salgo de la casa no sin antes darme cuenta de que la chica mira a Paulina con ojos fulminantes.

Y está que se cree? No puede mandar en mi vida ni mirar a mis chicas mal, yo estoy con quién yo quiera.

No pretendo guardarle respeto luego de la boda, soy un mujeriego e imposible cambiar.

Al llegar a mi casa me dispongo a guardar el traje en el clóset.

Miro a Paulina y me muerdo los labios. Es increíble que algo que yo dije que nunca sucedería esté pasando. Dije que no quiero enamorarme pero aquí estoy yo enamorado de Paulina, una chica con buen carácter y perfecta, casi una chica imposible de creer.

_¿A dónde vamos?_ le pregunto e ignoro como se muerde sus labios, estoy enamorado pero no le daré el lujo de que lo sepa.

_No lo se_

En ese momento recibo una llamada de mi padre.

_Padre_

_Pasa por la chica. Necesito que se conozcan_

Cuelgo la llamada e intento no romper el teléfono nuevamente.

_Tengo que hacer algo ahora, ¿Que dices si nos vemos en la noche, te llevaré a un club clandestino_

Rey De La Mafia #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora