| "Ella fue condenada a olvidarlo, y él condenado a recordarla siempre. Una maldición dolorosamente maldita para hacerlos sufrir lo suficiente."
𝑎𝑙𝑒𝑘𝑠𝑎𝑛𝑑𝑒𝑟 𝑚𝑜𝑟𝑜𝑧𝑜𝑣𝑎 𝑥 𝑓𝑒𝑚
【Está siendo editada】
Iniciada: 20/07/2021
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Minutos antes.
ARABELLA SHIKOVA TOMÓ UNA GRAN BOCANADA DE AIRE Y CON CONFUSIÓN Y MIEDO miró a su alrededor. Estaba en una tienda, a su lado había varias camillas con varios cuerpos casi destruidos y emanando un olor nauseabundo. Una arcada se hizo presente y se tapó la boca levantándose con rapidez para salir de allí al sentir el hedor de la sangre.
¡¿Qué demonios?!
El sol dio directamente en su cara y sin poder evitarlo, se inclinó hacia adelante con sus manos en su vientre, vomitando. Sintió varias miradas sobre ella, y cuando terminó de viciar su estómago, les devolvió la mirada un poco abochornada. Un Grisha de kefta azul con bordados rojos que pasaba con varias cosas en sus manos, se quedó estático al verla, y las cosas; keftas, telas y capas, cayeron al suelo.
La miraba como si fuese un fantasma.
¿Qué demonios hacía en las tiendas de los fallecidos? Pensó aterrada.
El Inferni caminó hacia ella con rapidez y la tomó del rostro. Bella le dio una palmada en la mano para que la soltara y otra arcada la hizo taparse la boca. Respiro profundamente antes de mirar con dureza al Inferni.
—¿Dónde están mis hijos? —cuestionó con la voz rasposa por no haber ingerido ni un poco de agua, su garganta picaba y el sabor amargo de los residuos del vomito la hacía querer seguir vomitando.
—¡Traigan a Lafev ahora mismo! —gritó el Inferni, haciendo que Bella gruñera por el dolor de sus oídos—. Ven conmigo. —la tomó del brazo con fuerza y la arrastró hacia una de las tiendas grisha—¿Cómo es que estes viva? Tomaron tu pulso, ¡no lo tenías!
Arabella frunció el ceño ante las palabras del Grisha y trataba de no tropezar con sus pies mientras miraba a su alrededor en busca de sus pequeños. A los lejos vio el Esquife y el recuerdo la golpeó con brusquedad.
