Capítulo 17

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La gran tormenta estaba cesando. Toda la noche había sido un absoluto infierno, a duras penas pudieron salvar las leñas. Llovió más en su refugio que afuera. Y un pequeño Zhan se encontraba temblando en modo fetal dentro de ella.

Tenían frío. Ambos se encontraban completamente empapados.

- Carajo Zhan tenes fiebre - maldijo Yibo al tocar la frente del contrario - tengo que hacer algo ahora que escampó - susurro para sí mismo.

Yibo no era médico pero tenía altas sospechas que una de las causantes de la fiebre de Zhan era por la falta de agua.

No habían consumido del líquido vital desde que pisaron ese moustroso pantano.

- Zhannie - le hablo suavemente, el castaño levanto la mirada.

- Me voy a ir a buscar agua sí. Recuerdo que al entrar acá había un gran lago en dónde tome algunas fotos a algunos cocodrilos. Solo no recuerdo dónde queda. Tengo que buscarlo. Vos quedate acá, sacate la ropa y déjalo que se seque ahora que tiene pinta que va a salir el sol.

- Yo me voy a ir contigo Yibo, yo me siento bien - hizo un ademán en levantarse.

- Vos te quedas acá Zhan, no seas caradura. Estás todo mojado y te puede doler la panza, aprovechá que me voy a ir un rato y sacate la ropa para que se seque.

- Vos también estás todo mojado Yibo, yo me voy contigo porque me voy me escuchaste?

- Zhan.

- Ya te dije que no me voy a quedar acá Yibo, dijiste que no recordas bien en dónde viste agua, yo puedo ayudarte, no quiero que te pase nada.

- No me va a pasar nada.

- Vos no sos ningún adivino Yibo...

- Pero si divino verdad? - Yibo hizo aquel gesto de radio rebel soltando una risita, finalmente dándose por vencido. Zhan era un completo caradura que por más que le suplique no se iba a quedar en el refugio.

- Si si lo que vos digas - Zhan rodó los ojos.

- Osea que no soy divino.

- Si sos muy lindo vos, ahora dejame en paz y vamos por agua.

Un sonrojado Zhan se levanto, tomando su palo.

- Assh cuando estemos de vuelta tenemos que hacer otra vez fuego - Yibo se quejo.

- Menos mal salvamos la leña.

- Exacto, veamos el lado positivo.

Ambos comenzaron su marcha, no sabían si tendrían éxito con su búsqueda.

Yibo iba detrás de Zhan, mientras que éste dejaba líneas en el suelo como ya era costumbre.

Wang no pudo evitar bajar su mirada en el prominente trasero de Zhan. Debido a que estaba todo mojado resaltaba demasiado para la salud mental del pelinegro.

- Desde acá siento tu mirada, atrevido.

- Vos quisiste venir Zhan, no molestes.

- Eyyy! - Zhan volteo ofendido para encararlo - no mires mi trasero idiota!

- Mirá tu camino Zhan, podes caerte.

- Vos no me vas a decir qué ha... - Zhan estuvo a punto de caer.

Sino fuera por Wang que lo sostuvo de su cintura.

- Atende esa ramita Zhan...te dije para que mires tu camino - se burló.

- Callate bobo - se quejo el más bajo soltandose de los brazos de Wang.

- Creo que tengo que llevarte de la mano para que no vuelvas a tropezarte Zhannie.

En un descuido Yibo toma las manitas de Zhan y entrelaza con las suyas.

- Pero...

- Shh silencio, dejame disfrutar del calor de tus manos.

- N-no te da asco tomarme las manos?

- Por supuesto que no, siento hasta cosquillitas en mi cuerpo. Se siente bien.

- Oh.

- Si oh Zhan, perdoname por favor por todo lo que te hice.

- Ya hablamos de eso Yibo, no te preocupes. No tenes por qué hacer esto - señalo sus manos entrelazadas - para ganarte mi perdón.

- Ya te dije que lo hago porque quiero. Nadie acá me obliga a hacer nada. Todo lo que hago lo hago porque de verdad me nace. Creo que era por allá - señalo Yibo para seguir caminando con Zhan.

Ambos siguieron caminando sin importar nada.

- Querés una banana Yibo - pregunto.

- Trajiste banana?

- Sip.

- Sos un genio Xiao.

- Y no solo traje 1, traje como media docena.

- Me invitas? Yo me olvide y ni siquiera pude comer.

- Me imagine, tomá - le paso tres bananas.

- Gracias.

Yibo no sabe que lo impulso, si le nació o simplemente fue un gesto de agradecimiento.

Pero le dejó un suave beso en sus mejillas.

Por qué - Zhan le miro con los ojos bien abiertos.

- Me nació también - le guiñó.

- Debería devolverte?

- Tal vez, sería lo más justo verdad - Wang lo observaba expectante.

Y así fue, Zhan lentamente se acercaba a las mejillas de Yibo.

- Agachate un poquitito más Yibo que no te alcanzo.

Wang obedeció.

Solo que Zhan no espero que cuando estaba a menos de 2cm del rostro del contrario este iba a desviarlo haciendo que el pequeño beso en la mejilla se convierta en un piquito.

Perdidos en el pantanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora